Ha comenzado el mayor experimento de 'dogfooding' de Silicon Valley… y las implicaciones son enormes

Alistair Barr
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Un montaje de un perro sujetando una lata de comida para perros.

Tom Kelley Archive/Getty

  • Las grandes tecnológicas están probando internamente herramientas de inteligencia artificial en un experimento masivo de dogfooding .
  • Los resultados de estos experimentos podrían cambiar el funcionamiento de estas empresas e influir en el mercado laboral de su sector: Google ha lanzado un modelo de programación para sus trabajadores y Microsoft ha puesto en marcha Copilot.

El concepto de dogfooding se aplica al proceso en el que las compañías tecnológicas prueban herramientas o dispositivos que ellos mismos han desarrollado con sus propios empleados. Antes de intentar que otra persona se coma el plato que has preparado, es mejor probarlo tú primero, al menos eso es lo que piensa Silicon Valley.

También es una forma estupenda de detectar problemas y hacer retoques antes del lanzamiento definitivo de un producto. El trabajador de Google Anthony Vallone explicaba este enfoque en una publicación de 2014.

"El dogfooding es una parte importante de nuestro proceso de pruebas", aseguró. "Este feedback interno ha cambiado, en muchas ocasiones, el diseño del producto".

Una década después, Silicon Valley se está embarcando en el mayor experimento de dogfooding de su historia. Se trata de que las grandes tecnológicas cojan sus grandes modelos lingüísticos —LLM, por sus siglas en inglés—y sus herramientas de inteligencia artificial generativa y los pongan a trabajar dentro de sus propias organizaciones.

Las implicaciones son enormes. Estas pruebas ayudarán a decidir el éxito real de los productos de IA en la práctica. De ello dependen los miles de millones de euros invertidos. Los resultados también podrían cambiar el funcionamiento interno de las empresas tecnológicas y el número de ingenieros que estas necesitan. Millones de puestos de trabajo están en juego.

¿Una "gallina de los huevos de oro" de la inteligencia artificial?

La presidenta de Google, Ruth Porat, lo dio a entender durante su reciente llamada con los accionistas posterior a la presentación de resultados de la tecnológica, en la que habló de "racionalizar las operaciones en todo Alphabet mediante el uso de la IA". 

Hugh Langley, de Business Insider, captó la indirecta y ha informado acerca de un nuevo modelo de inteligencia artificial que Google ha puesto en marcha internamente de forma discreta. Se llama Goose —Ganso, en español— y está diseñado para ayudar a los empleados de Google a programar código fuente mejor y más rápido.

Los copilotos de Microsoft

Microsoft acaba de embarcarse en otro gran experimento interno parecido al de Google. Ashley Stewart, también periodista de este medio de comunicación, publicaba recientemente que el gigante tecnológico ha estado implantando su nueva actualización de Microsoft 365, Copilot AI, entre sus trabajadores.

Sam Altman, CEO de OpenAI (izquierda), junto a Satya Nadella, director ejecutivo de Microsoft.

De ese modo, un gran equipo de Microsoft habría organizado recientemente un "hackathon" con la intención de poner al día a sus propios empleados acerca de las últimas técnicas de desarrollo de IA, según Stewart.

Una buena forma de convencer a los consumidores

La promesa de los LLM y la inteligencia artificial generativa radica en que el software será tan bueno automatizando tareas que, o bien las compañías producirán productos mucho más rápido, o bien fabricarán la misma cantidad de productos con muchos menos trabajadores. O ambas.

Las grandes tecnológicas quieren vender herramientas de IA para ayudar a empresas, desarrolladores, anunciantes, creadores y otros clientes a alcanzar este nuevo nirvana de la productividad. ¿Qué mejor forma de convencer a los consumidores que mostrándoles cómo ellos mismos han utilizado la inteligencia artificial para agilizar sus propias operaciones?

Un signo de interrogación sobre las futuras contrataciones

Si esta tecnología de IA está a la altura de las expectativas, podríamos ver cómo miles de programadores de software y otros oficinistas muy bien pagados pierden su empleo. También cabe la posibilidad de que los empleados actuales conserven sus puestos y produzcan mucho más.

En cualquier caso, ahora mismo existe una gran expectación acerca de lo que va a ocurrir con los empleos tecnológicos muy bien remunerados. En las dos últimas décadas se ha producido un auge del empleo en todo el sector, pero los próximos 20 años parecen menos halagüeños en ese sentido.

Si estas pruebas de dogfooding salen bien, es probable que en el futuro las tecnológicas no necesiten contratar a tantos trabajadores.

 

Por ejemplo, el año pasado, Urs Hölzle, veterano en infraestructuras de Google, afirmó en un correo electrónico interno que la compañía iba a utilizar la automatización para "encontrar formas más eficientes de hacer las cosas". Eso incluía reducir la proporción entre ingenieros de fiabilidad de páginas web e ingenieros de software.

El año pasado se produjeron decenas de miles de despidos en el sector tecnológico en Estados Unidos. Sin embargo, las grandes tecnológicas siguen teniendo muchos empleados muy bien pagados.

A finales de 2023, Google tenía 182.502 trabajadores. Una cifra que es inferior en algo menos de 8.000 personas con respecto a la del año anterior. Por su parte, Microsoft tiene más de 200.000 empleados.

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