Elon Musk sigue sin responder a la gran pregunta sobre X

Katie Notopoulos
| Traducido por: 
Elon Musk

Slaven Vlasic/Getty Images

  • Elon Musk dijo el miércoles que los anunciantes que están abandonando X pueden irse "a la mierda".
  • Sin embargo, esquivó las preguntas sobre si vendería X o utilizaría su propio dinero para mantenerla en funcionamiento. 
  • Con la caída de los ingresos por publicidad en la antigua Twitter, el final podría estar cerca. Pero, ¿qué significará eso?
Análisis Faldón

Lo más notable que dijo Elon Musk durante su intervención esta semana en las conferencias DealBook organizadas por The New York Times fue un improperio, que pronunció repetidamente, contra los anunciantes.

Fue chocante (y no sólo por el uso de palabrotas).

La gran pregunta que queda en el aire tras la entrevista fue: ¿Qué pasará ahora con X?

Después de que Musk dijera que un anunciante que amenazara con boicotear X debería —vale, lo diremos sólo una vez— "irse a la mierda", Andrew Ross Sorkin preguntó a Musk si utilizaría su propio patrimonio personal para mantener X a flote. Musk no respondió directamente, pero dijo: "Si la empresa fracasa por el boicot de los anunciantes, fracasará... y desaparecerá".

Musk no respondió a la otra pregunta clave que le hicieron: "¿Hay alguna parte de ti que diga: 'Quizá debería vender [X] o cederlo?". Teniendo en cuenta que aparentemente no es más que un dolor de cabeza para él.

En su lugar, Musk salió en defensa de su reciente y polémico tuit en respuesta a una teoría conspiranoica antisemita.

Entonces, ¿podría Musk simplemente abandonar X? Si es así, ¿cuál es su estrategia de salida?

X parece estar en serios problemas. Ya lo estaba, y ahora está aún peor.

Nadie sabe si la consejera delegada Linda Yaccarino será capaz de salvar parte de los ingresos de los anunciantes. Los anunciantes ya han huido de X. Y es cuestionable incluso que se quede mucho más tiempo.

Al parecer, Yaccarino ha recibido mensajes de texto de directivos del sector publicitario aconsejándole que renuncie antes de que arruine definitivamente su reputación. Otro rumor dice que el personal de ventas de publicidad X está presentando sus renuncias.

Resulta difícil imaginar que Yaccarino pueda tener éxito después de lo que Musk dijo el miércoles.

Si Musk no está dispuesto a echar mano de sus propios bolsillos —y no dijo exactamente que no lo haría; ya lo hizo en el pasado para Tesla—, ¿cómo seguirá el antiguo Twitter funcionando un año más u otros cinco?

¿Qué pasaría si la empresa fracasara, como él mismo dijo? ¿Simplemente... cerrará?

Existe la teoría de que Musk está saboteando en secreto a X para reducir su deuda, algo parecido a quemar un restaurante en quiebra para cobrar el seguro. Mi opinión personal es que esa teoría se parece un poco más a una partida de ajedrez en 4D que a la versión más simple y probable: Musk es sencillamente pésimo gestionando una red social y le falta autocontrol para no decir estupideces.

La gente ha estado diciendo que "Twitter está muerto" desde los días posteriores a que Musk se hiciera cargo. Parece como si hubiera un réquiem cada pocos meses, cuando parece que se clava un nuevo clavo en el ataúd.

Pero la plataforma sigue funcionando, la gente la sigue utilizando y yo la consulto 18 veces al día.

Esta vez, parece que el final se acerca de verdad, y pronto. Lo que no sabemos -y Musk no sabría responder- es cómo podría desarrollarse esta etapa final.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.