Esto es lo que ganaba en Google, Meta y LinkedIn, y la razón por la que al final dejé mi empleo con un sueldo de 175.000 euros

Este artículo está basado en una conversación con Mitchie Nguyen, antigua responsable de marketing de productos en Google y Meta, sobre cómo han evolucionado sus salarios en 6 años de trayectoria. La conversación ha sido editada por razones de claridad y extensión.

He pasado 6 años trabajando en el sector tecnológico en empresas como LinkedIn, Meta y Google.

En la universidad estudié Sociología y Medios de Comunicación. No tenía ningún contacto previo con el sector, ni siquiera con el mundo empresarial, y no sabía lo que quería hacer después de la universidad.

Me costó mucho convencer a las compañías para que se interesasen por mí con mi grado en Sociología, sobre todo para los puestos que yo buscaba. Lo normal es que busquen estudiantes de empresariales o informática.

Finalmente, decidí fundar un club en la universidad llamado Diversatech, un grupo de consultoría tecnológica que reunía a estudiantes de todas las carreras para que adquiriesen experiencia en empresas como Google, LinkedIn o Figma.

Esta asociación fue el proyecto paralelo en el que trabajé y me ayudó mucho a destacar. Demostré que podía construir algo de cero y, en última instancia, me ayudó a conseguir un puesto en LinkedIn después de la universidad.

Para haberme acabado de graduar, LinkedIn no era la mejor oferta que recibí. Acepté un sueldo menor con la esperanza de que si LinkedIn aparecía en mi currículum me abriría más puertas en el futuro. Creo que la apuesta valió la pena, porque fue mucho más fácil pasar las cribas de currículum y las rondas de entrevistas. Es probable que me ayudase a conseguir una oferta de Google en menos de un año.

Cuánto dinero gané trabajando en el sector

LinkedIn: programa de liderazgo empresarial, asociado de Ventas. Salario base de 50.981 dólares (unos 45.600 euros) + bonificación anual por objetivos de 17.000

Después de graduarme en el 2017, me uní al programa de liderazgo empresarial de LinkedIn, que es un programa rotativo. Primero, trabajas en operaciones con clientes y luego pasas un par de meses en reclutamiento. Al final, la persona se convierte en representante de desarrollo de Ventas.

Me gustaba la empresa y su misión, pero no me apasionaban las ventas: quería probar algo más estratégico, como el marketing de productos. Así que empecé a mirar ofertas.

Google: directora asociada de marketing de productos. Salario base de 81.500 euros + objetivo de bonificación anual del 15% + paquete de acciones de 57.000 euros concedido en 4 años

Me incorporé al programa de marketing de productos asociado de Google, donde me enamoré del marketing de productos. Cuando estuve allí, era un contrato de 2 años y medio: la primera rotación era de 18 meses y la segunda de 12.

Mi primera rotación fue en programas y eventos globales para Google Cloud. Pude viajar a 10 países al año, entre ellos Japón, Austria, Australia, Italia y España. Me sirvió para aprender a dirigir una empresa en cada zona geográfica y a tener en cuenta sus culturas y sus normas específicas.

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Durante la segunda rotación, me incorporé al equipo de privacidad como gestora asociada de marketing de productos. Este puesto me encantó porque pude aprovechar mi formación en Sociología y estudios de comunicación para entender cómo podíamos crear productos tecnológicos más responsables, que respetasen la privacidad de las personas, algo cada vez más importante en aquel momento.

Meta: directora de marketing de producto. Salario base de 134.000 euros + 13.400 de bonificación por objetivos + 71.000 en 4 años de paquete de acciones + 17.000 de bonificación por incorporación

En 2020, Meta —la matriz de Facebook— se puso en contacto conmigo para formar parte de su equipo de marketing de productos de privacidad para sus nuevos productos de realidad aumentada y realidad virtual. Presenté mi solicitud y conseguí el puesto, lo que me permitió participar en el desarrollo de los primeros productos. Negocié de forma agresiva el salario y también conseguí un ascenso.

Poco después de incorporarme a Meta, me sorprendió recibir otro ascenso.

Durante mi etapa en la organización asumí varias funciones, empezando por crear el equipo de marketing de productos de privacidad para productos de realidad aumentada y realidad virtual. Fue una época emocionante, ya que la realidad virtual estaba ganando popularidad a causa de la pandemia y de que la gente se quedase en casa.

Tuve la oportunidad de estar a la vanguardia de una tecnología emergente y de trabajar en el desarrollo de algunos de los primeros productos realmente interesantes.

Después, decidí seguir los pasos de un respetado directivo y me sometí a un traslado interno a un nuevo equipo. Este puesto se convirtió en un "mini MBA" personal, ya que adquirí amplios conocimientos sobre aspectos del negocio, como la hoja de ruta de productos a largo plazo, las ventas y la gestión de categorías.

Me incorporé a Facebook con un salario base de 134.000 euros en noviembre de 2020 y cuando me fui, en junio de 2023, mi sueldo era de 175.000.

Me importa más la profundidad de la experiencia que los aumentos salariales

Mucha gente habla de las mejoras salariales como una ventaja para cambiar de trabajo. Sin embargo, la razón y motivación número 1 para mí siempre ha sido adquirir una amplia experiencia.

Cuando empiezas tu carrera, es importante explorar puestos y generar una red de contactos en nuevas empresas. A través de todos estos trabajos, adquirí confianza y aptitudes, desde ventas hasta marketing de productos. Por eso dejé mi trabajo en Meta para poner en marcha mi propia startup de economía de creadores de contenido.

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Algunos pueden pensar que marcharse durante una recesión económica es una locura, pero yo quería utilizar mis conocimientos para intentar algo por mi cuenta.

Siempre puedo volver a la industria tecnológica si mi startup no funciona. Gracias a la búsqueda de trabajo, las inversiones, los proyectos paralelos y un poco de suerte, no tengo prisa por volver al mundo corporativo, así que todavía no tengo un plazo fijo.

En el peor de los casos, acabaré encontrando trabajo en otra firma tecnológica, pero si las cosas no se tuercen, eso no ocurrirá a corto plazo.

No pasa nada si no te gustan tus primeros trabajos

No es necesario acertar a la primera. Cambiar de empleo me ayudó a darme cuenta de lo que me gustaba y lo que no, y en función de eso hice los cambios necesarios en mi carrera.

Me di cuenta de que a los 20 años era el momento de explorar funciones y sectores. Nuestras carreras abarcan más de 40 años, así que quise aprovechar al máximo la oportunidad de explorar; creo que cuanto más avanzas en tu carrera, más difícil es dejarlo y dedicarte a otra cosa.

Cuando eres más veterano, la empresa valora más la profundidad y la progresión. Quieren ver que puedes quedarte a largo plazo.

Si tuviese que resumir lo más importante que he aprendido en mis 6 años de carrera, sería que no hay que tener miedo a los cambios y arriesgarse: hay que confiar en que todo saldrá bien.