Algunos alemanes ya recurren a duchas frías y secar la ropa al aire libre ante subidas del 600% en sus facturas de la luz

Hannah Towey
| Traducido por: 
Business Insider España
Vladímir Putin, presidente de Rusia.
Vladímir Putin, presidente de Rusia.

REUTERS/Maxim Shemetov

Europa, y Alemania en especial, tiene varios frentes de dependencia de Rusia. Putin está amenazando con cortes de suministro de petróleo y gas, fundamentales para el viejo continente. Rusia es el tercer productor mundial de petróleo, por detrás de Estados Unidos y Arabia Saudí, y el mayor dependiente de su crudo es Alemania.

Los alemanes están reduciendo el consumo de lujos modernos que funcionan con petróleo, con la esperanza de que el racionamiento pueda ayudar a evitar apagones cuando llegue el invierno. 

Algunos ciudadanos reconocen ya que se duchan con agua fría, secan la ropa al aire libre y se han pasado a las bombillas LED para hacer frente a la crisis energética provocada por la invasión rusa de Ucrania, según informó a principios de septiembre el medio de comunicación alemán The Local.

"No usamos la secadora, nos duchamos con agua menos caliente y estamos pensando en calentar solo dos habitaciones de nuestra casa este invierno", afirma una residente de Berlín de 39 años en una encuesta realizada por el medio de comunicación. 

De todos los Estados miembro de la Unión Europea, Alemania es el más dependiente del petróleo ruso. Esta peligrosa situación ha provocado una campaña de ahorro energético que abarca desde el nivel individual hasta el federal. Otro ciudadano berlinés comenta que se ducha con agua fría como "pequeño gesto anti-Putin". 

Algunas empresas alemanas también están aplicando restricciones energéticas como medida de ahorro. Los precios de la electricidad en el país germano se han disparado más de un 600% como consecuencia de la guerra. 

Vonovia, un grupo inmobiliario alemán, ha explicado a Business Insider que bajará la calefacción de los inquilinos durante la noche, entre las 23 y las 6 horas, para "ahorrar todo el gas posible" y reducir los gastos de calefacción en un 8% aproximadamente. 

En Dippoldiswalde, una ciudad de la región de Sajonia, se ha prohibido a algunos inquilinos ducharse con agua caliente entre las 8 y las 11 de la mañana, entre la 1 y las 5 de la tarde y después de las 9 de la noche, según una publicación en Facebook de una cooperativa de viviendas local. 

En Hannover, las duchas calientes ya no están permitidas en las piscinas públicas. 

Antes de la guerra, más de la mitad del gas natural de Alemania procedía de Rusia. Las autoridades temen que se produzca una escasez extrema este invierno si Rusia corta el suministro de petróleo como represalia por las sanciones occidentales al Kremlin.

"Queremos liberarnos lo antes posible de las importaciones rusas de energía", declaró el ministro de Economía alemán, Robert Habeck, a la prensa, añadiendo que aunque las medidas actuales ayudarán a reducir el consumo total de energía del país, no son suficientes. 

Las sanciones a Rusia no están deteniendo a Putin, y proponer otras nuevas podría ser un quebradero de cabeza económico para EEUU y Europa

En septiembre, el Gobierno alemán ha puesto en marcha nuevas formas para limitar el uso de energía en edificios públicos y monumentos. También se podrá limitar la calefacción de las piscinas privadas y la iluminación de los comercios por la noche, según informó Reuters. 

La ciudad de Hannover también publicó a finales de julio una lista de restricciones. Entre ellas, la limitación de los aparatos electrónicos de oficina, como las impresoras, el cierre del agua caliente en los lavabos públicos (excluyendo hospitales y escuelas), el apagado de fuentes públicas y la limitación de la temperatura ambiente en los edificios municipales a un máximo de 20 grados. 

"El objetivo es reducir nuestro consumo de energía en un 15%. Se trata de una reacción a la inminente escasez de gas, que supone un gran reto para los municipios, especialmente para una gran ciudad como Hannover", dijo Belit Onay, alcalde de la ciudad, en un comunicado de prensa. "Cada kilovatio/hora ahorrado protege el almacenamiento de gas".

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