Soy de la generación Z y estar en la oficina los 5 días de la semana me está ayudando a avanzar más rápido en mi trabajo y en mi carrera profesional

Alexandra York
| Traducido por: 
Zehra Naqvi, miembro de la generación Z, es una trabajadora que prefiere acudir a la oficina los 5 días de la semana.
Zehra Naqvi, miembro de la generación Z, es una trabajadora que prefiere acudir a la oficina los 5 días de la semana.

Cortesía de Zehra Naqvi

  • Zehra Naqvi empezó su carrera profesional como becaria en 2020, trabajando a distancia desde Hong Kong, pero en 2021, volvió a Nueva York y ahora acude a la oficina los 5 días de la semana laboral. 
  • Esta joven es de las pocas personas de la generación Z que prefiere estar en la oficina todos los días, frente al modelo híbrido flexible que prefieren la mayoría de los trabajadores de su edad.

Este artículo está basado en una entrevista con Zehra Naqvi, una joven de 24 años que trabaja para la empresa de servicios financieros Republic. El texto ha sido editado por motivos de extensión y claridad. 

Sé lo que es trabajar a distancia y sé lo que es trabajar en la oficina: sin duda, prefiero la presencialidad

 Zehra Naqvi dirige eventos organizados por su compañía.
Zehra Naqvi dirige eventos organizados por su compañía.

Cortesía de Zehra Naqvi.

No es fácil empezar en un trabajo estando a distancia y mucho menos si te encuentras en la otra punta del mundo.

Pero así es como empecé mi carrera profesional a finales de 2020, cuando empecé mis primeras prácticas en Republic siendo aún estudiante: la oficina estaba en Nueva York y yo vivía en mi casa de Hong Kong.

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Unos meses después, cuando iba a terminar mi contrato como becaria, me ofrecieron un puesto de jornada completa, así que hice las maletas y me volví a Nueva York, donde estudiaba hasta que la pandemia cerró mi campus.

En cuanto volví, empecé a ir a la oficina los 5 días de la semana laboral.

Aunque trabajaba a distancia, daba gracias por tener un trabajo. Sin embargo, nada es comparable a la eficacia y las oportunidades que brinda estar en la oficina y rodearte de tus compañeros

Se han publicado muchas cosas sobre la generación Z y su lucha por la flexibilidad en el trabajo, pero en mi caso, aunque no estoy obligada a ir a la oficina, creo que merece la pena por el crecimiento personal y profesional que experimentas. He tenido varios ascensos en 3 años. 

Mi trabajo diario incluye ejercicios de logística, hablar con los fundadores, repasar los procesos de nuestro equipo de inversión y organizar eventos para establecer contactos y crear comunidad. La presencialidad es crucial para llevar a cabo estas tareas; no podría hacer mi trabajo igual de bien estando desde casa. 

Cuando estoy en la oficina, estoy rodeada de mis jefes y de los compañeros que también vienen con regularidad. De esta manera, no hace falta que estemos hablando por Slack, donde la conversación no es tan fluida y los matices se pierden entre los mensajes. Siento que tengo más oportunidades de ser creativa, tomando notas mientras hablo con ellos o colaborando en las zonas comunes. 

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Tengo mucho más feedback de mis jefes y surgen más oportunidades espontáneas 

Republic es la primera empresa en la que trabajo con un contrato a jornada completa, por lo que intento marcar la diferencia y estar presente en cualquier sala donde se celebren reuniones.

De hecho, muchas de las reuniones que tengo son porque mis jefes me invitan a última hora a que participe en ellas. Si me ven sentada en la oficina, a menudo me preguntan si quiero sumarme a una reunión, ir a una happy hour o asistir a un evento.  

Esas invitaciones espontáneas me han dado la oportunidad de sumar un montón de experiencias y conocimientos. Al estar sentada en una sala puedo aprender mucho más de lo que lo haría en una llamada de Zoom, porque la gente suele participar menos y también se distrae más. 

Eliminando el miedo de interrumpir a alguien porque la comunicación se traba, la gente habla mucho más libremente, lo que me hace estar mucho más atenta a las conversaciones, preguntas y resolución de problemas. 

Además, estando en persona no solo estás más atento y aprendes más, sino que también adquieres herramientas sociológicas y normas tácitas del sector en el que trabajas. 

Por ejemplo, cuál es la forma de vestir general para no llamar demasiado la atención, o cómo presentarte profesionalmente a las personas a las que quieres añadir a tus contactos. También aprendo a abordar a los clientes y a dirigir reuniones.

Me fijo en cómo los empleados con más experiencia hacen su trabajo y aprendo de ellos. Después ellos me dan su opinión sobre cómo puedo mejorar las cosas que estoy haciendo, como la forma en la que me dirijo a los fundadores de la empresa o cómo hacer mejor las presentaciones

La colaboración es más accesible en persona y hace comunidad

Zehra Naqvi dirige una conversación en las oficinas de Republic.
Zehra Naqvi dirige una conversación en las oficinas de Republic.

Cortesía de Zehra Naqvi

La mayoría de los días, en lugar de sentarme en mi escritorio –que normalmente es la zona tranquila de la oficina–, trabajo desde mi portátil en nuestra sala de estar, que tiene sofás y mesas para que los grupos trabajen y está ambientada con música. 

Creo que muchos miembros de la generación Z preferimos zonas más activas, donde sentimos que hay movimiento y que podemos hablar con los compañeros mientras trabajamos. 

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Muchos de los proyectos que tenemos son en equipo. Estar en la oficina nos facilita el trabajo para reservar salas de reuniones si necesitamos intercambiar ideas o si necesitamos cuadrar agendas para organizar las entregas. Yo siempre sugiero que cojamos una sala de conferencias, una pizarra, nos sentemos fuera o hagamos algo físico como dar un paseo.

A veces no es necesario estar en las salas comunes o haciendo algo diferente a estar en el escritorio para disfrutar de las ventajas de estar en la oficina, sino que basta con estar sentado al lado de otra persona que está siendo productiva, y eso produce más motivación. 

A pesar de las exigencias de flexibilidad y de tener otras preferencias diferentes a las de un buen sueldo a la hora de aceptar un trabajo, creo que muchos de los miembros de la generación Z buscan oportunidades para conectar unos con otros. No se trata solo de sentir que perteneces a un grupo o a algo, sino de crear amistades duraderas. 

La vida universitaria que muchos vivimos interrumpida por la pandemia y el inicio de nuestras carreras profesionales en soledad, nos ha hecho querer volver a conectar con el mundo y por eso algunos de nosotros preferimos la presencialidad de la oficina. 

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