20 años de LinkedIn, la gran red social profesional: así se prepara para un futuro dominado por la IA

Nacido en Palo Alto (California, Estados Unidos), meca del emprendimiento tecnológico, Reid Hoffman fundó su primer negocio cuando cumplió los 30 años de edad. Se llamaba SocialNet y el propio Hoffman explicaba hace unos años que "se centraba en las citas online y en poner en contacto a personas con intereses similares, como golfistas que buscaban pareja en su barrio".

La idea era totalmente rompedora y hoy se entiende como uno de los primeros intentos de crear no ya una web de citas, sino una red social tal y como se entienden ahora: Hoffman fundó SocialNet en 1997, mucho antes de que Zuckerberg lanzase Facemash (2003), el prototipo de Facebook, o de que llegase Tinder (2011). 

Sin embargo, fue un fracaso absoluto: en su primer mes de vida, solo consiguió 2 clientes.

Dos años después decidió abandonar el proyecto para unirse a la aventura que había iniciado un viejo amigo suyo de la Universidad de Stanford: Peter Thiel, uno de los cofundadores —junto a un tal Elon Musk— de PayPal y una de las personas clave que explican la evolución de los últimos 30 años en Silicon Valley.

Hoffman entró en PayPal como vicepresidente ejecutivo. “Era el bombero jefe en PayPal”, declaraba Thiel años más tarde, haciendo alusión a todos los fuegos que tenía que apagar. Sofocando esos incendios se hizo multimillonario, después de que la empresa saliese a bolsa en el 2002. Meses después eBay compró la compañía y una vez más llegó el momento de hacer las maletas.

Invirtió parte del dinero ganado con PayPal en montar su siguiente empresa, LinkedIn, que fundó en diciembre de 2002 junto a 2 excompañeros de SocialNet. La plataforma se puso oficialmente en marcha el 5 de mayo de 2003 —hace hoy 20 años— y no lo tuvo nada fácil: en aquella época parecía que la carrera la acabaría ganando Friendster, hoy desaparecida.

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"Una de las cosas en las que pensaba cada semana era: '¿Qué pasa si no lo conseguimos? ¿Cómo podemos morir con dignidad?”, confesaba hace años Hoffman. LinkedIn tardó 5 años en conseguir sus primeros beneficios, pero luego vino la explosión de usuarios —millones de personas buscando empleo tras la Gran Recesión— y su éxito total. 

En 2011 salió a bolsa y en 2016 acabó siendo comprada por Microsoft por 26.200 millones de dólares en una de las grandes operaciones de la historia del sector tecnológico. Hoy tiene 930 millones de usuarios —más que TikTok, al menos por ahora— en 200 territorios de todo el mundo.

En estos 20 años, LinkedIn ha cambiado considerablemente, dejando de ser una plataforma pensada para generar una red de contactos y pasando a ser un red social en la que se pueden escribir artículos de actualidad, retransmitir vídeos en directo o asistir a cursos para impulsar tu propia carrera profesional.

Por el camino ha tenido que afrontar retos significativos, como la adopción de un servicio de suscripción (LinkedIn Premium), la salida a bolsa del año 2011 (convirtiéndose así en la primera red social en cotizar en ese mercado) o la caída bursátil que experimentó en el año 2016 y que la sumieron en una crisis que condujo a la venta de la compañía por 26.200 millones de dólares a Microsoft.

"En 2003 teníamos 45.000 miembros (...), 20 años después pasamos de los 930 millones"

Ángel Sáenz de Cenzano lleva 3 años y medio al frente de LinkedIn España y Portugal y asegura que en estos 20 años la red social ha cambiado mucho, pero se ha mantenido fiel a la visión original de sus fundadores: "Dar oportunidades económicas para los miembros de la fuerza laboral global. Esa es la visión que teníamos y seguimos teniendo".

