La economía española no creó empleo en el segundo semestre de 2022

Trabajadores de mantenimiento.

REUTERS/Susana Vera

  • Los analistas aseguran que España no creó empleo en la segunda mitad de 2022: "Ha habido un frenazo".
  • Los datos de paro podrían ser peores: las estadísticas dicen que en enero había 2,9 millones de parados, pero los expertos afirman que hay más de 3,56 millones.

La máquina del empleo se frena. 2022 abrió siendo un año histórico para la creación de puestos de trabajo, pero los engranajes se detuvieron por completo en la segunda mitad del año: la economía española no creó empleo en el segundo semestre de 2022.

"Ha habido un frenazo en el empleo", asegura Florentino Felgueroso, investigador de Fedea, y lo confirma el último Observatorio trimestral del mercado de trabajo, elaborado por Fedea con BBVA Research y el Instituto EY-Sagardoy.

Si el año comenzó con un boom de afiliación, parece que la burbuja se habría terminado pinchando para final de año: en los últimos meses aumentó el paro y volvió a superarse la barrera de los 3 millones de desempleados. Y, aunque la ocupación también subió, lo hizo con el peor dato desde 2013.

"La ocupación apenas varió entre octubre y diciembre del pasado año. Tanto la Encuesta de Población Activa (EPA) como la Contabilidad Nacional Trimestral (CNT) evidenciaron un estancamiento del empleo en el cuarto trimestre, que contrastó con el avance de la afiliación a la Seguridad Social", señala el informe.

A principios de 2022, la economía española pegó un subidón empujada por el turismo y una fuerte demanda que insuflaron optimismo en las empresas. Pero a partir de la segunda mitad del año, con la inflación tocando máximos y la subida de tipos de interés, la buena racha se truncó. En el tercer trimestre, el PIB se estancó en el 0,2% y el paro comenzó a subir.

El paro subió en 60.800 personas en el tercer trimestre y en 43.800 en el cuarto en comparación con el tercero, según los datos de la EPA publicados por el INE. 

Como consecuencia, la tasa de paro subió del 12,78% del tercer trimestre al 12,87% en el cuarto, y España terminó cerrando el año con más de 3 millones de parados, después de haber logrado bajar de esa cifra en el tercer trimestre de 2022.

Ilustración sobre la guerra

Pero los datos de desempleo todavía podrían ser peores. Desde que entró en vigor la reforma laboral, hay un desfase entre el paro registrado y el paro efectivo (que suma paro registrado con fijos-discontinuos inactivos): en enero de 2023 había 2,9 millones de parados, según las estadísticas. Pero, en realidad había 3,56 millones de parados.

Ahora que las empresas no pueden firmar contratos temporales como antes, tiran de fijos-discontinuos, y aquí es donde llega la novedad: cuando un empleado con contrato fijo-discontinuo entra en periodo de inactividad, cobra el paro, pero no cuenta como parado, sino como demandante de empleo con relación laboral.

Si a los 2,9 millones de parados de enero se le suman los 660.000 demandantes de empleo con relación laboral, resulta que la cifra de parados se eleva a los 3,56 millones de personas.

Fedea ha vuelto a pedir al Ministerio de Trabajo una mayor "transparencia" en los datos relacionados con los fijos-discontinuos, así como la publicación de microdatos para valorar el efecto sobre el mercado laboral que está teniendo la apuesta que ha hecho España por este contrato.

El doble de bajas de fijos-discontinuos 

El boom de fijos discontinuos está alterando los datos de empleo. Entre abril y diciembre de 2022 se firmaron 2 millones de contratos de este tipo, 10 veces más que en el mismo periodo de 2019. Y sin embargo, a pesar de ese incremento, la afiliación de estos empleados apenas aumentó. 

"Desde mayo hasta ahora, la afiliación fija-discontinua no ha variado prácticamente, a pesar de que se han registrado más de 2 millones de contratos nuevos, 10 veces más que en el mismo periodo de 2019", concluyen con sorpresa desde Fedea.

Este fenómeno, explican los autores del Observatorio, se debe a las elevadas tasas de baja de estos contratos, fundamentalmente por transiciones a la actividad, que se han duplicado en comparación con las que había antes de la reforma laboral.

"Observamos cómo no paramos de firmar contratos de este tipo y, sin embargo, no aumenta la afiliación. Esto se debe a que hay muchísimas bajas. Por un lado, por la situación de inactividad de fijos-discontinuos. Pero también se dan cuando acaban la relación laboral, sea por despido o abandono voluntario", aclara Felgueroso.

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