Los incentivos y la coacción para llegar a los no vacunados puede estar consiguiendo el efecto contrario: más rechazo en los que se resisten a vacunarse y enfado en los inmunizados

Un chico recibe una dosis de la vacuna en un punto de vacunación en un club nocturno de Londres, Reino Unido.
Un chico recibe una dosis de la vacuna en un punto de vacunación en un club nocturno de Londres, Reino Unido.

REUTERS/Henry Nicholls

  • Algunos países están intentando alcanzar el mayor número de inmunizados con las dosis disponibles a toda costa, con incentivos o restricciones. 
  • Pero podrían estar consiguiendo lo contrario: mayor rechazo en los que se resisten a vacunarse y enfado en quienes ya han recibido su dosis sin recompensa.
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Cerveza gratis, billetes de lotería o viajes gratuitos en taxis son algunos de los incentivos que están utilizando países como Reino Unido o Estados Unidos para conseguir que los no vacunados acudan a recibir su dosis de la vacuna del COVID-19.

Otros, como Francia, lo han intentado con medidas restrictivas para aquellos que rechacen ponerse la vacuna contra el coronavirus —prohibiendo la entrada a bares y restaurantes a quien no tenga el carnet de vacunación, por ejemplo—. O haciendo obligatoria la vacunación para los profesionales sanitarios.

Pero ambas estrategias podrían no sólo conseguir lo contrario, si no perjudicar a las campañas de vacunación en todo el mundo y al freno del avance de la propagación de nuevas variantes.

España, sin embargo, con uno de los índices de confianza más altos, vacunarse sigue siendo gratis y voluntario, aunque se hayan explorado planes para llegar a la población diana que aún no ha recibido ninguna de las dosis. 

De hecho, una vez superado el problema de suministro, autonomías como Baleares, Cataluña y Andalucía ya han puesto puntos sin cita previa, según informaEl País. Valencia ha lanzado un plan de repesca para los no inmunizados y Murcia y País Vasco llaman para cubrir turnos que se estaban quedando libres.

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Los intentos de sobornar u obligar a los ciudadanos a recibir la vacuna podrían tener un efecto polarizador, según expertos consultados por Financial Times. Es decir, provocar aún más rechazo en quienes se resistían a recibir alguna de las inyecciones o enfado en quienes acudieron a su cita sin incentivos. 

"Las personas que iban a vacunarse de todos modos podrían decirse a sí mismas: "Vale, lo haré un poco antes". Por otro lado, aquellos que son reacios se vuelven más negativos y más resistentes. Y son precisamente las personas a las que quieres conquistar a las que más alienas", explica Stephen Reicher, profesor de psicología en la Universidad de St Andrews, Escocia.

Aunque la evidencia sugiere que la vía restrictiva aumenta las tasas de vacunación, al menos a corto plazo. 

Francia, a pesar de las recientes protestas, ha experimentado un incremento en las tasas de vacunación desde que el pasaporte COVID es necesario hasta para subirse a un tren: las reservas estancadas en 150.000 en junio, se dispararon a 400.000 a mediados de julio, cayendo de nuevo en agosto a 175.000, según el medio económico.

Lo mismo que sucedió en Italia cuando el Ejecutivo anunció que el certificado de vacunación se extendería a la restauración: crecieron entre un 15% a un 200% las citas en diferentes regiones. 

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Pero Reicher señala que los incentivos también conllevan riesgos, porque podría disminuir la motivación intrínseca y hacer que se vacunen por el incentivo y no porque es lo correcto. Lo que a largo plazo, de necesitarse dosis de refuerzo, podría elevar la factura en costes y vidas. 

"También discrimina a los que ya se han presentado", advierte Heidi Larson, directora fundadora de la Proyecto de confianza en las vacunas en la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.

Expertos como la profesora Beate Kampmann, directora del Centro de Vacunas de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, con sede en Reino Unido, que también ha hablado con Financial Times, insta a los Gobiernos a centrarse en llamar la atención de los jóvenes para que "confíen en el producto en vez de en obtener una pizza gratis"

Reicher coincide: "Acude a las personas en lugar de obligarlas a que se acerquen a ti, escúchalas y tómate sus preocupaciones en serio en lugar de descartarlas".

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