El camino al éxito financiero: Los 8 mandamientos que comparten los multimillonarios

¿Cómo piensan los ricos? Está claro que no todos los ricos son iguales ni piensan igual. Pero sí que comparten mucho en común y tienen patrones que son en parte responsables de esa situación financiera. 

Grant Cardone es emprendedor y ha sabido labrarse su propio camino saliendo de las adicciones hasta convertirse en multimillonario. Además de recibir ingresos de las 18 empresas que ha fundado, se dedica a contar la realidad que hay detrás del éxito y cómo llegar a él. 

En ese camino, que le llevó más de 20 años, aprendió a base de errores lo que sí y lo que no se debe hacer. Conoce a un muchas personas ultrarricas y ahora incluso es una de ellas. 

De sus relaciones ha aprendido que hay ciertos rasgos característicos que todos los multimillonarios comparten: 

1. No empieces diversificando

Diversificar inversiones es una muy buena estrategia. Sin embargo, la realidad que cuenta Cardone es que las personas más exitosas empezaron construyendo su patrimonio apostando por sus propios proyectos primero, para diversificar más tarde, cuando ya tenían cierta estabilidad 

Cuando Elon Musk vendió su primera empresa por 22 millones de dólares, usó el total de ese dinero para invertirlo en su nueva empresa: X.com, un servicio de banca online llamado.

Cuando se fusionó con PayPal, y ganó 180 millones de dólares de la venta a eBay, volvió a usar ese dinero para sus propios negocios como Tesla y SpaceX.

Por ello, la clave está en apostar primero por ti y por tu proyecto para crear una base sólida a partir de la que poder diversificar.

2. La deuda es para las empresas, no para las personas

Una cosa es la economía de la empresa y otra, la que tienes como persona. Cardone cuenta a CNBC que en los años que estuvo construyendo su patrimonio, siempre procuró no acumular deudas por compras que no eran estrictamente necesarias.

No hubo espacio para lujos ni caprichos. En vez de despilfarrar, invertía todo en su proyecto para generar aún más dinero. Él era su primer inversor.

Por el contrario, si tienes un negocio, sí puede ocurrir que necesites tener esa deuda. En este sentido, primero está la empresa y después la persona.

3. Una vivienda propia no siempre es la primera inversión

Tener una vivienda propia suele ser el primer objetivo de la mayoría de las personas cuando comienzan a tener cierto poder adquisitivo. Pero no suele ser el caso de quienes quieren ir más allá.

Una vivienda no siempre da el rendimiento que se espera y en muchas ocasiones es mejor priorizar antes otro tipo de inversiones.

4. Los bienes inmuebles de flujo de caja sí son una buena opción

No te confundas. Una cosa es comprar una vivienda residencial y otra invertir en bienes inmuebles comerciales. Estos proporcionan un beneficio mensual por el alquiler una vez saldados los gastos que son un activo importante para el patrimonio.

Además, llegarán a generar ingresos pasivos y son mucho más fáciles de vender que una vivienda residencial. La diferencia para Cardone reside en encontrar a un comprador que quiera vivir allí o a uno que busque rentabilidad.

5. Compra al por mayor

Ahorrar tiempo y dinero es un combo perfecto. Gastar más, pero conseguir un precio más bajo por unidad de producto suele ser siempre una buena opción.

Este pequeño hábito es algo aplicable también a la vida personal como consumido. Si es algo que vas a usar y que no tiene fecha da caducidad, compra al por mayor y ahórrate un dinero.

6. Invierte en tu red

Cardone explica que nadie que no le conozca ha invertido en él. Incluso para invertir en inmuebles, conocer a los vendedores le ha ayudado a que consideren su oferta por encima de otras.

La clave está en que la gente te conozca para que realmente confíe en ti y en tu potencial, lo cual te brindará más oportunidades. Por ello, es necesario invertir tiempo y esfuerzo en crear esas redes de conexión que te ayudarán a llegar a donde quieres.

7. Nunca es suficiente

Hablando con su entorno, Cardone ha llegado a la conclusión de que hay algo que todas las personas más ricas comparten: nunca están satisfechos. Cuando han logrado un objetivo van a por el siguiente y así sucesivamente. 

La ambición es uno de los factores determinantes: la búsqueda constante. Al fin y al cabo, esto les hace pensar a lo grande, ser intrépidos e inconformistas, lo cual hace más fácil llegar a la riqueza.

8. Tú no puedes hacerlo todo

Lo único que no se puede comprar es el tiempo y justo por eso vale oro. Y los ricos lo saben. Por eso es tan importante aprovecharlo y no perderlo con cosas innecesarias.

La realidad es que no puedes controlar cada pequeño detalle y no se te va a dar bien todo, por ello es necesario priorizar y delegar en un equipo de trabajo de confianza que no te haga perder el tiempo que no tienes.