El directivo hace referencia al incremento del número de miembros que ha acompañado a esa visión empresarial. "En 2003 teníamos 45.000 miembros en la plataforma, que fue un buen arranque, fundamentalmente en el entorno de Silicon Valley, y 20 años después pasamos de los 930 millones a nivel mundial".

Hace 20 años, la red social se configuró como una plataforma digital en la que se alojaban perfiles profesionales que se conectaban entre sí. Con el paso del tiempo, LinkedIn se ha convertido en un marketplace de conocimiento, en el que "profesionales y empresas ofrecen valor a través del contenido", explica Sáenz de Cenzano.

"Eso también ha ido animando a las compañías a estar más presentes, a entender nuestra red como un sitio fiable y seguro en el que exponer su marca y su filosofía", afirma el CEO de LinkedIn España y Portugal. 

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Estos cambios se han ido produciendo a la par que variaba la situación económica y la dirección corporativa de LinkedIn. En 2007 se produjo un punto de inflexión cuando Reid Hoffman, quien había ejercido como CEO desde la fundación de la empresa, cedió su puesto a Dan Nye, un ejecutivo que procedía de la firma de software empresarial Intuit. El cofundador de LinkedIn volvió a ocupar el cargo de consejero delegado a finales de 2008, pero finalmente cedió el testigo a Jeff Weiner, un antiguo empleado de Yahoo. 

En 2011, Weiner logró lanzar la compañía a bolsa, convirtiéndose así en la primera red social en dar este importante salto. Sin embargo, en 2016 las acciones de LinkedIn cayeron más de un 40% tras una presentación de resultados que se quedó muy por debajo de las previsiones de Wall Street. La organización perdió 11.000 millones dólares en un solo día y acabó siendo adquirida por Microsoft. 

Las skills obligan a un cambio de mentalidad

"A partir de 2016 la compañía se une a Microsoft, lo que le da unas capacidades tecnológicas, y de solvencia y de tamaño amplias", comenta Sáenz de Cenzano, refiriéndose a la compra de Microsoft, que hasta hace poco se había establecido como el acuerdo tecnológico más grande de la historia.

El responsable de LinkedIn España también alude a la compra de Lynda.com, una web de aprendizaje digital que la red social adquirió por aquel entonces. "La plataforma también es un sitio donde los profesionales quieren crecer en conocimientos y en capacidades", apunta Sáenz de Cenzano, refiriéndose a la integración de este tipo de servicios.

Estos movimientos corporativos plantean toda clase de retos, más si se tiene en cuenta que el crecimiento de LinkedIn hasta el momento ha sido exponencial. "Incorporamos 3 nuevos miembros cada segundo (...) y aspiramos a pasar la barrera de los 1.000 millones para finales de este año, principios de 2024", indica el consejero delegado. 

"La plataforma es vibrante y vive y crece a través de los miembros y de las empresas", expresa Sáenz de Cenzano. "Nosotros dinamizamos, intentamos ofrecer servicios, funcionalidades, capacidades, pero al final es una red social profesional, con contenido profesional, pero con carácter social, donde sus miembros son los que tienen la capacidad de aportar ese valor".

En ese sentido, argumenta el ejecutivo, uno de los principales retos que afrontan en la actualidad es el cambio de mentalidad que implica pasar de valorar a los trabajadores conforme a su formación académica y su experiencia profesional para valorarles en base a sus capacidades personales o skills.

"Es la forma de ayudar a las empresas encontrar el talento que ahora les cuesta encontrar", asegura. "Al final, si no nos ceñimos a parámetros y a características de la trayectoria pasada, sino a posibilidades de capacidades y de contribución futura, abrimos esas posibilidades profesionales de una forma mucho más decisiva".

Otro reto que identifica el CEO es la transversalidad, es decir, lograr que en la plataforma haya profesionales que no pertenezcan a los sectores que siempre han estado en LinkedIn (como el tecnológico). "Agricultura, sanitario, sector audiovisual, mundo del deporte… Sectores que han estado menos representados, ahora empiezan a encontrar un sitio donde cumplir sus objetivos".

