11 virólogos, epidemiólogos e inmunólogos comparten qué actividades cotidianas han recuperado con el avance de la vacunación y qué esperan empezar a hacer en los próximos meses

No todas las actividades cotidianas tienen el mismo riesgo de contagio con el COVID-19, en unas es menos probable que se propague con éxito el nuevo coronavirus que en otras, según las personas y los lugares en los que te encuentres.

"La transmisión se produce fundamentalmente por aerosoles en interiores. La ventilación cruzada, la distancia y la mascarilla (más aforos, etc.) aunque no la evita reduce la transmisión incluso en estos espacios", explicita a Business Insider España Salvador Peiró, médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública. 

Es por ello que, desde los inicios de la pandemia, expertos como William Schaffner, profesor de medicina preventiva de la Universidad de Vanderbilt (Tennessee, Estados Unidos), señalaban a Business Insider que a este virus le gusta mucho que la gente esté en un espacio cerrado durante períodos prolongados de contacto cara a cara.

Factores como la distancia social, los equipos de protección personal —como las mascarillas, las pantallas o los guantes—, la ventilación o los espacios exteriores y la incidencia acumulada condicionan que unas actividades sean más seguras que otras.  

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En un cuestionario realizado por Business Insider España 11 epidemiólogos, inmunólogos y médicos han revelado todas aquellas actividades que han realizado —o habrían realizado en caso de haberlo necesitado— durante los últimos 30 días. 

Así como cuáles de ellas dejarían para finales de año e incluso 2022, teniendo en cuenta la situación epidemiológica de julio de 2021 —cuando en España la variante delta sólo representaba el 10% de los casos y ahora se encuentra entre el 47,1% y el 86,2%, según el último informe de Sanidad—.

Comprar en el supermercado, ir a la farmacia o realizar recados similares: el 100% de los encuestados lo ha hecho en los últimos 30 días

Desde los inicios de la pandemia —incluso en medio del confinamiento más estricto— el control de aforos y las medidas de protección individual aseguraron que comprar en el supermercado o ir a la farmacia fuesen un espacio seguro para todos. 

Acudir a una peluquería o barbería para cortarse el pelo — el 90,9% lo ha hecho en los últimos 30 días

Las peluquerías, tintorerías y lavanderías sí podían abrir con el estado de alarma decretado por el coronavirus, pero este tipo de actividades pueden no considerarse imprescindibles y, en consecuencia, una actividad que evitar para disminuir la exposición.  

Visitar al médico de familia o un especialista para acudir a una cita no urgente — el 90,9% lo ha hecho en los últimos 30 días

De facto, incluso las citas no urgentes a determinados especialistas —un dentista, por ejemplo, donde no puedes llevar mascarilla— se advirtieron como riesgos innecesarios.  

Realizar una excursión o reunión al aire libre con amigos — el 72,7% lo ha hecho en los últimos 30 días

"Creo que las medidas en cuanto a viajar y las relaciones sociales deben continuar, porque la población está parcialmente inmunizada, la duración de la inmunidad no está bien establecida y la protección frente a las variantes del virus puede ser insuficiente", recuerda Inma Neira, médico especialista en Traumatología.

Trabajar en una oficina compartida junto con otros compañeros en la misma sala — el 72,7% lo ha hecho en los últimos 30 días

Peiró aclara que el mejor escenario es con ventilación cruzada y mascarilla, además de mantener la distancia de seguridad. 

"La transmisión se produce fundamentalmente por aerosoles en interiores. La ventilación cruzada, la distancia y la mascarilla (más aforos, etc.) aunque no la evita reduce la transmisión incluso en estos espacios", puntualiza.

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"Acudiría siempre y cuando los demás estén vacunados y se mantenga distancia física, uso de mascarilla y la ventilación adecuada", coincide Calvo-Sotelo.

Pasar una noche fuera de casa, a poca distancia, tras un viaje en coche — el 63,6% lo ha hecho en los últimos 30 días

"El hecho a tener en cuenta (además de las horas en un espacio cerrado como un avión, por ejemplo), es que el comportamiento de la pandemia en distintos países es asíncrono. El riesgo en el punto de origen puede ser mínimo pero no serlo en los lugares de tránsito o destino", advierte Calvo-Sotelo.

Viajar en avión — el 54,5% lo ha hecho en los últimos 30 días, pero del total el 81,8% lo haría este verano y el 18,2% restante en 2022

"Ya viajé en avión el pasado fin de semana. Manteniendo las distancias en todo momento, sin levantarme del asiento, con mascarilla FPP2 y sin quitármela para nada", describe el experto del CSIC.

"Los aviones tienen buenos sistemas de ventilación, que los convierten en lugares seguros", coincide Fernando García López, coportavoz junta directiva de la Asociación Madrileña de Salud Pública.

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No obstante, algunos apuntan que lo harían este verano sólo si es estrictamente necesario. 

"Está por ver qué pasa con las variantes actuales (y futuras) del virus y la evolución de la pandemia en el resto de los países. En un mundo tan globalizado, los viajes entre países con situaciones epidemiológicas diferentes puede originar brotes y prolongar la pandemia en el tiempo. Por lo tanto, vacunación y prudencia, prudencia y prudencia", señala Calvo-Sotelo.

Viajar en metro, autobús o cualquier otro método de transporte público convencional — el 54,5% lo ha hecho en los últimos 30 días

Siguiendo las indicaciones anteriores, la forma más segura de viajar es en tu propio coche, andando o en bicicleta o moto, por ejemplo. Es decir, siempre que puedas evitar el contacto con personas desconocidas —aunque respeten las medidas de seguridad dentro de lo posible— será más seguro. 

