La historia de María Berruezo, cofundadora de Lactapp: "Nos llegaron a decir que por qué no montábamos mejor una ONG"

María Berruezo

Lactapp

  • María Berruezo es CEO de Lactapp, una aplicación que ayuda a mujeres durante la lactancia de sus bebés.
  • Al explicar su idea a potenciales inversores, afirma haber encontrado todo tipo de respuestas: "Nos llegaron a decir que lo nuestro era más bien una ONG".
  • Esta entrevista forma parte del espacio que Business Insider España dedica al liderazgo empresarial de las mujeres. Puedes leer más en Fundadoras.

Hay momentos que definen buena parte de lo que puede llegar a ser una vida. El de la empresaria María Berruezo ocurrió en 2012, cuando un accidente de tráfico le impidió durante un tiempo poder amamantar a su hijo recién nacido, que era lo que ella deseaba.

"Me faltó mucha ayuda. Finalmente, fue [la experta consultora en lactancia] Alba Padró quien me acompañó, me ayudó y me hizo sentirme fuerte como para recuperar la lactancia, que era lo que yo quería", cuenta Berruezo por teléfono a Business Insider España.

Medio en broma y medio en serio, una idea empezó a dar vueltas en su cabeza: todas las mujeres necesitaban una Alba Padró, alguien que las aconsejara durante su lactancia para que pudieran tomar ellas solas las riendas.

Fruto de aquellos pensamientos, hacia 2015 vio la luz Lactapp, una aplicación móvil que asesora a las mujeres sobre su lactancia. Utilizada ya por unas 800.000 usuarias en 180 países, la app ha recibido ya 21 millones de consultas y cuenta con 76.000 posibilidades y 3.000 respuestas únicas que dependen del perfil de la usuaria. 

Una Alba Padró que cada mujer puede llevar en su bolsillo, como soñaba Berruezo.

Pero estos números son el resultado de años de esfuerzo y de tratar de vender la idea a aquellos con posibilidades para financiarla. Hasta aquí, nada que no le haya ocurrido a cualquier startup. Sin embargo, en el caso de Lactapp concurrió una dificultad más: el desconocimiento de lo que de verdad significa la lactancia en un sector, el del cada vez más exigente capital riesgo, esencialmente masculino.

"Me he encontrado de todo en estos años", resume Berruezo, y algo de resignación se deja entrever en sus palabras. 

"Lo he estado hablando con Alba [Padró] y con Enric [Pallarés, cofundador y actual CEO], repasando lo que nos han podido preguntar e incomodar, y nuestra vivencia es que las preguntas que hemos recibido iban más encaminadas a poner en duda el problema que resolvemos o incluso la solución que aportamos al mercado", explica Berruezo.

"Seguramente todo fue por desconocimiento de lo que las mujeres vivimos a la hora de afrontar nuestra maternidad y por todos los mitos y prejuicios que hay alrededor del tema. Hoy es verdad que el ecosistema es más rico en torno a temas como en torno a la salud de la mujer. Los inversores ven mejor que antes el tamaño del mercado y la oportunidad", ahonda la empresaria.

Lactapp ha cerrado recientemente una ronda de dos millones de euros, pero esto no quita para que en las más de 200 reuniones que ha podido tener Lactapp en los últimos años con fondos de todo tipo la startup se haya topado comentarios como estos:

—¿Lactancia? ¡Cómo se os ha ocurrido!

—Eso es un nicho muy pequeño... 

—Deberíais ser una ONG por el tema que tratáis.

—Lo de la lactancia está muy bien, pero por las noches mi mujer también quiere dormir.

"Al principio se ponía muy en duda el problema en sí, pues también ayudamos a destetar. Nuestra app parte sencillamente de la base de que las mujeres no tienen el acompañamiento en el momento oportuno, es un mercado totalmente desatendido", comenta Berruezo.

¿Convierte esto a Lactapp en una empresa invertida esencialmente por mujeres? Pues no necesariamente: "En general sí es verdad que las mujeres han entendido mejor el proyecto, pero eso no quiere decir que hayan invertido. También hemos visto algún hombre que lo entendía mejor que muchas mujeres". 

Como es de esperar, la suma de experiencias poco agradables terminó haciendo mella incluso en la confianza de la propia cofundadora: "Llegué a tener la sensación de que no me iban a entender. Al principio tenía mucho miedo de hablar y presentarme".

Hoy, con la empresa mucho más consolidada y con las tablas que dan los años, la situación se lleva de otra manera: "Identifico de inmediato si mi interlocutor me va a entender. Lo veo en las preguntas que me hacen", relata Berruezo, que reconoce que en haber estado siempre acompañada por sus socios le ha ayudado a superar sus temores.

También le han ayudado las 800.000 usuarias orgánicas que ha conseguido en este tiempo Lactapp, que todavía no ha invertido nada en publicidad y que como horizonte más cercano contempla añadir a la plataforma una IA que ha sido entrenada por la propia startup desde 2018 y que, describe Berruezo, será capaz de dar respuestas al estilo Lactapp.

Esto, en un contexto que ya no es el de hace unos años: "Nadie hablaba de femtech cuando empezamos. Ahora se habla de apps de lactancia, menopausia, menstruación...". Aun así, para la cofundadora de Lactapp queda camino por recorrer: "Sabemos que tendremos que seguir demostrando cada puñetero día. Siempre conviviremos con la idea de que lo que hacemos no es suficiente". 

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