La falta de transparencia en los proyectos de vacunas de Rusia y China dificultará su llegada a Europa

Vacuna contra el COVID-19
  • La carrera por conseguir la vacuna contra el nuevo coronavirus parece haber desatado una guerra entre países para asegurarse la vacuna. 
  • La Unión Europea, Estados Unidos y Reino Unido están cerrando contratos millonarios con farmacéuticas para reservar dosis en caso de que la vacuna funcione. 
  • Sin embargo, parece que los países occidentales se están manteniendo alejados de las vacunas de China y Rusia, a pesar de que son las que han anunciado estar listas primero. 
  • La falta de transparencia en los procesos de desarrollo hace que estas vacunas no vayan a comercializarse en la UE. Al menos por ahora. 
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La carrera por conseguir la vacuna contra el nuevo coronavirus ha forzado una cooperación internacional entre científicos sin precedentes. Sin embargo, con el paso del tiempo también parece haberse convertido en una especie de guerra fría entre países que luchan por asegurarse la vacuna para sus poblaciones. 

Desde que los proyectos más prometedores empezaron a despuntar, los gobiernos han hecho todo lo posible por garantizar la reserva de la vacuna.

El 17 de mayo, Reino Unido invirtió 70 millones de euros en el programa de vacunas de Oxford a cambio de 30 millones de dosis. El 21 de mayo, Estados Unidos aseguró 300 millones de dosis de la misma vacuna después de firmar un acuerdo de casi 1.100 millones de euros con AstraZeneca. El país también ha firmado un contrato por valor de 1.500 millones de dólares con Moderna para adquirir 100 millones de dosis.

El 15 de junio, Alemania, Francia, Italia y los Países Bajos firmaron un acuerdo con AstraZeneca por 400 millones de dosis para finales de 2020.

Y el 17 de junio, la Unión Europea lanzó su Estrategia Europea de Vacunas para asegurarse de que todos en el bloque tengan acceso a una inoculación. En ella se han destinado 2.050 millones de euros y la semana pasada la Comisión Europea cerró un acuerdo con AstraZeneca por 300 millones de dosis que se podrían ampliar con otros 100 millones más. 

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Rusia y China podrían ser las primeras, pero Occidente no apuesta por sus vacunas 

Mientras tanto, China y Rusia también anunciaban avances en sus vacunas. Rusia, en concreto, ha confirmado que el primer lote de vacunas contra el COVID-19 estará listo para su aplicación en personal sanitario en una semana, lo que lo convierte en el primer país en desarrollar una vacuna contra el virus. 

Sin embargo, el anuncio ha despertado críticas de parte de la comunidad científica, temerosa de lo rápido que Moscú ha aprobado el medicamento. 

La vacuna rusa aún no ha completado sus pruebas finales, tiene alrededor de un 10% de éxito en ensayos clínicos y algunos científicos temen que Moscú esté poniendo el prestigio nacional por encima de la seguridad, según ha adelantado Reuters.

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Críticas similares está recibiendo China, cuya empresa más prometedora, CanSino, ha registrado recientemente la patente para su vacuna probada entre sus militares. Sin embargo, todo lo que se sabe de su candidato está recogido en un pequeño estudio científico publicado en The Lancet. 

Los procesos de aprobación de vacunas en estos países son opacos y parece que los gobiernos occidentales están optando por cerrar contratos con sus propias empresas. 

El ministro de salud alemán llegó a asegurar que la nueva vacuna contra el coronavirus de Rusia no ha sido probada adecuadamente y el doctor Anthony Fauci también afirmó que "duda seriamente" de que Moscú haya desarrollado una vacuna segura y eficaz que esté lista para su uso. 

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