Visitar a un amigo o familiar de edad avanzada en su casa — el 54,5% lo ha hecho en los últimos 30 días

Razón por la que Montserrat Bárcena, doctora en química y microscopista —que investiga cómo es la replicación de aquellos virus que tienen genoma ARN—, al preguntarle si abrazaría o besaría a un amigo con quien no convive puntualiza: "Cuando las condiciones cambien (no está muy claro si será en 2021) se podrá volver a abrazar en general. En el caso de estar ambos vacunados y si la persona no está en el sector más vulnerable, quizá lo hiciera mañana mismo".

Asistir a una boda o a un funeral — el 27,3% lo ha hecho en los últimos 30 días, pero del total el 54,5% lo haría este verano, el 9,1% a finales de año y el 36,4% en 2022

A pesar de que la mitad de los expertos consultados lo harían este mismo verano, alguno de ellos puntualiza que deberían ser personas muy, muy allegadas. De lo contrario, probablemente valorarían posponer estos eventos hasta 2023. 

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"Con condiciones", ejemplifica López, "Estar completamente vacunado, que la celebración se haga al aire libre o en interiores bien ventilados y con mascarillas si no se puede mantener la distancia de seguridad".

Asistir a un evento deportivo, un concierto o una obra de teatro en un espacio cerrado — el 18,2% lo ha hecho en los últimos 30 días

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) recomiendan a los asistentes de eventos deportivos que valoren la situación epidemiológica de su región o país —cuántos casos de COVID-19 se reportan diariamente—.

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"Cuanto mayor sea la transmisión de COVID-19 en la comunidad, mayor será el riesgo de transmisión", advierten.

Pasar una o más noches en un hotel — el 81,8% lo haría este mismo verano aunque el 18,2% esperaría a 2022

Los hoteles y apartamentos vacacionales cumplen con las medidas sanitarias, suelen tener habitaciones grandes y bien ventiladas. 

"Ya llevo pasando noches en hotel desde hace 2 meses", reconoce Raúl Ortiz de Lejarazu y Leonardo, consejero científico del Centro Nacional de Gripe de Valladolid y Microbiólogo emérito del SACYLto. 

Abrazar o estrechar la mano al saludar a un amigo o conocido — el 36,4% esperaría a 2022, el 18,2% a finalizar el año y el otro 36,4% este verano

Las personas expertas en el sector Salud prefieren esperar a que mejore la situación epidemiológica a finales de 2021 o 2022 —en cualquier caso con mascarillas—. 

"Habrá que ver cómo evolucionan los datos, pero de momento, me parece que quedan bastantes meses antes de que nos podamos quitar la mascarilla en exteriores en cualquier circunstancia", advierten.

Reunirse con alguien a quien todavía no conoce bien en un espacio cerrado — aunque el 54,5% lo haría este verano, un 27,3% esperaría a 2022 o un 18,2% al menos hasta finales de año

Aquellos que estarían dispuestos a hacerlo este mismo verano aclaran que depende del lugar, teniendo en cuenta que hay más probabilidades de contagiarse en espacios cerrados, mal ventilados y donde no se puede mantener la distancia de seguridad. 

Por ello, dice de Lejarazu y Leonardo, para tomar este tipo de decisiones valora las posibilidades reales de transmisión y las probabilidades de que te contagies. 

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Otros creen que sólo debería hacerse si es estrictamente necesario —por motivos de trabajo, por ejemplo—, "con poca gente, manteniendo más de 2 metros de distancia a ser posible y hablando lo justo, al menos mientras se come y, por tanto, no se tiene la mascarilla puesta".

Ir a cenar a casa de unos amigos que ya se han vacunado — el 72,7% lo haría este verano, pero el 27,3% en 2022

"Podría ser a final de este año, según evolucione la situación epidemiológica. Siempre y cuando fuese en el exterior, con las ventanas abiertas, amigos muy muy cercanos de los que conozco los hábitos, y no más de 4 o 6 personas en total", describe un científico senior del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

En esta misma línea, Peiró, médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, puntualiza que iría este verano siempre que fuese a un sitio al aire libre o manteniendo ventilación cruzada. 

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"Las vacunas protegen frente a enfermedad grave pero no se sabe por cuánto tiempo. Además, la protección que confieren frente a las posibilidades de reinfección asintomática y transmisión no están establecidas por falta de datos y seguimiento insuficientes", advierte Alejo Erice Calvo-Sotelo, especialista de Medicina Interna. 

Comer en el interior de un restaurante — el 63,6% lo haría este verano, el 9,1% a finales de año, pero el 27,3% en 2022

Quienes ya lo han hecho en los últimos meses destacan que tuvieron en cuenta que fuese un lugar muy bien ventilado y que tuviese pocas mesas ocupadas. 

"Como muy pronto, en el 2022, dependiendo de si la pandemia está o no controlada, del grado de vacunación de la población y manteniendo medidas (distancia, mascarilla, ventilación)", aclara Calvo-Sotelo.

Acudir a un gimnasio o centro deportivo cerrado — el 54,5% dice que en 2022, aunque un 18,2% lo haría este verano y un 9,1% antes de finalizar el año

Ir al gimnasio es una opción prescindible si quieres evitar el máximo riesgo posible —sobre todo porque es un espacio interior, donde algunos de los presentes puede estar expulsando partículas con más fuerza al resoplar, por ejemplo—.