La generación Z abre una nueva era laboral en EEUU: conoce a la generación 'side hustle'

Eve Upton-Clark
| Traducido por: 
La generación Z ya no quiere un trabajo de 9 a 5.
La generación Z ya no quiere un trabajo de 9 a 5.

Tyler Le/Insider

  • Los jóvenes estadounidenses de la generación Z rechazan la meta de tener un trabajo clásico con horario estable para garantizar su estabilidad económica.
  • Además de trabajar para una empresa, dedican parte de su tiempo a ocupaciones secundarias íntimamente relacionadas con sus aficiones e intereses.
  • Esos proyectos paralelos, además de generarles unos ingresos extra cada vez más necesarios a nivel financiero, les pueden abrir nuevas vías profesionales.

A Shola West siempre le costó concentrarse en clase. No supo que tenía dislexia hasta años después de dejar el colegio y siempre pensó que aprendía mejor haciendo cosas que sentada y escuchando. Así que, tras graduarse en el instituto, decidió no ir a la universidad e incorporarse directamente al mundo laboral, entrando en una startup de tecnología educativa. Le gustaba el trabajo, pero enseguida notó que le faltaba algo. "Siento que soy alguien que no puede limitarse a un solo trabajo", confiesa West. 

Para tratar de aprovechar su desbordante energía, decidió convertir su soltura en el mundo laboral en un segundo trabajo. West empezó a organizar talleres y seminarios web para otras veinteañeras que empezaban a trabajar a jornada completa, con el fin de motivarlas y debatir ideas de negocio. 4 años después, su idea sigue funcionando. Además de su trabajo en publicidad y su segundo trabajo de asesoramiento profesional, también ha empezado a colaborar con grandes organizaciones para organizar eventos profesionales.  

West es una de las muchas jóvenes trabajadoras que hacen malabarismos para compaginar todas sus actividades. Las redes sociales están llenas de ejemplos: los jóvenes revenden productos en Amazon, invierten en criptomonedas, venden ropa vintage y crean contenido. Ante la incertidumbre económica y la precariedad del mercado laboral, la generación Z se está poniendo las pilas.  

En los últimos años, cada vez más gente de todas las edades se dedican a otras actividades. Los datos de la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos muestran que el número de pluriempleados ha aumentado en los últimos años y alcanzó su máximo histórico en agosto de 2022. Los más jóvenes son los que más destacan buscándose la vida, al menos en EEUU. En España el número de ocupados con empleo secundario ascendió en 2022 a 527.300 personas, su mayor volumen desde que existen registros y por encima incluso de la anterior crisis, pero no hay datos sobre su edad.

Según una encuesta realizada en 2022 por encargo de Microsoft, el 48% de los encuestados de la generación Z compaginaba varios empleos. Otra encuesta realizada en 2022 por Paychex reveló que cerca de la mitad de la generación Z trabaja en 2 o más lugares, comparados con un tercio de los millennials y los baby boomers. A medida que se incorporan más y más miembros de la generazión Z al mundo laboral, es evidente que buscan alternativas a la jornada tradicional.

Promesas rotas

Mientras que muchos jóvenes estadounidenses suelen tener varios trabajos durante la universidad y al principio de su carrera profesional, la generación Z sigue así después de acabar sus estudios. Santor Nishizaki, fundador y CEO de Mulholland Consulting Group, que ayuda a las organizaciones a aumentar su conciencia generacional, afirma que parte de la propensión de estos jóvenes a los side hustles, un término que se refiere a estos segundos trabajos u ocupaciones que suelen estar muy relacionados con las aficiones e intereses de cada uno, se debe a preocupaciones económicas. 

La encuesta a la generación Z y millennial 2022 de Deloitte reveló que un tercio de los Z encuestados se preocupa por el coste de la vida por encima de cualquier otra cosa, el 45% vive al día, y más de una cuarta parte señala que dudan de que se jubilarán cómodamente. Y una encuesta mundial realizada en febrero por Kantar, una empresa de análisis de datos, descubrió que el 40% de los trabajadores de la generación Z combinan al menos 2 puestos para cubrir sus gastos básicos.

Pero las dificultades económicas actuales son solo la punta del iceberg: al igual que a las generaciones anteriores, a la Z se le vendió la idea de que si encontrabas un buen trabajo y te esforzabas, tendrías tu recompensa

Pero las dificultades económicas actuales son sólo la punta del iceberg: al igual que a las generaciones anteriores, a la generación Z se le vendió la idea de que si encontraban un buen trabajo y se esforzaban, cosecharían los frutos. Pero después de ver morir ese sueño para los millennials, la generación Z no se traga lo que considera un contrato social roto. "Muchas veces la progresión es lenta, y la gente se siente muy mal pagada", dice West. "Hay muchas noticias negativas en este momento en lo que se refiere a los trabajos clásicos".

