A las influencers creadas con IA les falta la única cosa por la que las empresas contratan a influencers humanas

Katie Notopoulos
| Traducido por: 
La modelo generada por IA Aitana está teniendo éxito en la plataforma de suscripción Fanvue.
La modelo generada por IA Aitana está teniendo éxito en la plataforma de suscripción Fanvue.The Clueless Agency
  • Las influencers generadas por IA están extendiéndose por Instagram, TikTok y muchos más sitios.
  • Algunas marcas incluso les han pagado por publicar sobre sus productos.
  • Estas influencers pueden ser una manera más barata de promocionar productos, pero carecen de autenticidad.

Alix Earle es una influencer de primer nivel en parte porque es increíblemente guapa. Es un hecho puramente objetivo. De hecho, para demostrarlo, le pregunté a un chatbot de inteligencia artificial de Albert Einstein y él me respondió que sí.

a chatbot conversation with Albert Einstein where I ask "is alix earl beautiful" and he says yes
Character AI / Business Insider

Pero Alix Earle, que tiene más de 6,3 millones de seguidores en TikTok, no se convirtió de la noche a la mañana en una sensación en las redes sociales sólo por ser convencionalmente atractiva. Hay muchas mujeres guapas por ahí. Pero Earle tiene algo que nos atrae, algo innegable. Queremos ver qué ropa o qué maquillaje elige no sólo porque es guapa, sino porque su carisma y su personalidad han hecho que confiemos en sus opiniones.

Imaginar el auge de los influencers generados por la IA como una amenaza potencial para el sustento de los influencers humanos es un escenario interesante. Pero esa teoría no tiene en cuenta el elemento clave que hace que los influencers humanos puedan influir en nosotros en primer lugar: la autenticidad.

Hace unos años, Lil Miquela, una de las primeras influencers generadas por inteligencia artificial para parecer una "joven moderna", despegó en Instagram e incluso consiguió algunos acuerdos con marcas. Hubo una oleada de interés por ella, pero sobre todo por parte de quienes se quedaban embobados ante la novedad. Era como una simple anécdota: sólo era interesante porque existía.

Con los avances en la tecnología generativa de IA, han surgido desde entonces un puñado de influencers de IA. Muchas parecen diseñadas para imitar el concepto de "mujer atractiva". Al menos una ha hecho negocios con algunas marcas.

En el New York Magazine, John Herrman echa un jarro de agua fría sobre la eficacia real de las influencers de IA. Financial Times ha publicado que un anuncio de H&M protagonizado por Kuki, una modelo animada de inteligencia artificial, fue considerado un éxito porque tuvo un "recuerdo" superior a la media (es decir, la gente recordaba haber visto el anuncio):

Se trata de un nuevo y extraño tipo de anuncio que se puede "recordar" sin otra razón que la de no haberlo visto antes. También sitúa a los influencers virtuales no tanto como un sustituto de los influencers humanos, sino como un nuevo recurso para exprimir ciertas métricas en las campañas.

Pero imaginar que una influencer de IA es capaz de generar imágenes baratas de alguien promocionando un producto no tiene en cuenta lo que realmente hace que el marketing de influencers sea eficaz.

influencers IA

¿Es necesaria una persona real que lleve unos pantalones para vender esos pantalones? En absoluto. Los maniquíes a menudo ni siquiera tienen cabeza. Las modelos —profesionales a las que se paga por llevar ropa de forma relativamente anónima— también existen y han demostrado ser bastante eficaces a la hora de vender ropa. De hecho, ni siquiera hacen falta imágenes humanas. El catálogo de J. Peterman lleva décadas vendiendo con éxito vestidos de terciopelo de cachemira y chaquetas de cuero utilizando sólo dibujos de la ropa.

Lo que buscan las marcas cuando pagan a un influencer para que lleve su ropa o hable de su crema facial es el efecto multiplicador y el poder —literalmente, la influencia— que ese creador tiene sobre las decisiones de compra de su audiencia. Y la autenticidad de un influencer es uno de los principales motores de ese poder, según un estudio publicado esta misma semana en la revista Nature.

Introducir simplemente en Midjourney "mujer sexy sonriendo con vaqueros, pelo rosa, fondo de ciudad" no va a crear un influencer de éxito en Instagram que convenza a masas de personas para que compren productos.

Sin embargo, podría generar una fuente de ingresos diferente. Aitana, una influencer de IA con más de 200.000 seguidores en Instagram, también tiene una cuenta en Fanvue, donde por 7,50 dólares al mes se puede pagar para acceder a imágenes de ella con lencería y enseñando el pezón. Fanvue, a diferencia de su competidora OnlyFans, ha acogido en su plataforma a modelos y creadores de IA.

Podría decirse que el trabajo de los creadores de contenido para adultos es más duro que el de alguien que se limita a publicar modelitos en Instagram. Pero es posible que el trabajo de contenido para adultos sea más fácilmente sustituido por la IA simplemente porque el cliente es menos exigente. En el Instagram de Aitana, por ejemplo, muchos comentarios recientes parecen ser de hombres que aparentemente no saben que no es real.

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