Las expectativas de ventas récord de Inditex vienen con 2 'red flags': dudas por la presión salarial y el acecho de la Unión Europea a su fructífero modelo

El camino para Inditex pasa por su mejor momento. La dueña de Zara ha vuelto a la senda de los 90.000 millones de euros en capitalización bursátil –llevaba desde 2019 sin rozar un nivel así– y ahí no acaba todo. 

El empuje viene dado por el buen pronóstico que hacían los analistas de cara a la presentación de sus resultados anuales que se darán conocer el próximo 15 de marzo. 

El mercado asume así que se producirá un nuevo sorpasso a sus propias cifras. El grupo textil alcanzará un nivel récord de beneficios e ingresos, y lo hará a pesar del escenario inflacionario y la salida del capital mercado ruso.

Credit Suisse sostiene que la compañía presidida por Marta Ortega cerrará su ejercicio fiscal con un beneficio superior a los 4.100 millones de euros, un 26% más que el ejercicio récord que firmó Inditex en 2021. Las ventas rebasarían la barrera de los 32.700 millones –en su mejor ejercicio el nivel no llegó a los 29.000–.

Quién está detrás del histórico acuerdo de Inditex: del papel clave de Martín Godino a las entretelas de una negociación que despeja un conflicto laboral inédito

Pero este buen vaticinio viene con su particular letra pequeña. La entidad dibuja un mapa nada sencillo para la empresa y pone el ojo en la presión salarial tras su histórico pacto.

Tampoco es menor la presión medioambiental que llega con fuerza desde la Unión Europea y que choca con la naturaleza de Inditex: un paradigma económico tan capaz de generar unos beneficios equivalentes a 100.000 veces el salario medio de los españoles como de ser incapaz de hallar una alternativa verde a su exitoso modelo productivo. 

Inditex: un valor caro pero al límite y con un complejo 2023

El último tramo del año, el más importante para el sector, ha estado marcado para Inditex por los claros oscuros. 

Dario García, analista de XTB, sostiene que la compañía podría podría arrojar un incremento de hasta el 14% anual gracias al último cuatrimestre, el más fuerte en volúmenes para la compañía debido a las campañas de Black Friday, Navidad y rebajas de invierno. 

Sin embargo, la triunfante visión se deshace a medida que los ojos se posan en el actual 2023. 

Credit Suisse se mantiene firme en su postura y otorga al grupo la calificación de infraponderar –valorar por debajo de su valor de mercado– y lo hace pese situar su precio objetivo a 25 euros por acción desde los 21,5 euros anteriores. Es decir, para la firma, Inditex está casi 10.000 millones de euros por encima de su valor bursátil.

"Aunque los resultados puedan reflejar de nuevo cifras récord, el efecto de base para este año 2023 será complicado", apoya el analista de XTB. 

Analistas atentos a la presión salarial...

Fue el pasado jueves 9 de febrero cuando, tras más de 10 horas de negociación y hasta 3 recesos, Inditex y los sindicatos UGT y Comisiones Obreras salvaban los muebles al pactar un salario mínimo Inditex. El calado del movimiento frenaba la huelga federal prevista para el día siguiente. 

Así, el salario de unos 30.000 trabajadores parte ahora desde los 18.000 euros –un 19% por encima del SMI– en la categoría más baja hasta llegar a los 24.500 euros para la más alta. No obstante, el nómina de estos se compone por un fijo y un variable que también ha mejorado.

La magnitud de lo logrado se entiende mejor en que el alza salarial media se sitúa en un 20% para todos los trabajadores y supondrá un desembolso anual, bajo estimaciones sindicales, de 120 millones de euros, se trata de un 3,7% del beneficio que registró el pasado ejercicio 2021. 

Y el calado de este hito laboral mantiene atentos a inversores. Credit Suisse justifica en su análisis en que, a pesar de la fuerte temporada navideña, la posición de los competidores había crecido y los tipos de cambio eran adversos. Además, señala que la presión salarial había ido en aumento, después del incremento pactado con la plantilla de tienda en España. 

"La presión sobre los márgenes por costes salariales más altos, concretamente, tras el último acuerdo, podrían mostrar un crecimiento a lo largo de 2023 más ajustado de lo esperado", apoyan desde XTB.

Diego Morín, desde IG, va más allá y estima que lo logrado supondría en torno a un 9,5% de los costes operativos –unos 160 millones de euros–: "Puede ser una noticia que no termine de convencer al mercado. Veremos la capacidad que tiene el gigante textil para compensar dichos incrementos". 

Europa quiere un modelo más verde... 

 El Comisario de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevičius, dijo a Reuters la semana pasada que la Unión Europea anunciará a finales de este mismo mes sus propuestas para atajar la sobreproducción y el consumo excesivo de textil. El organismo quiere, en pocas palabras, que toda la ropa que se venda en el bloque sea "duradera y reciclable" para 2030.

Sobre cómo articular este camino, Sinkevičius explica que la intención del organismo es garantizar que las empresas sólo fabriquen el número de productos que necesitan. Sin embargo, no impondrá restricciones y deposita todo en la autorresponsabilidad de la industria.

De acuerdo a los datos que aporta la propia Unión Europea, en el Viejo Continente se desechan anualmente unos 5,8 millones de toneladas de productos textiles, lo que equivale a 11 kilogramos por persona. 

A este dato le sigue otro igual de preocupante: "Cada segundo se deposita en vertederos o se incinera un camión cargado de productos textiles en algún lugar del mundo". 

Prueba de ello, son los 900 millones de artículos enviados a un cementerio textil en Kenia desde todo el mundo. De ellos, casi 150 millones proceden de la Unión Europea, tal y como revela una investigación de la fundanción Changing Markets.

... que choca contra el fructuoso modelo de Inditex

Entre tanto, Inditex puso en el mercado 565.027 toneladas de prendas en 2021. Se trata del nivel más alto en la historia de la compañía y, a pesar de ello, el exitoso año fiscal que están a punto de dar a conocer podría revelar un número mayor. 

Por tanto, la dueña de Zara no parecen mostrar signos de ralentizar la producción, aunque sí de cambiar algunos procesos con el objetivo de reducir su impacto ambiental. Prueba de ello es la alianza con startups como Circ o la meta de ser una empresa libre de emisiones netas de carbono en 2040. 

Más parece enturbiarse el camino si se mira con detalle el cómo de su producción. El poliéster de fuentes más sostenibles se elevó a niveles nunca vistos: más 26.700 toneladas –el valor siempre se movió por debajo de 10.000–.

Lo que a priori podría ser positivo –por su sustitución por el proveniente del petroleo–, lo destierra Gema Gómez, directora ejecutiva de la plataforma Slow Fashion Next: "El reciclado tiene menos impacto energético, pero está cargado nivel de microplásticos. 

Estas pequeñas células siguen siendo un punto ciego crítico para la mayoría de la industria a pesar de las informaciones que inciden en los daños que causan en el medioambiente y la salud humana —incluyendo las investigaciones recientes que revelan el hallazgo de microplásticos en las placentas–. 

"Hacer las cosas menos mal no sostenible, es prolongar la agonía, eso no nos va a sostener en el mundo", defiende la experta. El modelo del fast fashion es todo lo contrario: basa su éxito en la producción masiva. 

La voz de Gómez se muestra firme: "Estamos generando un modelo económico de éxito pero que está obviando los límites planetarios y nuestra supervivencia en el futuro".