Tras la pandemia y sus consecuencias económicas, la creencia de que el empleo a tiempo completo es el mejor camino hacia el éxito y la estabilidad financiera se ha debilitado, de modo que la generación Z no confía en nadie más que en ellos mismos para asegurar su futuro. "Nuestra cultura tiene en cuenta aquello que hace que el trabajo merezca la pena, no solo que sea necesario", escribió recientemente Erik Baker, historiador y profesor de Harvard.

Al igual que a las generaciones anteriores, a la Z se le vendió la idea de que si encontrabas un buen trabajo y trabajabas duro, tendrías tu recompensa

Según estimaciones de Laurence Kotlikoff, economista de la Universidad de Boston, más de la mitad de la generación Z y los millennials podrían llegar a la jubilación sin el ahorro suficiente. Y una encuesta de Freddie Mac reveló que cerca del 34% de los jóvenes Z que participaron no creen que pudieran permitirse comprar una casa. La realidad es que el típico trabajo de 9 a 5 ya no es tan prometedor como antes. "Ha perdido esa credibilidad de 'si haces esto, vas a ascender y podrás comprarte un buen coche, una buena casa y jubilarte'. Ahora, no está garantizado", afirma West.

Proyectos de pasión 

Mientras muchos jóvenes hacen malabarismos con varios trabajos para llegar a fin de mes, los proyectos paralelos son cada vez más atractivos a un nivel más profundo. Al liberarse de la rutina corporativa, la generación Z ha utilizado el trabajo independiente como una forma de recuperar su tiempo y explorar sus propios intereses. 

Mientras que muchos jóvenes hacen malabarismos con varios trabajos para llegar a fin de mes, los "side hustles" son cada vez más atractivos a una escala más profunda. Al liberarse de la rutina empresarial, la generación Z ha utilizado el trabajo autónomo como una forma de recuperar su tiempo y explorar sus propios intereses. "Necesito tener otra cosa que me aporte valor, pasión y propósito", recalca West. "Me he dado cuenta de que, como he cambiado de trabajo varias veces, la pasión y la emoción que obtengo de la actividad extra que realizo es la parte más importante".

Incluso cuando era más joven, Ajla Brama, de 25 años, tenía una vena emprendedora. Cuando iba al instituto, vendía en eBay objetos que no utilizaba en casa y hacía de canguro en su barrio. De adolescente, sabía que no quería trabajar en una empresa cuando fuera mayor. Durante la universidad trabajó en un puesto de marketing corporativo y lo odiaba. "No era para mí", dice. 

En su lugar, Brama se dedicó a lo que le apasionaba: el cuidado natural de la piel. Tras descubrir que muchos productos incluían ingredientes nocivos, decidió fabricar sus propios productos en su dormitorio con ingredientes puros y ecológicos. Tras terminar sus estudios y dejar su trabajo de marketing, dedicó todo su tiempo al negocio, al que llamó Eros Essentials. 

Al cabo de un año, ganaba suficiente dinero como para invertir. Pero en lugar de mover su dinero para rentabilizarlo, como haría alguien de una generación anterior, convirtió su inversión en otro negocio y empezó a publicar consejos de inversión, trucos para ganar dinero y consejos sobre bolsa en TikTok e Instagram. "Creaba contenido sobre la marcha y la cosa despegó", explica. A medida que sus cuentas en las redes sociales crecían, las marcas le hacían ofertas. Brama afirma que sus múltiples actividades le dieron libertad.

Puedes trabajar desde cualquier parte si tienes WiFi

"Es muy fluido, muy liberador. No te atas a un lugar. Puedes hacer esto desde donde quieras si tienes WiFi", comenta.

En su artículo para Harpers, Baker explicaba las razones de esta ética empresarial: "Al crear trabajo a partir de lo que más valoramos, podemos lograr algo que realmente importa. Podemos cambiar el mundo, incluso lograr ser personas".

Nishizaki también ha notado este cambio. La generación Z, dice, "quiere marcar la diferencia". Explica que esto es comparable a la jerarquía de necesidades de Maslow: muchos jóvenes solo intentan cubrir las necesidades más básicas, como la alimentación y la vivienda. Pero una vez cubiertas, "buscar un sentido de pertenencia es importante para esta generación y tener un impacto y una comunidad".

