Un joven que recibió su primera vacuna de COVID-19 hace un año en el ensayo clínico de Moderna acaba de recibir su tercera inyección, y se siente muy bien

Un joven que recibió su primera vacuna de COVID-19 hace un año en el ensayo clínico de Moderna acaba de recibir su tercera inyección, y se siente muy bien.
Un joven que recibió su primera vacuna de COVID-19 hace un año en el ensayo clínico de Moderna acaba de recibir su tercera inyección, y se siente muy bien.

Ian Haydon/Twitter

  • Ian Haydon, un joven de 30 años, recibió su primera inyección de Moderna en un ensayo clínico hace más de un año.
  • Ahora está participando en un ensayo para determinar si una vacuna de refuerzo sería segura.
  • Haydon ha publicado su experiencia en las redes sociales y ha dicho que le han sorprendido las respuestas.
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La inmunidad al COVID-19 de Ian Haydon es un tema muy popular en Twitter. Este joven de 30 años recibió su primera inyección de la vacuna Moderna hace más de un año, y desde entonces ha compartido su experiencia en las redes sociales.

Entre la avalancha de respuestas de apoyo, Haydon ha recibido muchas preguntas sobre sus niveles de anticuerpos, un indicio de protección contra el coronavirus.

"Yo también quiero saber eso", declara a Business Insider. Como participante en uno de los primeros ensayos de la vacuna COVID-19 —que ha empezado con solo 45 personas—, a Haydon se le ha extraído sangre periódicamente durante el último año, pero tendrá que esperar a que se publiquen los resultados del estudio para saber más sobre su inmunidad a largo plazo.

También tendrá que estar atento a los resultados de un ensayo en curso sobre una posible vacuna de refuerzo que podría proteger contra las variantes del coronavirus. Esto sitúa a Haydon en un grupo de élite de unos 60 participantes que ya han recibido tres inyecciones de COVID-19, y ayudará a los científicos a prepararse para la siguiente fase de la pandemia.

En el primer ensayo, Haydon ha recibido una vacuna experimental de alta dosis

Haydon se enteró del ensayo de la vacuna a través de un compañero de trabajo la primavera pasada, y rellenó un formulario de inscripción sin pensarlo mucho, sin estar seguro de que le responderían.

El 8 de abril de 2020, Haydon recibió su primera inyección de una dosis de vacuna experimental considerablemente más alta que la autorizada en la actualidad. Se le inscribió en un ensayo de seguridad de fase 1, lo que significa que todos los participantes recibieron una dosis activa y fueron controlados para detectar efectos secundarios. 

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"Mi primera inyección fue bastante tranquila", narra Haydon a Business Insider. "Recuerdo que tuve dolor en el brazo, un dolor en el lugar de la inyección que apareció al día siguiente y luego desapareció bastante rápido".

La segunda fue una historia diferente. Haydon experimentó un dolor similar en el brazo que apareció más repentinamente que la última vez, y unas 12 horas después de la inyección comenzaron los escalofríos. Cuando se tomó la temperatura en mitad de la noche, esta superaba los 103 grados Fahrenheit (casi 39,5º C).

Sus efectos secundarios eran malos, pero ayudaron a informar a Moderna sobre la dosificación

Tras despertarse en mitad de la noche con fiebre alta, náuseas, dolor de cabeza y dolores musculares, Haydon llamó a la línea de atención telefónica de 24 horas establecida para los participantes en el ensayo, que estaba abierta "en caso de que algo saliese mal, y esto parecía malo", explica.

Ahí le aconsejaron que acudiera a urgencias, donde recibió líquidos intravenosos y Tylenol para bajar la fiebre. Haydon recuerda que se sentía "mucho mejor" después de las dos horas que pasó allí. Al final le dieron el alta y se fue a casa para recuperar el sueño perdido.

Sin embargo, Haydon seguía sintiéndose mal cuando se despertó a mitad del día siguiente. En casa, vomitó y se desmayó poco después, pero decidió no volver a urgencias. Por la tarde, la fiebre estaba bajando y el dolor de cabeza y las náuseas eran cada vez menos intensos. Para cuando se despertó al día siguiente, estaba "básicamente recuperado del todo".

A raíz de esto, los investigadores de Moderna decidieron más tarde que una dosis media proporcionaba la misma protección con efectos secundarios menos graves que los que experimentó Haydon. 

Incluso después de las brutales 24 horas, Haydon asegura que no se arrepintió de haber participado en el ensayo.

"A pesar de lo malo que fue pasar por eso, me reconforta saber que no fue en vano", afirma en declaraciones a Business Insider. "Aprendimos sobre la dosis de la vacuna que es más efectiva y qué dosis es demasiado alta, y eso va a beneficiar a mucha gente que acaba tomando una dosis más segura de la vacuna", argumenta.

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Haydon ha recibido una tercera inyección experimental este mes

Hace unos tres meses, el equipo que dirigía el ensayo de fase 1 se puso en contacto con Haydon. Los investigadores estaban estudiando la seguridad de una posible inyección de refuerzo, y los primeros participantes del ensayo eran su mejor esperanza para un estudio a largo plazo.

"Hay dos cuestiones que los investigadores están analizando: no sabemos si es seguro tomar un refuerzo, y tampoco sabemos cuál va a ser el efecto de tomar una versión ligeramente modificada de la vacuna", explica Ian Haydon.

De esta forma, recibió un refuerzo experimental compuesto por 25 microgramos de la vacuna de Moderna que se utiliza actualmente y 25 microgramos de una nueva vacuna adaptada a la variante B.1.351, que se detectó por primera vez en Sudáfrica.

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Haydon se ha vacunado el pasado 1 de abril, casi un año después de su primera dosis. Afortunadamente, su reacción no ha sido tan grave como los efectos secundarios de la segunda inyección, probablemente similares a los que la mayoría de la gente experimenta hoy en día tras su segunda dosis de la vacuna.

El día que recibió la vacuna de refuerzo le dolía un poco el brazo, y también experimentó fiebre baja, náuseas, dolores y fatiga, que duraron hasta el día siguiente, pero se volvió a recuperar tras unas 24 horas de efectos secundarios.

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La gente ha seguido la experiencia de Haydon en Twitter

Haydon admite que le ha sorprendido el nivel de compromiso de la gente que sigue su historia en las redes sociales. Como comunicador científico, se ha dado cuenta de que cada vez hay más gente que presta atención a las noticias científicas, especialmente cuando se trata del desarrollo de vacunas.

La atención que ha recibido ha sido abrumadoramente positiva, explica este joven de 30 años. Mucha gente se ha puesto en contacto con él diciendo que también les gustaría ser voluntarios para un ensayo de vacunas, a los que ha respondido que las oportunidades varían de una región a otra, y les anima a buscar estudios de investigación en sus zonas.

"Ha sido increíble ver cómo esto ha pasado de ser una vacuna experimental que yo estaba recibiendo y que nadie sabía si iba a funcionar, a observar cómo decenas de personas publican sus selfies de la vacuna cada día", afirma. "Es una sensación realmente genial ver que tiene un impacto real en el mundo", concluye.

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