Una ola de despidos golpea al sector tecnológico: "Los ceses colectivos a través de Zoom serán la normalidad"

DESPIDOS TECNOLÓGICAS

"Llevaba aproximadamente un año y medio fuera de la universidad y trabajaba en una pequeña empresa de SaaS (Software as a Service). Recuerdo perfectamente el 11 de septiembre de 2001 y el frío que invadió nuestra oficina ese día. Eso pasó con el tiempo, pero nuestras perspectivas económicas nunca se recuperaron".

"Recuerdo el día en que el vicepresidente de ingeniería me llamó al móvil mientras estaba en el gimnasio y me preguntó cuándo estaría en la oficina. Me dijo que fuera directamente a su despacho cuando llegara. Alrededor del 85% de la empresa fue despedida ese día. Yo estaba entre los afortunados que no lo fueron".

Esta historia está sacada del foro Y Combinator News, donde en 2019, ante los ecos del estallido de una nueva burbuja en el sector tecnológico, un joven desarrollador se preguntaba cómo había sido la crisis de las puntocom para los trabajadores rasos de las startups

En el hilo, cientos de personas comparten sus experiencias y en todas ellas se repite la misma frase una y otra vez: "Fui despedido..."

Ahora, 2 décadas más tarde, volvemos a la casilla de salida. A más de uno le sonará familiar la historia que abre este artículo. Si 2021 fue un año de ensueño para las grandes empresas tecnológicas y las startups en fase de crecimiento, 2022 se está convirtiendo en una pesadilla para muchos trabajadores.

Netflix, Uber, Tesla, Amazon, por citar a los más grandes. Todas han sufrido fuertes caídas en el parqué en los últimos meses, a medida que crece la incertidumbre entre los inversores y una probable recesión económica se otea en el horizonte para finales de este año.

Las similitudes entre el momento actual que estamos viviendo y lo que sucedió hace 2 décadas son muchas y variadas. Ahora, algunas de las empresas que florecieron tras aquella burbuja han tenido que ejecutar importantes recortes, sobre todo de plantilla.

Si en julio de 2001, según la firma de recolocación estadounidense Challenger, Gray & Christmas, 8.697 personas fueron despedidas de sus trabajos en el sector tecnológico, en otro mes de julio, pero de 2022, solo en Estados Unidos 3.558 trabajadores del mismo sector perdían su empleo.

Los empleados de las tecnológicas reciben un duro golpe: TikTok y Apple son los últimos gigantes afectados por despidos o paralizaciones, que se unen a Google y Meta, entre otras

Desde el estallido de la pandemia, cerca de 160.490 personas han perdido su trabajo en empresas tecnológicas, según el portal Layoff.ly. La cifra, no obstante, es mucho mayor, pues esta plataforma solo recoge los casos que se publican en la prensa.

Los meses de mayo, junio y julio están siendo los más convulsos. Solo en estos 3 meses, 71.755 personas han sido despedidas, según los datos de True.Up.

Los recortes han sacudido tanto a las grandes compañías —Tesla despidió a 299 personas en julio, Shopify despidió a 1.000 empleados hace una semana y en junio Netflix hacía lo mismo y recortaba 300 empleos— como a startups más pequeñas y a todo el sector de las criptomonedas. Este último ha dejado en la calle a 1.700 personas en solo un mes

La lista de empresas es casi interminable.

Despidos colectivos, telemáticos y sin previo aviso

Busines Insider España lleva varios meses informando sobre los despidos y, si bien muchos trabajadores entienden que la actual situación macroeconómica empuja a sus empresas a tomar medidas drásticas y a prescindir de ellos, otros muchos critican las formas en las que esos despidos se están realizando.

En esta línea, el teletrabajo y la pandemia han dejado casos paradigmáticos sobre cómo afrontar los despidos colectivos.

En diciembre de 2021, la empresa estadounidense Better.com despidió a 900 trabajadores a través de una videollamada de Zoom. "Si estás en esta llamada, eres parte del desafortunado grupo que está siendo despedido", comunicó entonces el CEO, Vishal Garg, a sus trabajadores. "Su empleo aquí ha terminado. Con efecto inmediato". 

Otro caso muy sonado fue el de la empresa también norteamericana Carvana, que despidió a 2.500 trabajadores mediante llamadas grupales de Zoom o vía email, ante el estupor de sus propios trabajadores.

La fintech Klarna también recurrió un modus operandi similar cuando su CEO emitió un mensaje pregrabado a sus empleados anunciando el despido de 700 personas (el 10% de su plantilla global) y tras el cual los trabajadores tuvieron que esperar 48 horas para saber si el recorte les afectaba. 

Pero, en todos estos casos, estamos hablando de algo muy diferente al despido: la comunicación de crisis. 