Ser tu propio jefe

Más allá de la libertad financiera y los ingresos que pueden proporcionar los trabajados paralelos, parte del atractivo para la generación Z es que son dueños de su tiempo. Los jóvenes emprendedores ya no están a merced de las grandes empresas que pueden despedirlos o cambiar sus funciones con solo chasquear los dedos. 

Una encuesta realizada por Fiverr reveló que el 67% de los jóvenes de la generación Z que respondieron al cuestionario trabajan como autónomos o tienen previsto hacerlo, y uno de cada 5 hablaba de la insatisfacción que produce trabajar a jornada completa por cuenta ajena.

Otra encuesta realizada por la empresa de alojamiento online WP Engine revela que el 62% de los encuestados de la generación Z tienen su propio negocio o están dispuestos a ponerlo en marcha. Y las redes sociales han facilitado más que nunca la creación de una empresa que puede ser rentable rápidamente. Además, otra encuesta realizada por Bank of America señala que el 72% de los encuestados de esta misma generación declaran tener un negocio secundario, y la mayoría gana entre 500 y 1.000 dólares al mes. 

Nishizaki afirma que estos cambios aspiracionales pueden verse incluso en los miembros más jóvenes de la generación Z. "Cuando yo era pequeño, si preguntabas a un niño qué quería ser de mayor, solía ser bombero o astronauta. Ahora, dicen influencer. Así que la generación Z ha visto que hay otras formas de ganar dinero, incluso de niño, a través de plataformas como YouTube", afirma.

bárabra influencer

Las redes sociales han abierto nuevas oportunidades, y Nishizaki no cree que la trayectoria profesional vaya a ser tan lineal como lo ha sido para las generaciones anteriores. "El acceso a las redes sociales y a otros tipos de recursos, como Coursera, permite ahora a la gente formarse para adquirir más habilidades que les permitan hacer cosas rentables. Así que creo que habrá un montón de nuevas oportunidades", opina.

Brama también cree que la generación Z tiene más opciones sobre la mesa que las generaciones anteriores, y las están adoptando todas. "Es mucho más fácil iniciar un negocio. La gente coge una de sus habilidades, crea oportunidades de trabajo a partir de ellas y gana mucho más dinero de esa manera, que trabajando en una empresa", apunta.

Para West, sus aspiraciones profesionales reflejan esa realidad. "No creo que para tener éxito tenga que ser gerente y luego directora. Prefiero hacer un poco de esto y un poco de aquello y descubrir en qué soy buena y qué me gusta (y eso cambia constantemente), pero me gusta esa libertad y flexibilidad. Siempre he sido alguien a quien le gusta probar cosas nuevas y no veo una sola forma de hacer las cosas como la definición definitiva del éxito", afirma.

Una bendición para los empresarios

En lugar de rechazar el espíritu emprendedor de sus empleados más jóvenes, algunos empresarios están acogiendo o incluso animando a sus empleados de la generación Z a seguir sus pasiones. Antes de la pandemia, los trabajadores no hablaban de cualquier cosa que pudiera distraerles de su trabajo, pero ahora muchas empresas son más comprensivas con los proyectos de sus empleados. 

West cuenta con el pleno respaldo de su empresa para sus side hustles. Sin embargo, conoce a amigos que tienen que mantenerlas en secreto por miedo a que los despidan. "Creo que con esa actitud, las empresas van a perder a la generación más joven, porque todos mis amigos tienen algún tipo de side hustle".

Además, los proyectos paralelos pueden ser una gran ayuda para las empresas, ya que permiten a los trabajadores adquirir experiencia y desarrollar habilidades que pueden servir para su trabajo diario. Nishizaki habla a menudo con las empresas sobre el aumento de la conciencia generacional y el descubrimiento de los puntos fuertes que pueden elevar a las personas a alcanzar su pleno potencial, y recomienda que encuentren oportunidades para que los empleados puedan diversificarse dentro de la empresa. 

"Por ejemplo, si a alguien le apasiona la fotografía o la escritura, podría encargarse de la newsletters de la empresa, o si le apasionan las redes sociales, podría crear el TikTok de la empresa y utilizarlo como herramienta de contratación. Es mucho más caro perder a alguien que reinvertir en él", argumenta.

A medida que más gente de la generación Z entra en el mundo laboral, las empresas necesitan adaptarse a su mentalidad. Los jóvenes están más motivados que las generaciones anteriores para encontrar un trabajo que les apasione: no quieren trabajar incansablemente para ascender en su carrera profesional solo para descubrir que no hay mucho que ver desde la cima. 

La generación Z es demasiado ambiciosa y optimista para eso. Como dice West: "En realidad tenemos más libertad para pensar en lo que realmente queremos hacer".

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