Las órdenes de vuelta a la oficina son ridículas, innecesarias y, en algunos casos, incluso crueles

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La vuelta a la oficina es ridícula innecesaria e incluso cruel.

Brooks Kraft LLC/Corbis via Getty Images

  • He trabajado desde casa prácticamente desde que empecé mi carrera profesional, así que considero que los mandatos de vuelta a la oficina son ridículos, innecesarios y crueles.
  • Estas políticas no tienen nada que ver con la productividad o con la mejora de las reuniones, se trata de garantizar que la empresa se convierta en el centro de tu vida.

Teletrabajo desde casa y lo he hecho durante casi toda mi carrera profesional. Así que puedo decir por experiencia que los actuales mandatos de las empresas de vuelta a la oficina son ridículos, innecesarios y, en algunos casos, incluso crueles.

Los directores generales pretenden con la llamada a las oficinas de sus empleados agitar una varita mágica con la que accionar el hechizo de la "productividad". 

Sin embargo, lo que realmente está ocurriendo tiene muy poco que ver con la productividad, donde los datos sobre el impacto del trabajo de oficina frente al remoto son contradictorios o inexistentes

Incluso Amazon, una empresa a la que le falta poco más que un altar donde rendir culto a los datos, y se siente orgullosa de ello, ha admitido que su mandato de retorno no se basa en datos, sino que fue una decisión tomada a "juicio" de los directores.

La desagradable lucha por el regreso a la oficina

Así se lo dijo el consejero delegado Andy Jassy a sus empleados después de que 30.000 de ellos le pidieran que no trastocara la vida de los que no vivían cerca de las oficinas asignadas. En lugar de eso, les amenazó con despedirles si no se mudaban para poder sentarse en las mesas de las oficinas 3 días a la semana.

La compañía de reparto también explicó que la decisión la habían consultado con entre 60 y 80 directores generales de otras empresas y "prácticamente todos ellos" preferían que los empleados volvieran a la oficina.

El deseo de los CEO de ver a sus empleados charlando por los pasillos tiene poco que ver con ser productivo en el trabajo y sí tiene todo que ver con estar nerviosos por una aparente falta de control.

Lo que es aún más ridículo es que intenten hacer por la fuerza lo que ocurriría de forma natural si simplemente acompañasen a su plantilla pospandémica y adoptaran buenas prácticas de gestión para evolucionar con ella.

Andy Jassy, director ejecutivo de Amazon.
Andy Jassy, director ejecutivo de Amazon.

Mike Blake/Reuters

Las otras cosas que impulsan los mandatos de retorno a la oficina

En realidad, los mandatos de retorno a la oficina están motivados por una mezcla de otras cosas. 

Por un lado, los directores generales y los directores financieros se enfrentan a grandes gastos en oficinas corporativas que permanecen vacías o son demasiado grandes. Así que la primera razón de este cambio en las políticas de la empresa puede explicarse como si fuese la rabieta de un padre: ¡estoy pagando por este sitio tan lujoso y tú no lo estás apreciando ni usando como es debido!

Otra razón muy comentada es que nada supera la conexión humana de estar juntos en una sala de reuniones. Incluso el director general de Zoom, que también estableció un mandato de vuelta a la oficina, ha dicho —paradójicamente— que esas conexiones no pueden reproducirse mediante videollamadas.

Como alguien que trabaja totalmente a distancia, puedo dar fe de que existen importantes beneficios en que los empleados se vean cara a cara. Sin embargo, también creo que eso puede lograrse con una reunión ocasional de todos los empleados.

Mark Zuckerberg, CEO de Meta (matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp)

Incluso en las empresas en las que el personal está en la oficina, los trabajadores utilizan las videollamadas para la mayoría de sus reuniones. 

Los compañeros de equipo no están todos en la misma oficina al mismo tiempo, aunque algunos se desplacen a ella. Los que están en Madrid, no pueden simplemente entrar en reuniones con los que están en Nueva York, India o China. España, al igual que Estados Unidos, es grande y el mundo empresarial es global.

El campus de Facebook incluye áreas de recreamiento y actividad social.

Robert Johnson/ Business Insider

Resultados, no aportaciones

En realidad, lo que quieren los directores generales es pasearse por sus oficinas y ver a los que están bajo su control —los empleados— trabajando duro.

Sin embargo, si un directivo solo percibe que un trabajador está cumpliendo con sus tareas a menos que lo vea con sus propios ojos, tenemos un gran problema. Los estudios demuestran que es mejor evaluar el rendimiento de los empleados en función de los resultados, no de las aportaciones visibles. 

Algunas de las consideraciones a los que los CEO están prestando atención son, por ejemplo: hasta qué hora se queda el personal en la oficina o si es divertido pasar el rato con ellos. Las empresas mejor gestionadas son las que se centran en lo que pueden medir mejor desde lejos: el trabajo que realmente hacen los empleados.

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Los CEO quieren volver a los días en los que existía una cultura "fuertemente presencial" para aquellos "a los que les gusta trabajar en oficinas", como publicó recientemente Mark Zuckerberg, CEO de Meta, en Threads.

Lo que Zuckerberg quería decir realmente es que la empresa es tu vida. No solo haces el trabajo, también comes allí, haces ejercicio allí y realizas tus aficiones en el campus. Es el centro de tu vida social.

Ahora bien, algunas investigaciones muestran que este tipo de apoyo es especialmente útil para los que empiezan su carrera profesional. Pero también hay investigaciones, como el estudio de Stanford de 2014, que muestran que las largas horas en la oficina en realidad reducen la productividad de la mayoría de los trabajadores.

Así que no es la productividad lo que mejora cuando una empresa se convierte en la vida de un empleado. Es la dependencia y la retención. Abandonar un trabajo de este tipo significa poner patas arriba toda tu vida.

Conozco muchas culturas empresariales en las que los empleados temen hablar de compaginar el trabajo con el cuidado de un padre anciano o de los hijos. 

Los mandatos de vuelta a la oficina obligan cruelmente al personal en estas situaciones a elegir la carrera profesional por encima del resto de su vida a fin de seguir teniendo reuniones por vídeo en escritorios compartidos y la comida en una cafetería cutre. Obliga a los empleados a trasladarse innecesariamente y a pasar horas cada semana en largos desplazamientos que emiten carbono.

Los empleados de Yahoo acuden a una reunión en las oficinas de Santa Mónica, California.

AP

Deja que ocurra de forma natural

Al fin y al cabo, los seres humanos somos criaturas sociales. Con el tiempo, el entorno laboral de una oficina volverá a ser un centro social de forma natural, sin mandatos condicionados que carecen de datos e investigación que los respalden.

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La gente en las oficinas hará amigos de forma natural, tendrá más tiempo cara a cara con el CEO y otros jefes. Muchos se trasladarán más cerca de las oficinas por estas mismas razones.

Las empresas que hagan un buen trabajo apoyando el trabajo remoto obtendrán con el tiempo lo mejor de ambos mundos: una reserva de talento ilimitada, más diversa y un entorno de oficina vibrante. Obligar ahora a los empleados a volver a la oficina es un error.

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