Ford tira la toalla en China: "No hay garantías que indiquen que las empresas occidentales puedan ganar"

La guerra entre las marcas chinas y las occidentales cada vez es más cruenta. Ahora, la batalla se ha trasladado al país asiático, donde los fabricantes europeos ven que tienen las de perder. El primero en mover ficha ha sido Ford, que acaba de anunciar que va a reducir sus inversiones ante la dura competencia asiática. 

Según publica Financial Times, Jim Farley, CEO de Ford, ha tomado esta decisión al comprobar que "no hay garantías" de que los fabricantes occidentales puedan vencer a sus rivales locales en el sector de los vehículos eléctricos. 

Ante esta realidad, señala que "arriesgará menos capital" centrándose en los vehículos comerciales, como las furgonetas de reparto, y utilizará el mercado como "puesto de escucha" para comprender mejor la tecnología de las baterías.

"Si nos limitamos a reinvertir en un nuevo ciclo de vehículos eléctricos en China, no hay garantías ni datos que indiquen que las empresas occidentales vayan a ganar", afirma Farley. Además, asegura que la ventaja de las marcas europeas son los coches tradicionales, mientras que el pastel de los eléctricos se lo reparten BYD, Tesla, Great Wall, SAIC y Changan. 

Lo cierto es que en los últimos años, los fabricantes de coches eléctricos han ido comiéndoles terreno a los tradicionales en un campo relativamente nuevo gracias a sus bajos precios. Algunos de los que más amenazados tienen sus beneficios son Volkswagen, Mercedes-Benz o General Motors. 

Precisamente, ante esta situación, hay quienes han tomado la opción de Ford y otros, como VW, que han decidido aumentar sus gastos en China para tratar de recuperar cuota de mercado. "Llevamos un par de años analizando detenidamente nuestro negocio en China y ahora hemos decidido cuál va a ser nuestra estrategia, y será una inversión mucho menor, una inversión más centrada", afirma Farley.

A pesar de este recorte, que aún no se sabe si también será de personal, Ford afirma que no saldrán de China, entre otros factores, porque las baterías y la tecnología de estos nuevos coches está allí. Hasta la fecha, la compañía tiene 8 plantas en el país a través de empresas conjuntas. Todas ellas han reducido su cuota de mercado desde 2016.

La decisión tomada por Ford tampoco es nada nuevo. En Europa ya ha lanzado estrategias similares como el recorte de producción del Fiesta, centrándose en vehículos con mayor margen de beneficios. Además, también está pensando qué hacer con el procesamiento del litio, "lo más valioso de la cadena de suministro".