He conducido el BMW i4 eléctrico y me ha parecido una alternativa más lujosa y familiar que un Tesla
- He probado el BMW i4 eDrive40, una nueva berlina deportiva eléctrica.
- El i4 no es futurista ni extravagante como otros coches eléctricos. Sencillamente, parece y se siente como un BMW. Es divertido de conducir, familiar y accesible.
No todo el mundo sueña con tener un Tesla o un Rivian de última generación. Algunos simplemente quieren una versión de emisiones cero de un vehículo que ya conocen y adoran.
Ahí es donde entra el BMW i4. No trata de reinventar la experiencia de conducción, ni está repleto de artilugios o enormes pantallas táctiles. Es simplemente un BMW deportivo y de alta gama que, además, es eléctrico.
Después de probar un BMW i4 eDrive40 de 2022 durante unos días, descubrí que es una excelente opción para los compradores primerizos de un coche eléctrico que quieren algo más familiar y lujoso que un Tesla Model 3. Además, es una gran opción para cualquiera que se sienta excluido de la avalancha de nuevos SUV eléctricos.
A simple vista, hay que ser muy perspicaz para darse cuenta de que el i4 funciona con electricidad en lugar de con gasolina.
Algunos datos básicos: el i4 eDrive40 de 2022 que BMW me prestó durante una semana costaba alrededor de 68.000 dólares, incluyendo algunas opciones y un cargo de destino. En España ese modelo se vende desde los 64.650 euros, mientras que el modelo base i4 eDrive35 parte de los 57.350 euros.
Su aspecto es casi idéntico al de los modelos BMW con motor de combustión, salvo por algunos detalles.
Eso puede ser un argumento de venta para los compradores habituales de BMW que no quieren alejarse demasiado de lo que conocen.
Los más atentos se darán cuenta de la ausencia de tubo de escape y de una parrilla prácticamente cerrada (aunque enorme).
El i4 necesita un poco de flujo de aire para refrigerar su unidad motriz, pero no tanto como requiere un motor de combustión tradicional. Por eso la mayoría de los coches eléctricos que ves no tienen esa familiar abertura en la parte delantera.
Se aleja del primer modelo eléctrico de BMW, el extravagante i3.
El i3, lanzado en 2013 y desaparecido en 2022, constituyó uno de los primeros experimentos con coches eléctricos antes de que prácticamente toda la industria automovilística decidiera apostar por la electrificación.
Ahora que BMW se toma más en serio los vehículos eléctricos, está lanzando modelos más atractivos como el i4, la berlina i5 y el SUV iX.
En el interior, el i4 tampoco intenta ser demasiado futurista o inesperado.
No hay pantalla de televisión, ambiente minimalista ni techo de cristal.
Sin embargo, tienes techo solar.
En cambio, el habitáculo del i4 es lo que se espera de un BMW. Es discreto, robusto y utiliza materiales de alta calidad.
Rivales como el Tesla Model 3 y el Polestar 2 ofrecen un ambiente refrescante y minimalista y habitáculos despejados, pero carecen de la sensación de lujo tradicional a la que están acostumbrados los compradores de BMW y Mercedes. (El equivalente de Mercedes al i4 es el EQE).
Los tiradores de las puertas tienen un peso agradable, y las puertas se cierran con un ruido sordo inmensamente satisfactorio.
Esto no quiere decir que el i4 esté anclado en el pasado. Viene con una pantalla curva de tamaño generoso que es nítida, brillante y fácil de usar.
Está dividido en dos secciones. La que está detrás del volante muestra información crucial, como la velocidad, la autonomía y la duración de la batería.
Es algo personalizable, pero no tanto como el cuadro de instrumentos de los coches eléctricos de Mercedes.
La sección derecha alberga la navegación, montones de ajustes del vehículo, opciones multimedia y mucho más. Reacciona a los toques con un retardo mínimo, lo que la hace más agradable de usar que otras interfaces de automoción.
También puedes manejar la pantalla mediante un práctico dial situado en la consola central. Eso ayuda cuando necesitas seleccionar algo mientras conduces, algo que, para ser claros, deberías evitar.
Una queja, sin embargo, es que todos los controles de climatización, aparte de la temperatura, están ocultos en un menú. Llámame caprichoso, pero creo que la velocidad del ventilador y los asientos calefactados deberían estar a un solo toque.
Mi coche de pruebas también ofrecía un práctico Head-up Display, que proyectaba información básica en el parabrisas.
Es agradable no tener que apartar la vista de la carretera para ver los ajustes del control de crucero y similares.
Otro problema: el espacio en los asientos traseros. La forma en que se construyen la mayoría de los coches eléctricos permite a los fabricantes crear más espacio interior.
Al carecer de transmisión y otros componentes voluminosos, los coches eléctricos suelen tener más flexibilidad de equipamiento que los vehículos de gasolina.
Pero BMW ha dejado un enorme hueco en el suelo, como tienen los coches de gasolina. Hace que un asiento trasero ya de por sí apretado sea aún más estrecho.
Además, la inclinación del techo no favorece el espacio para la cabeza, especialmente para los pasajeros más altos.
El i4 tiene un portón trasero en lugar de un maletero normal, lo que le proporciona un espacio de carga bastante amplio y versátil.
Aun así, rivales como el Tesla Model 3 y el Polestar 3 le ganan en un aspecto. Ambos tienen maletero delantero, mientras que el i4 solo tiene un gran trozo de plástico bajo el capó.
En carretera, el i4 se conduce como cabría esperar de un BMW, especialmente cuando se activa el modo Sport.
También hay ajustes "Confort" y "Eco Pro".
Ofrece una dirección firme y sensible y la sensación de estabilidad por la que son conocidas las berlinas deportivas de BMW. Esto hace que sea un placer tomar las curvas.
Nota: Mi modelo de pruebas venía equipado con el "Dynamic Handling Package", una opción de 1.750 dólares.
También es increíblemente rápido desde el arranque. BMW afirma que el eDrive40 de tracción trasera tiene 335 CV y alcanza los 100 km/h en 5,4 segundos.
Los que deseen un rendimiento aún mayor pueden optar por el i4 M50.
Al cambiar al modo B con el selector de marchas, se activa el frenado regenerativo y la conducción a un solo pedal.
En ese modo, el coche frena y recupera energía en su paquete de baterías en cuanto se suelta el acelerador.
Mi coche de pruebas tenía una autonomía de 453 km. No está nada mal.
El i4 puede proporcionar hasta 494 km de autonomía estimada, dependiendo del acabado y el tamaño de rueda que elijas.
Y puede cargar a una velocidad muy competitiva de 200 kilovatios en estaciones de carga rápida.
Un toque útil: la estimación de autonomía que mostraba el i4 cambiaba en respuesta a los ajustes de climatización. Cuando encendí el aire acondicionado, que consume mucha energía, la autonomía se redujo unos kilómetros.
Para largos trayectos por autopista, el i4 ofrece un impresionante sistema de asistencia al conductor que mantiene automáticamente el coche en su carril y sigue el flujo del tráfico.
Toca el intermitente y, si hay un hueco, el sistema cambiará de carril sin las dudas que he experimentado con las funciones de otras marcas.
Puede que el i4 no sea tan futurista o avanzado como algunos de sus rivales. Pero su refinado estilo, su atractiva sensación de conducción y su satisfactoria tecnología lo convierten en una opción muy atractiva para cualquiera que no pretenda aventurarse demasiado lejos de lo que conoce.
Este coche se presentó el verano pasado en Canadá y, a lo largo de este año, se ha ido expandiendo a más países. Aquí en España se comercializa desde principios de año por más de 64.000 euros.
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