Que 10 años no son nada, empieza advirtiendo Javier Jiménez, director general de Lanzadera —la incubadora y aceleradora de Juan Roig—, a Business Insider España en conversación telefónica. La verdad, sin embargo, es que una década puede dar para mucho. 

A Lanzadera, una de las 3 patas que sustentan la iniciativa de emprendimiento de Juan Roig, Marina de Empresas (las otras 2 son EDEM Escuela de Empresarios y la sociedad de inversión Angels), en concreto, le han cundido bastante.

Desde su fundación en 2013, Lanzadera ha invertido casi 22 millones de euros en tickets que van de los 1.000 a los 500.000 euros que se han repartido entre más de 1.100 empresas. Estas, a su vez, han generado 10.000 puestos de trabajo tras captar 700 millones de euros de capital externo.

Son cifras que se dicen rápido y pronto. Detrás de ellas, sin embargo, late el empeño de Juan Roig de convertir Valencia en uno de los grandes vectores del ecosistema emprendedor español.

Con ventanas de entrada en enero, mayo y septiembre, actualmente Lanzadera ayuda a más de 300 proyectos. Jiménez aprovecha el décimo cumpleaños del proyecto para hacer balance.

"Nuestro mayor aprendizaje en estos años es que las personas están por encima de las ideas. Al principio tendía a quedar impresionado por ciertos proyectos, pero con el tiempo me he ido dando cuenta de que lo verdaderamente caro en una empresa es la gente que es capaz de llevar la idea a la práctica, el líder que une a todos con una visión". 

El aprendizaje nace a su vez del que Jiménez cree que ha sido el mayor error de Lanzadera en estos últimos años. 

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"Pensábamos que para emprender hace falta tener mucho dinero. También que hay que ser más o menos un genio. La verdad es que no necesariamente. Lo que se necesita es esfuerzo, perspectiva y algo por lo que pelear. Luego, claro, ser un genio ayuda".

El modelo empresarial que rige el destino de Lanzadera tiene nombre y apellido: Juan Roig, presidente ejecutivo y máximo accionista de Mercadona, la cadena de grandes supermercados que acumula casi un tercio de cuota de mercado en el competitivo sector del gran consumo.

Precisamente, Roig ha saltado en las últimas a la palestra debido a las críticas vertidas sobre él y su modelo empresarial por, entre otros, Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 y secretaria general de Podemos, el partido socio de Gobierno del PSOE. 

"Es indecente que el señor Roig se esté llenando los bolsillos siendo un capitalista despiadado. No hay que tener miedo a decirlo: son capitalistas despiadados", dijo Belarra, cuyas palabras sirvieron también de acusación más o menos velada de que las grandes cadenas de supermercados están aprovechando la inflación para aumentar sus márgenes de beneficios por cada producto.

La idea mereció que recientemente la consultora IQ Nielsen saliera en defensa de las grandes marcas de distribución de alimentos. 

"No tiene sentido llegar a la conclusión de que los supermercados están aprovechando la inflación para aumentar márgenes. Se trata de un sector extraordinariamente dinámico y en el que hay mucha competencia, con lo que los márgenes son muy estrechos", apuntaron expertos de la firma.

"No somos quién para dar una respuesta a aquello, pero sí te puedo hablar de hechos. Por aquí han pasado 1.100 empresas a las que hemos apoyado y formado. Eso son hechos. Y vamos a seguir, porque es decisión de Juan Roig apoyar a todavía más emprendedores para poner nuestro granito de arena en el país y en nuestro territorio", plantea Jiménez, que presume además del talento patrio.

"En España se ha creado un ecosistema increíble. Y no lo digo como un eslogan que queda chulo, hemos revisado 30.000 productos, una base suficiente para decir que hay mucha gente joven y no tan joven con ganas de hacer cosas distintas".

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El futuro de Lanzadera pasa por su expansión

"¿Elegir entre las más de 1.000 empresas que han pasado por aquí? Es imposible. Es como pedir a un padre que elija entre sus 3 hijas: todas tienen parte de él, todas reflejan lo que uno es, con todas has terminado aprendiendo cosas", responde el director general de Lanzadera cuando se le pide que elija algún proyecto especialmente significativo.

Las más de 1.000 startups de la incubadora han traído consigo más de 1.000 historias, amplía Jiménez. Pero vendrán muchas más. Sin ir más lejos, Lanzadera ha acogido al comienzo de este año 15 proyectos lusos, lo que habla de las intenciones de la aceleradora de seguir creciendo.

¿Ayudará en estos planes la recientemente promulgada ley de startups? Jiménez tiene claro que sí. 

"Me parece una iniciativa magnífica. En primer lugar, porque pone el tema sobre la mesa, se habla de ello, lo que viene muy bien para atraer inversores; lo segundo, porque tiene medidas muy aceptadas por el sector; y en tercer lugar, porque se van a agitar y corregir muchas cosas", comenta el director general.

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El impulso llega en un momento especialmente delicado para el ecosistema emprendedor, con una economía enfriada por la inflación y los altos tipos de interés y unos fondos inversores que, con el dinero encarecido, se lo están pensando más de una vez y más de dos antes de hacer sus apuestas.

Y eso, los que invierten. La ola de despidos exigida por Wall Street a las grandes tecnológicas para sanear las cuentas de resultados ha llegado ya a España y está afectando a algunas de las startups más consolidadas.

"Dinero habrá porque los fondos viven de invertir. En Portugal una persona me dijo que ellos llevan de crisis desde 1492. Los emprendedores tendrán que dar vueltas y encontrar soluciones imaginativas. En tiempos de crisis, mientras tú lloras, yo te puedo vender el paquete de pañuelos".

La filosofía del chupachups

Cabe preguntarse si muchas de estas soluciones vendrán principalmente desde el mundo de la inteligencia artificial, que anda en las últimas semanas en boca de todos tras la explosión en popularidad de herramientas como ChatGPT, el generador de texto automático de OpenAI.

Jiménez tiene claro, en cambio, que no hay por qué ir tan lejos. "A nosotros nos gustan todos los sectores. A nuestros emprendedores siempre les ponemos el mismo ejemplo: mira la que armó el tipo que juntó un caramelo y un palo. Lo importante es pensar en el cliente", comenta Jiménez.

"Una innovación puede ser un kiosco de pipas. Si mejora la vida de la gente, lo vamos a apoyar. Hace 10 años parecía que sin redes sociales no eras nadie, luego vinieron las apps, luego el blockchain, y finalmente el metaverso y la IA. Solo se quedarán las tecnologías que de verdad sean útiles a la gente".

Esta manera de entender los negocios exitosos, ahonda Jiménez, nace de la filosofía de Juan Roig: "Él busca y escucha siempre a los clientes para aportarles una solución. A veces los emprendedores vamos y creamos algo que es increíble, pero el público no lo quiere porque no resuelve nada".

Como resultado, resulta casi imposible saber qué será Lanzadera dentro de 10 años: "Será algo irreconocible, como cuando uno ve una foto de sí mismo de hace 10 años y se pregunta cómo era posible que llevara esa ropa y ese peinado. Forma parte de la evolución de las cosas, pero nuestra misión no va a cambiar".