Los robots provocan que los beneficios caigan justo antes de aumentar: un nuevo estudio de Cambridge adelanta qué es lo que podría ocurrir con la IA

Robots automatizados ensamblan un vehículo en una fábrica de Nissan en Francia

Reuters

  • Uno de los principales temores que acompañan a la inteligencia artificial tiene que ver con la destrucción de empleo que podría generar, ya que las empresas podrían incrementar sus beneficios al incorporar esta tecnología a sus procesos de trabajo.
  • Aun así, un nuevo estudio de la Universidad de Cambridge ha revelado que la adopción de robots por parte de las compañías produce que los beneficios caigan justo antes de aumentar, lo que da a entender que los beneficios podrían tardar en materializarse. 

El auge de la inteligencia artificial generativa ha vuelto despertar al fantasma de la automatización. 

Los trabajadores tienen miedo de que esta nueva revolución tecnológica genere una nueva oleada de despidos como las que provocaron inventos tan relevantes como la máquina de vapor o el motor de combustión (que a su vez dieron lugar al nacimiento del ludismo). Especialmente teniendo en cuenta que las empresas pueden ver esta tecnología como una oportunidad para reducir costes de forma masiva. 

Las compañías se han apresurado a negar la mayor, asegurando que la IA no va a quitarte el trabajo, sino que va a ayudarte a ser más productivo y a poder dedicarte a las cosas que más te gustan. Sin embargo, estudios como el de Goldman Sachs apuntan que la inteligencia artificial podría afectar —que no necesariamente reemplazar— a 300 millones de empleados solo en Europa y Estados Unidos.

Las empresas niegan que la IA vaya a tener esa repercusión, pero ya existen casos, algunos de ellos relatados en primera persona, en los que han priorizado su propio beneficio por encima del bienestar del trabajador.

Llorenç Mitjavila, Senior Partner & Managing Director de BCG.

Aun así, algunas compañías deberían tener cuidado, puesto que al actuar de ese modo podrían ver cómo sus ingresos caen y sus beneficios tardan en materializarse. Un nuevo estudio publicado por la Universidad de Cambridge (Reino Unido) y recogido por The Next Web ha llegado a esta conclusión al analizar a empresas que están llevando a cabo este mismo proceso con robots industriales. 

Según los investigadores, que han analizado datos industriales de 25 países de la Unión Europea entre el año 1996 y el 2017, cuando los niveles de adopción de robots son bajos, esta tecnología puede tener un efecto negativo en los márgenes de beneficio de las organizaciones. Sin embargo, a medida que aumenta su adopción, la automatización incrementa los beneficios.

"Al principio, las compañías incorporan los robots para crear una ventaja competitiva reduciendo costes", explica Chander Velu, profesor del Instituto de Fabricación de Cambridge. "Pero la innovación de procesos es barata de copiar y su competencia también va a incorporar robots si les ayuda a fabricar sus productos de forma más asequible". 

"Eso empieza a recortar los márgenes y a reducir el margen de beneficio", apunta el investigador.

De ese modo, las conclusiones a las que han llegado Velu y su equipo serían aplicables al proceso de automatización que podría traer consigo la inteligencia artificial. En un primer momento las empresas podrían incorporar esta tecnología a sus procesos de trabajo en busca de ingresos, pero sus competidores harán exactamente lo mismo, por lo que los beneficios de la IA podrían tardar en llegar.

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