Los biohackers de Silicon Valley están recurriendo a algo más que inmersiones en frío, ayuno intermitente y planes de ejercicio rigurosos para mantenerse centrados y vivir más tiempo.

Una de las últimas tendencias en longevidad entre los trabajadores tecnológicos son los tratamientos con péptidos, que incluyen píldoras, inyecciones y cremas tópicas capaces de aumentar el rendimiento, mejorar la elasticidad de la piel, aumentar la libido e incluso combatir enfermedades.

Los péptidos, que son esencialmente cadenas cortas de aminoácidos, se sitúan en un "nuevo tipo de hueco entre los suplementos y las pastillas con receta", describe el neurocientífico de referencia de Silicon Valley, el Dr. Andrew Huberman, en un reciente episodio del podcast Flagrant. 

Huberman señaló que algunos de los tratamientos peptídicos para la salud y la forma física más populares ahora mismo —entre hombres y mujeres— son los que liberan la hormona del crecimiento humano, como la sermorelina, la tesamorelina y la ipamorelina. Tomarlos antes de dormir, sin haber comido durante un par de horas, estimulará una mayor liberación de la hormona del crecimiento, lo que puede ayudar a recuperarse más rápido y mejorar la pérdida de grasa y la reparación muscular, tal y como explicó.

En NextGen Health, una clínica de bienestar regenerativo de San José en California (EEUU), los tratamientos con péptidos más habituales son CJC 1295 / Ipamorelin, una mezcla de péptidos que estimulan la producción de la hormona del crecimiento, y GHK-Cu, un péptido antienvejecimiento para mejorar la piel. "Creo que todo el mundo está muy entusiasmado con ellos", afirma Lorraine McCarthy,  manager de NexGen Health, y añade que son un tratamiento asequible con buenos resultados. 

Según McCarthy, los pacientes acuden a la clínica para hacerse análisis de sangre y recibir la dosis, y luego se les dan instrucciones sobre cómo administrarse las inyecciones en casa. Suelen recibir un suministro para un mes del tratamiento elegido, que ronda los 420 dólares mensuales (398,68 euros), revela. Los precios de las inyecciones de péptidos suelen oscilar entre unos cientos y cerca de mil dólares.

A finales de este año, Jeff Tang, antiguo alumno de la aceleradora de empresas tecnológicas Y Combinator, tiene previsto viajar a Blue Phoenix, una empresa de bienestar que ofrece tratamientos con péptidos en Medellín (Colombia), según le contó a Business Insider en un mensaje en X (Twitter).

Tang, que se ha introducido en la cultura biohacker de Silicon Valley a través de empresas como T-Party, de refuerzo de la testosterona, y Blueprint Service, de reparto de comidas, reconoce que planea inyectarse Ipamorelina, BPC-157, un péptido para la reparación de tejidos, y "quizá NAD+", que refuerza la salud celular y la función cerebral. Según un portavoz de Blue Phoenix, los precios de estos tratamientos suelen oscilar entre 250 (237,31 euros) y 500 dólares (474,62 euros), dependiendo de la dosis. 

"De hecho, los biohackers están muy entusiasmados con ello porque prácticamente puedes hacer que tu cuerpo haga ciertas cosas", declaró anteriormente Christian Angermayer, un importante inversor en el sector de la longevidad. 

De acuerdo a Semafor, los péptidos, que durante mucho tiempo han sido populares entre los atletas para el desarrollo muscular y la recuperación, han despegado desde la llegada del COVID-19 y el auge de medicamentos para perder peso como Wegovy, Mounjaro y Ozempic. Según un informe de Precedence Research, para 2032 se espera que el mercado mundial de la terapéutica alcance cerca de 77.000 millones de dólares (73.000 millones de euros).

Mientras los pacientes buscan la terapia peptídica en clínicas de bienestar como NexGen Health, centros de medicina holística y consultas médicas, algunos consumidores acuden incluso directamente a proveedores de ingredientes destinados exclusivamente a la investigación, informa el Wall Street Journal. La gran demanda de péptidos ha estimulado incluso su mercado negro.

Sin embargo, como ocurre con cualquier tratamiento, es importante asegurarse de dormir bien, alimentarse correctamente, hacer ejercicio e interactuar socialmente para optimizar los resultados, aconseja Huberman.