Tomar azúcar en el desayuno podría hacerte engordar hasta 9 kilos al año: alternativas más saludables

desayuno, croissant
  • Tu primera comida del día siempre incluye café a lo que sueles añadir tostadas o bollería industrial.
  • Pero los expertos en nutrición abogan por cambiar esto. Un desayuno dulce puede aterar tus niveles de glucosa y hacerte engordar.

El desayuno es lo primero que recibe tu cuerpo tras horas de ayuno mientras duermes. Aunque los estudios son mixtos en cuanto a si es o no tan importante, en general su consumo parece relevante en un régimen saludable, al asegurar el control del peso y de la sensación de apetito a lo largo del día.

De acuerdo a una pequeña investigación en The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, la quema de calorías era hasta 2,5 veces más elevada cuando se tomaba un desayuno abundante que cuando se come más en la cena.  Los investigadores descubrieron además, que al ingerir un desayuno contundente, los pacientes experimentaban menos antojos durante el día, concretamente de dulces, y una menor sensación de hambre.

Sin embargo, esto podría depender del tipo de alimentos que lo conformen. "En los estudios que se han hecho recientemente se ha visto que personas que hacen un desayuno azucarado pueden llegar a comer más de 300 kilocalorías al día que una que no. Y esas 300 kilocalorías al día extra suponen hasta 9 kilos más al año", aseguró recientemente Boticaria García doctora en farmacia, nutricionista y divulgadora científica en Telva.

¿Qué ocurre cuando comes azúcar por la mañana?

Tu cuerpo obtiene energía de 2 fuentes: hidratos y grasas. Durante el ayuno, el cuerpo utiliza las reservas de grasa como fuente de energía. —Lo cual deja de hacer en cuanto introduces los hidratos. Este el el pilar básico de dietas como la keto o la Atkins—.

No obstante el tipo de hidratos influye y mucho. Cuanto más complejos sean, es decir, más ricos en fibra, o menos hidratos consumas en el desayuno, más estables serán tus niveles de glucosa en sangre. 

El problema es que el pan de tus tostadas, el croissants o la bollería industrial que acompañan tu café suele ser hidratos simples, es decir bajos en fibra y ricos en cosas como azúcares añadidos.

Hacen que tu cuerpo tenga un pico en los niveles de glucosa en sangre y luego un descenso repentino. Empezar el día con estos picos en los niveles de glucosa en sangre provocará más antojos de azúcar a lo largo del día, lo que hace que el ciclo se repita.

"El cuerpo pide más azúcar al poco tiempo para poder seguir por lo que como más y más dulce a lo largo del día”, explica a CuídatePlus Marian García, doctora en Farmacia. De ahí el riesgo de engordar.

¿Desayuno dulce o salado?

Un desayuno dulce puede alterar la glucosa, haciéndote sentir más cansado y con más apetito hasta la próxima comida.

Es por ello que los especialistas suelen aconsejar incluir proteínas y grasas saludables a primera hora del día. Lo que se tiende a concebir como desayuno salado. Ambas ayudar a mantenerse saciado por más tiempo. Al evitar los picos de azúcar también contribuyen a un mejor uso de la energía.

Las proteínas son el nutriente que menos calorías aporta a tu cuerpo y favorece la sensación de saciedad, por lo que te ayudarán a comer menos. Además son el grupo de alimento que más cuesta digerir, si se compraran con grasas o hidratos. Solo este proceso ya consume el 20% de su aporte calórico.

Para incluirlas puedes tomar por las mañanas huevos, requesón y yogur. Puedes convertir tu tostada en un plato saludable tan solo optando por pan integral al que añadir aguacate, frutos secos o salmón.

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