Los fondos europeos llegarán en el segundo trimestre: España se endeudará para anticipar el gasto

A falta de que la Unión Europea dé su visto bueno definitivo al reglamento del Fondo de Recuperación y Resiliencia contra el impacto económico de la pandemia de coronavirus, los 27 estados miembros siguen preparándose para asumir los compromisos que conlleva el reparto de estas ayudas europeas. Así, los Gobiernos deben presentar calendarios de reformas y proyectos para recibir esa financiación para recibir el visto bueno de Bruselas.

Sin embargo, la llegada de estos fondos no será inmediata. Si bien a finales de 2020 se preveía que el tramo correspondiente a este año de los fondos europeos de recuperación no comenzaría a desembolsarse hasta mediados de año, el primer anticipo las ayudas europeas podría llegar a España durante el segundo trimestre, segúnLa Información, debido a los retrasos en la puesta en marcha de esta medida por el veto de Polonia y Hungría.

De hecho, el intento de bloqueo por parte de Varsovia y Budapest no consiguió frenar la puesta en marcha de los fondos europeos de recuperación, cuyo presupuesto está finalmente valorado en 1,8 billones de euros, pero sí demorar su calendario de aprobación. Ese retraso se ha trasladado a la puesta en marcha del reglamento que establece las condiciones del reparto, que debe ratificarse en los parlamentos de los 27 para entrar en vigor.

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España recibirá 27.000 millones de euros en ayudas a fondo perdido de la UE en 2021, de un total de 72.000 millones de euros en trasferencias que han sido asignados al país por parte de Bruselas. La fecha de llegada de los primeros fondos comunitarios a España implica que el Estado deberá  endeudarse para hacer frente a los gastos que preveía costear con las ayudas de la UE, según La Información.

Esos 27.000 millones ya habían sido incluidos en los Presupuestos Generales del Estado para 2021 y comprometidos a varias partidas de gasto, lo que explica que España deba recurrir a un mayor volumen de deuda soberana para anticipar ese dinero. Y todo ello, en un momento en el que los niveles de deuda soberana, al igual que la deuda corporativa, se han disparado a consecuencia del coronavirus, hasta cerca de un 120% del PIB en España.

Tras ese adelanto, España y el resto de sus socios europeos comenzarán a recibir las ayudas comunitarias, siempre que la Comisión Europea dé su visto bueno al desembolso de fondos, que estará condicionado a aplicar reformas y cumplir sus condiciones. En caso de que Bruselas determine que un país no ha cumplido esas condiciones, se le suspenderá la entrega de transferencias y posteriormente el país podrá apelar ese dictamen.

Además, el reglamento comunitario establece que, si un estado miembro no aplica a su legislación las recomendaciones de la CE durante el plazo de 6 meses en el que se le retienen los fondos de recuperación, Bruselas reducirá el volumen de financiación que corresponde a ese país, según La Información, que asegura que esta normativa está prácticamente lista para aprobarse.

En España, el Gobierno ya ha anunciado que repartirá las ayudas priorizando los proyectos centrados en transformación digital o en energías renovables, que junto con la cohesión social y territorial y la igualdad de género son los ejes del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Economía Española que el Ejecutivo presentó a finales de octubre.

Según los planes del Ejecutivo, un 17,1% de los fondos comunitarios irán a parar a industria, pymes y modernización del turismo, un 16,5% a ciencia, innovación y salud, un 12,2% a infraestructuras y ecosistemas resilientes y un 8,9% a la transición energética. Además, las empresas están presentando sus propuestas para optar a estas ayudas, como Telefónica, Iberdrola o Seat, entre otras.