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"Llevamos mucho tiempo apostando por las capacidades de la IA; ahora se ha hecho más presente en la conversación"

Con respecto a los desafíos a futuro que afronta LinkedIn en su vigésimo aniversario, grosso modo se pueden identificar 2: la proliferación de las cuentas falsas y el auge de la inteligencia artificial generativa.

Business Insider España ya constató hace unos meses que en la red social existían una serie de perfiles falsos que intentaban estafar a los más de 52 millones de empleados que buscan trabajo en LinkedIn cada semana. La empresa podría estar haciendo pruebas con un sistema de verificación de cuentas para intentar paliar este problema, pero todavía queda por ver cómo se soluciona.

"Es una lucha constante", afirma Sáenz de Cenzano. "No lo llamaría ni lucha, es hacer nuestro trabajo. Nuestro trabajo consiste en curar el contenido de la red y en depurar las posibles imperfecciones en forma de perfiles falsos, perfiles duplicados… incluso perfiles caducos. (...)".

El directivo señala que disponen de mucha tecnología que les ayuda en la identificación de "estas imperfecciones". Además, defiende que no externalizan esta labor, sino que se responsabilizan "de principio a fin". "Como cualquier otra plataforma, estamos expuestos a todo tipo de ataques y actividades de este tipo y, sinceramente, no esperamos que vayan a cesar".

Aun así, no se plantean cobrar a los usuarios por ofrecerles un sistema de verificación de cuentas, como sí que han anunciado compañías como Twitter o Meta (matriz de Facebook). "La verificación la hacemos de facto, es decir, nuestras cuentas no son anónimas, son nominales, por lo que cualquier cuenta que entendamos y detectemos que no es real, que no responde una persona, la eliminamos".

En relación al reto que quizá sea más importante para LinkedIn en el futuro, la llegada de la inteligencia artificial, el CEO de LinkedIn España y Portugal sostiene que "ahora es cuando más se está hablando de ello", pero no cuando más están apostando por ella. "Llevamos mucho tiempo apostando por las capacidades de la IA, lo que pasa que ahora se ha hecho más presente en la conversación".

Sáenz de Cenzano explica que siempre han necesitado de un buen algoritmo para ofrecer contenidos relevantes a los usuarios y candidatos relevantes a las empresas. "Evidentemente, el hito de la integración del grupo Microsoft en 2016 nos dio una capacidad de acceso a tecnología superior incluso a la que teníamos", apunta.

En las últimas semanas, LinkedIn ha presentado una serie de herramientas de inteligencia artificial que van a permitir al usuario, por ejemplo, generar automáticamente una descripción personal en función de las habilidades y las capacidades que más destaquen en su perfil. 

"Hemos lanzado esas funcionalidades y seguiremos lanzando más, somos muy conscientes de que la IA lleva tiempo cambiando cómo suministramos nuestros servicios y lo seguirá haciendo", valora el ejecutivo. "Estos próximos 2 o 3 años van a ser el arranque del uso masivo de la inteligencia artificial y, a partir de ahí, iremos viendo cuáles nos requieren nuestros miembros y las intentaremos incluir".

Tras estos 20 años, LinkedIn apuesta por seguir cumpliendo con su visión y su misión originales: "Nuestra visión de generar oportunidades y nuestra misión de conectar a los profesionales". "A partir de ahí, ser pioneros en el tipo de servicios y de capacidades que vamos a dar a nuestros miembros y a nuestros clientes en forma de empresas", concluye el CEO de LinkedIn España y Portugal. 

"Tampoco sé si puedo hacer mucha más bola de cristal", bromea Sáenz de Cenzano.

"Poder decir que, después de 20 años, la compañía sigue creciendo cada día y seguimos teniendo el lujo de tener un montón de iniciativas, de conversaciones abiertas, de posibilidades, pues creo que nos hace intuir un futuro brillante".