La 'ola' de despidos llega a España y no solo afecta a las tecnológicas: Cuatrecasas, Uría y Garrigues avisan de planes de ERE en industria, servicios y finanzas

En las últimas semanas, la ola de despidos masivos anunciados por tecnológicas no ha dejado títere con cabeza. Google, Amazon, Microsoft, Meta, Twitter, Spotify… Es difícil pensar en un gigante tech que se haya salvado de los layoffs, y la prueba visible es que más de 190.000 trabajadores de todo el mundo han perdido su empleo. 

España no es ajena al temporal. Por mucho que la economía esté resistiendo mejor que otras a la crisis de la inflación y a las consecuencias de la guerra en Ucrania, la realidad es que la ola de despidos ya está salpicando al mercado laboral en España, y no solo en el sector tecnológico.

"Estamos empezando ya a ver planes de despidos colectivos", confirman fuentes de Uría Menéndez, en declaraciones a Business Insider España.

Los grandes bufetes ya han empezado a recibir consultas y solicitudes de empresas para acogerse a Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) en España, y detectan un aumento de planes de despido por encima de lo habitual, debido a la situación económica.

"Sí que estamos viendo un repunte", confirma Pedro Llorente, consejero y abogado especialista en Derecho Laboral de Cuatrecasas: "desde antes de Navidades ya observamos un aumento de los despidos colectivos, y también de despidos individuales objetivos".

Llorente explica que es normal que, a finales de año, sucedan repuntes de despidos, al margen de la coyuntura económica: "las empresas suelen hacer ajustes en función de su presupuesto; esa es la tónica general". 

Sin embargo, matiza que la tendencia percibida desde finales de 2022, y que todavía se mantiene, está por encima de lo considerado habitual.

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A falta de conocer el dato de diciembre, los primeros 11 meses de 2022 se saldaron con 21.290 trabajadores afectados por planes de despidos colectivos en España, el doble de despidos colectivos que en 2021.

"Sobre todo desde finales de 2022 estamos notando un incremento de las consultas relativas a medidas colectivas, no solo en lo que afecta a despidos, sino igualmente en relación con otras medidas de flexibilidad interna, tales como ERTE o modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo", confirma Gregorio Nevado, socio del Departamento Laboral de Garrigues.

El alza de costes por la crisis de precios, los problemas de suministro, la pérdida de poder adquisitivo de los hogares (que será mayor tras el alza de tipos de interés), el frenazo de las economías avanzadas, la amenaza de una recesión, que oscurece la confianza de los inversores...El cóctel de razones es variado y letal para muchas empresas, ya renqueantes tras el batacazo del COVID-19.

Los movimientos comenzaron hace meses. Ya en octubre, los economistas advertían que las empresas estaban paralizando inversiones y contrataciones, y los despachos alertaban de un posible repunte de despidos colectivos, tal y como adelantó Business Insider España. 

"Las empresas, ante los primeros signos de crisis, comienzan a actuar preventivamente, reduciendo la mano de obra temporal. Así, en algún caso, se evitaba llevar a cabo medidas más agresivas de reestructuración laboral, como los despidos colectivos", explicaba entonces Pablo Salguero, asociado principal del Departamento de Laboral de Garrigues, en declaraciones en octubre.

Una tendencia que podría verse agravada por un efecto colateral de la reforma laboral (al limitar la reforma la contratación de temporales, y ser los temporales los primeros empleos que se destruyen en tiempos de vacas flacas; las empresas despedirían a un mayor porcentaje de fijos de la plantilla, lo que puede aumentar el número de despidos colectivos).

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No solo tecnológicas: los sectores más afectados

Algunos de los casos de despidos (objetivos o colectivos) más sonados en España en las últimas semanas han sido los de Glovo (que afectó a 140 trabajadores en España), Meta (con el 18% de la plantilla de la filial en España), Twitter (24 personas de sus 29 empleados), o Wallbox (156 empleados).

Pero los despachos avisan de que la tendencia está yendo más allá del sector tecnológico. "Además de las tecnológicas, que están en los medios, hay otros sectores que ya están pensando en ello", apuntan desde Uría Menéndez.

El goteo de multinacionales que anuncian grandes ajustes de plantilla a nivel mundial es permanente, y se está dando, sobre todo, en el sector financiero, con varias empresas de banca de inversión, como Goldman Sachs, BlackRock o Morgan Stanley; el mercado cripto, con Coinbase o Bitpanda; pero también en la industria, con farmacéuticas, como Grifols o en el sector del automóvil, con Ford.

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"La mayoría de casos se están dando en el sector financiero y tecnológico, pero ya en servicios hemos tenido un incremento en las solicitudes de asesoramiento, y empezamos a ver también en fábricas e industria", afirma Llorente, y añade que se trata de una tendencia generalizada a nivel territorial: "no hay un patrón".

"Las consultas se refieren sobre todo al sector industrial y a empresas afectadas por cambios en los modelos productivos tradicionales", confirma Nevado.

Estas solicitudes no solo pasan por despidos. "Las consultas que tenemos no solo son procedimientos de regulación de empleo, pero sí sobre la base de razones organizativas para ser más competitivos, como contención de costes salariales, con prejubilaciones, desindexando salarios del IPC, etc.", explica Eva Hernández, socia responsable del Departamento de Laboral de Escalona & De Fuentes.

Dos causas detrás del repunte de los ERE

El hecho de que sea una tendencia cada vez más generalizada en sectores y partes de España explica que las causas estén más relacionadas con la crisis económica. Pero no solo.

"Las causas detrás de este repunte son combinadas", observa Llorente. Por un lado, son regulatorias, y tienen que ver con la finalización de los compromisos de mantenimiento del empleo por los ERTE COVID-19. Para poder acogerse a los ERTE, las empresas estaban obligadas a mantener el empleo durante un mínimo de 6 meses. Pues bien, esa exigencia caducó en verano de 2022.

En segundo lugar, añade Llorente, está la incertidumbre económica: "hay menos expectativas de ingresos, consumo y ventas, y temor a los efectos de la inflación y la subida de tipos. De hecho, nos están llegando ya más consultas por causas económicas que organizativas".

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"Las razones son muy diversas", señala Nevado, y vienen derivadas de problemáticas específicas de la actividad de la empresa. Sin embargo, reconoce que "el entorno económico actual y la incertidumbre derivada del mismo ha contribuido a generar una mayor necesidad de asesoramiento en materia de despidos colectivos y reorganizaciones en general". 

Las razones que suelen aparecer, continúa Nevado, "tienen que ver con la desaceleración económica, las dinámicas de inflación elevadas, el impacto en los costes de producción y los cambios en los modelos productivos y organizativos vinculados a la tecnología o a cambios en los hábitos de consumo".