"Estos despidos son un problema de manejo de crisis. Si te contratan en remoto y siempre eres un humano remoto, esas son las condiciones desde el principio. Citarte en la oficina para despedirte no tiene sentido", apunta en una entrevista con Business Insider EspañaClaudia Cárdenas, directora regional de Talent 4process y LinkedIn Top Voices.

Pero el formato telemático se impondrá y los CEO y responsables de recursos humanos tendrán que aprender a lidiar con ello.

"Ahora bien, no hay por qué maltratar a la gente por Zoom. Tienen que evitar todos estos puntos de fricción, adelantarse a qué viene, cómo lo anuncias y cómo lo vas a llevar a cabo. En Google, Microsoft y LinkedIn despiden gente. Pero ¿cómo lo manejan? Esa es la diferencia", añade.

La mejor forma de hacerlo es personalizada, de forma individual, aunque sea en remoto, donde se expongan los motivos, se brinde apoyo y se ofrezca formación para encontrar de nuevo trabajo, según Javier Puebla, CEO y fundador de Talentoo.

Los despidos por Zoom es hacia donde vamos

La mayoría de las destituciones masivas se están dando en un sector en el que el trabajo en remoto es el modelo por excelencia. Al final de la jornada, esta nueva forma de trabajo obliga a muchas empresas a despedir a sus empleados de la misma manera.

"La época de teletrabajo que estamos viviendo supone hacer cambios en los procesos de contratación y despido de los trabajadores. Hacerlo de forma colectiva a través de plataformas cómo Zoom o Teams es hacia donde vamos", reconoce Puebla.

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Cuando juegas en remoto, tienes que saber que tiene sus implicaciones negativas, que se trasladan durante toda la experiencia del empleado hasta su salida.

"Es inhumano hacer un despido por Zoom y es inhumano trabajar 365 días vía Zoom. Los trabajos, como mínimo, deberían ser híbridos", apunta Bernat Farrero, cofundador de Factorial y fundador y CEO del fondo de inversión para startups Itnig.

"No es fácil hacer un despido colectivo y menos cuando tienes a la gente esparcida por el mundo y en remoto. No me gustaría estar en los zapatos de estos CEO", agrega.

En España no es tan fácil despedir

Muchos de los trabajadores despedidos con los que ha podido hablar Business Insider España en los últimos meses se quejan de 2 cosas ante estas prácticas de Recursos Humanos: la deshumanización que supone ser despedido en grupo, sin que un jefe directo te comunique las razones de por qué eres tú exactamente el que sale, y la poca comunicación y transparencia con la que se están gestionando estos procesos. 

En el caso de España, uno de los sectores que más ha sufrido la ola de despidos es el de los envíos ultrarrápidos, donde empresas como Getir, Gorillas y Gopuff llegaron a nuestro país hace justo un año y, apenas unos meses más tarde, han prescindido de gran parte de su plantilla.

Sin embargo, en nuestro país, realizar un despido masivo no es tan sencillo. 

"Se pueden hacer, pero tiene que haber una comunicación individualizada previa, de la que quede constancia de envío. El problema aquí no es tanto la comunicación, sino cómo afecta al convenio si el despido representa una masa significativa del empleo", explica Farrero.

La ley obliga a las empresas a llevar a cabo un procedimiento de despido colectivo —antes denominado ERE (Expediente de Regulación de Empleo)— si la extinción de contratos afecta en un periodo de 90 días a más de 30 trabajadores en empresas de más de 300 empleados.

El despido colectivo es un procedimiento utilizado por las empresas para recortar personal por cuestiones económicas, técnicas, organizativas o de producción, y tiene una serie de requisitos. Uno es abrir un período de consulta con los representantes de los trabajadores para negociar esos despidos y otro es poner en conocimiento de la autoridad laboral dicha decisión.

Por esta razón, llevar a cabo un ERE es un procedimiento largo y a veces muy costoso para la empresa, ya que en la negociación colectiva los trabajadores pueden exigir mayores compensaciones que si esa negociación es individual.

El ejemplo del sector de los ultrarrápidos sirve para ilustrar esta situación. 

Mientras empresas como Gopuff o Gorillas ya han iniciado sus respectivos procesos de despido colectivo, Getir, en cambio, ha optado por despedir a sus trabajadores mediante ceses disciplinarios y de manera individual, algo que los propios afectados han denunciado y recogió en exclusiva Business Insider España.

Los propios trabajadores de la empresa de reparto aseguran que algunos fueron despedidos en reuniones de Zoom o Teams y otros fueron convocados en un espacio de coworking fuera de las oficinas centrales, para donde se les comunicó el despido.

"No podemos perder el lado humano y delicado que supone terminar una relación laboral, con las consecuencias fatales que puede tener para los afectados", señala Puebla, de Talentoo.

"Es la realidad de las burbujas; cuando algo se revaloriza mucho, afecta a toda la cadena. Es un buen momento para que la gente empiece a valorar más las empresas en las que entra a trabajar, a las que le da su vida. No es solo lo que vayas a ganar", concluye Farrero.

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