Nueva era en la moda: precios más altos, adiós a las devoluciones gratis y un cambio de modelo en la venta online y la gestión del 'stock'

El escaparate de una tienda de ropa en el centro de Madrid

Primero fue Inditex, luego Primark. Fueron los primeros grandes players de la moda que decidieron acometer subidas de precios ante la escalda sistemática de los costes de producción aún a riesgo de perder su posición en un mercado competitivo como pocos. 

Ahora, la medida se extiende al resto del sector: el 82% de las empresas españolas de moda contemplan subir sus precios en España en el presente ejercicio, según el barómetro que realiza conjuntamente Veepee y Modaes. 

La cifra, inédita en el sector, evidencia una nueva realidad: la de una industria tocada por la inflación y en la que el contexto macroeconómico derivado de la guerra de Ucrania se ha materializado en una aumento del coste del transporte, la energía y las materias primas. 

El cambio frente a 2021 es incontestable. El pasado año, solo un 9% de la industria daba por segura una subida de precios y un 57% hablaba de estabilidad de los mismos. En el presente año, esta proporción baja hasta el 18%.

 

Así, la situación geopolítica internacional se cuela entre las preocupaciones del sector en el que más de la mitad –55%– contempla un impacto duradero en la moda. A pesar de ello, el 75% de las empresas sí prevén una evolución positiva de su negocio

Este optimismo es se traslada también a la creación de empleo: casi 2 de cada 3 grupos del sector prevén aumentar su plantilla este año, pero el contexto previo enfría esta realidad.

De 2014 a 2017, más del 60% de las empresas habían reforzado sus equipos para hacer frente a su crecimiento. En 2018, pese a ser un buen año, se registró el peor dato de los últimos años prepandemia, cuando sólo el 50% de las empresas había incrementado su plantilla. 

En 2019, la tasa mejoró hasta el 54%. Ahora, la cifra de empresas que incrementa su plantilla no pasa del 49% y la acompaña un 9% que la redujo. 

El marco actual empuja a nuevas normas en las compras online...

Moda en Instagram.

El online ha llegado para quedarse, aunque lo hará de forma más moderada tras el boom experimentado durante la pandemia. 

De hecho, las principales empresas nacionales lo sitúan como el canal más importante a medio y largo plazo, pero la proporción que así lo considera cae 9 puntos porcentuales, hasta el 37%.

Aún con ello, el modelo está más que asentado. Hasta el punto que el grueso (60%) de las compañías concentraron en el canal online el 10% de sus ventas en el ejercicio 2021. La tasa supera en 2 puntos porcentuajes a la de 2020.

Pese a que la previsión de la industria es que la senda alcista en la facturación online continúe en el presente ejercicio, las normas del comercio online parecen ser otras. 

El 65% de las compañías del sector cobran ya por los envíos online en algunos casos y otro 9% lo hacían siempre. No goza de tanta popularidad la opción de cobrar por las devoluciones: lo hacen un 49% de las empresas, aunque un 27% ya lo contempla.

Sin embargo, no parece tan lejana la decisión. Inditex, el gigante patrio del sector, ya ha comenzado a cobrar los retornos de producto en ciertos supuestos. 

Zara, su buque insignia y una de las tiendas que más vende de España, ya cobra 1,95 euros en 30 mercados por cada devolución de compras por internet y cuya recogida se efectúe desde el domicilio del cliente o en puntos de entrega. La medida, de momento, no se ha tomado en nuestro país. 

La otra cara de los resultados de Inditex: el aumento del nivel de inventario aprieta las tuercas de su joya logística y anticipa un cambio de modelo

Por otro lado aparece El Corte Inglés, que no cobra la devolución si se hace en tienda o en un punto de recogida de Correos, pero sí si el cliente quiere que se lo recojan en su casa. En este caso, el usuario debe pagar 7,90 euros. El precio se eleva a 30 euros si el producto pesa más de 15 kilos.

Ante el marco económico actual, la medida intenta blindar el margen de las compañías y derivar ese sobcrecoste a los usuarios.

"Parece ser que estamos en un cambio de paradigma en el cual las nuevas estrategias de precios permitirán aplicar políticas adecuadas al boom y consolidación del online en el que nos encontramos", explicaba Anja Brehm, directora general de Veepee en España. 

.... pero también en la gestión de los inventarios

Central de Inditex

Reuters

Cuando parecía que 2021 había dejado atrás la crisis de suministros tras el parón productivo de la pandemia, la invasión rusa de Ucrania ha colocado un nuevo escollo en el camino.

La subida de precios, sumada a las nuevas estrictas políticas de COVID 0 del Gobierno chino, han provocado que los gigantes hayan tenido que reformular su cadena de suministro(supply chain) para fortalecerse ante disrupciones futuras, mejorar su eficiencia o impulsar la sostenibilidad.

Por ello, el 71% de las empresas afirman haber tomado decisiones relevantes en torno a su política de aprovisionamiento.

Entre ellas, la que ha ganado más peso —un 40%— ha sido la producción en cercanía, pero también tener menos proveedores (18%). Producir menos (pero acertando con lo que se fabrica) es otra de las palancas relevantes de las compañías (17%)

Un camino inverso ha sido el elegido por Inditex y así lo evidencian sus últimos resultados, en los que el grupo ha aumentado hasta niveles nunca vistos su nivel de inventario por temor a tensiones en la cadena de suministro.

A 31 de julio 2022, el volumen de existencias se había disparado un inédito 43% interanual, hasta 3.672 millones de euros. El viraje estratégico ya es un hecho: el grupo se aleja de su esencia y compra y guarda más producto que nunca. 

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