Queda solo un mes para las elecciones del 28M: los candidatos empiezan a tomar posiciones más allá de la vivienda

La maquinaria electoral ya está en marcha. Queda solo un mes para que millones de españoles desfilen hasta las urnas para votar a sus candidatos en las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo de 2023. La campaña electoral arrancará oficialmente el próximo viernes 12 de mayo, si bien el Congreso y el Senado ya han sido escenario de algunos lances propios de estos tiempos.

Con los comicios locales y autonómicos de finales de mayo se reabre un período electoral con relativa normalidad. El ciclo político que se inauguró en 2014 con la potente irrupción de nuevas fuerzas en Cortes, alcanzó su cenit a principios de 2020, cuando se configuró el primer Gobierno de España en colaboración con PSOE y Unidas Podemos como protagonistas.

En estos años se ha visto de todo: la primera moción de censura que culmina con éxito en la historia de la democracia, carreras fugaces de ministros y abruptos finales a trayectorias políticas. También cotas de violencia interna en organizaciones políticas hasta ahora nunca conocidas, y guerras abiertas en la disputa por el liderazgo de los grandes bloques ideológicos del Hemiciclo.

Con las elecciones del 28 de mayo el Ejecutivo de Pedro Sánchez también se someterá a su primer examen real —tras 2 infructuosas mociones de censura presentadas por Vox—, al margen de las polémicas por las predicciones del CIS y el resto de empresas demoscópicas. Se pondrá nota a una legislatura que, por otro lado, ha sido de todo menos tranquila.

El propio Sánchez ha llegado a ironizar sobre ello. Desde que empezara la legislatura, el Gobierno ha lidiado primero con la pandemia del coronavirus, después con el estallido de una guerra en Ucrania y, en consecuencia, una crisis inflacionaria. "Salvo una invasión zombi, este Gobierno ha tenido que enfrentarse a situaciones inéditas", bromeó el año pasado.

Esta convocatoria de municipales y autonómicas —habrá urnas en Aragón, Asturias, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Extremadura, Islas Baleares, Madrid, la Región de Murcia, Navarra y La Rioja— será seguida de unas generales a finales de 2023 y de unas europeas en 2024.

El Congreso aprueba la ley de vivienda, uno de los últimos tantos del Gobierno antes del examen electoral de mayo

No todas las fuerzas llegan a esta cita en las mismas condiciones. Mucho ha cambiado desde 2019, cuando las Cortes estuvieron prácticamente paralizadas todo el curso debido a la imposibilidad de lograr un acuerdo de investidura tras las elecciones de abril de ese año y la consecuente repetición electoral en noviembre.

Entonces, Podemos lideraba su espectro ideológico. Hoy el bloque está disputadísimo, con la irrupción de Sumar y todas las controversias que ha suscitado la sucesión del exvicepresidente Pablo Iglesias, hoy tertuliano y directivo de medios. También en el ala progresista, los socialistas siguen con expectación este culebrón, conscientes de que les puede ir un futuro gobierno en ello.

Al otro lado de la bancada está un PP ahora liderado por Alberto Núñez Feijóo que trata de recomponerse tras la crisis orgánica que la candidata a la Comunidad de Madrid y presidenta regional Isabel Díaz Ayuso mantuvo con el que fuera su presidente, Pablo Casado. Ciudadanos trata de salvar los muebles mientras Vox confía en mejorar su asalto a los municipios.

Aunque las elecciones municipales y autonómicas tengan radicales diferencias con las generales, extrapolar tendencias es inevitable y menos cuando en este caso concreto lo que está sucediendo a nivel general afectará irremediablemente a nivel local. 

Por ejemplo, los partidos que se agrupan en Sumar y Podemos se disputan el apoyo electoral de Yolanda Díaz. Otro: Sánchez ha impulsado la cuestión de la vivienda en la agenda política a escasos días de las municipales, cuando esta es una problemática sobre la que se comenzó a debatir en primera línea hace 2 años y atraviesa fundamentalmente a los núcleos urbanos.

La vivienda seguirá marcando la precampaña durante varias semanas, pero los problemas locales se abrirán paso

El mantra de las elecciones municipales es que en estas citas pesa más la realidad más cercana, la local. Sobre las siglas de los partidos priman los candidatos, y el conocimiento y cercanía que el electorado tenga de los mismos. En palabras del expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, "es el vecino el que elige al alcalde".

No todos los pueblos y ciudades del país afrontan igual esta cita, de la misma manera que no todos comparten los mismos problemas. Pero la tensión con la vivienda, la presión del turismo en determinadas capitales, o la sequía se han convertido en un factor aglutinante que atraviesa a muchas realidades, tanto urbanas como rurales.

El Gobierno es consciente de ello. Por esa razón, aprovechando el desbloqueo de la ley de la vivienda —se aprobó este jueves en el Congreso y se remitirá al Senado, con lo que su aprobación podría coincidir prácticamente con la apertura de urnas en caso de que el Senado no apruebe nuevas enmiendas— ha dado alas a las fuerzas del Ejecutivo.

Por el momento son los socialistas quienes han tomado la delantera, recibiendo de esta manera incluso críticas de sus propios socios de Gobierno. Ione Belarra, días atrás, advirtió que muchas de las promesas de Sánchez sobre vivienda pública tienen más que ver con la precampaña que con propuestas estructurales.

Sánchez, además del desbloqueo de esta ley, ha anunciado en los últimos días la movilización de 183.000 viviendas públicas entre el desbloqueo de suelos, la inversión en créditos ICO y la reactivación del stock inmobiliario de la Sareb, el conocido como banco malo.

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Será de esperar que los candidatos autonómicos y municipales del PSOE continúen esta estrategia que se ha cocinado en la Ejecutiva Federal del partido. De la misma manera que, si se hubiese desbloqueado en el Congreso la ley Darias, hubiese sucedido lo mismo en el plano autonómico: la sanidad es uno de los buques de batalla en esta contienda electoral, especialmente en Madrid.

La precampaña y la campaña serán especialmente tensas en feudos del PP y grandes capitales, como suele ser habitual. En la Comunidad de Madrid, por ejemplo, el liderazgo de la oposición ya no es tan evidente. 

Tras la extraordinariamente breve legislatura —Ayuso adelantó elecciones a mayo de 2021, pero el estatuto de autonomía exige que las regionales se convoquen de nuevo— Más Madrid puede volver a reeditar su sorpasso al PSOE que ya protagonizó entonces. En Cibeles, el Ayuntamiento de Madrid podría volver a ser del PP tras una eventual desaparición de Ciudadanos y ascenso de Vox.

En Barcelona Ada Colau tendrá que someter a examen su papeleta, que por tercera vez consecutiva incluirá su rostro. Lo hará en un momento en el que uno de los discursos que más están calando en el electorado es el de la supuesta inseguridad en la Ciudad Condal. En la carra electoral estarán ERC y el PSC, y Ciudadanos tendrá que vérselas con el fruto de una escisión, Valents.

Lo que también cabe esperar durante las próximas semanas es ver constantes cruces de acusaciones y denuncias ante las juntas electorales. Por lo pronto, en apenas unas semanas, la Junta Electoral ya ha dado varios toques de atención. Al PP de Madrid por uso de carteles, al alcalde de Valladolid por una rueda de prensa, al PP extremeño por un mal uso de las redes sociales...

También a la propia ministra portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez. Este organismo entendió que Isabel Rodríguez hizo uso de la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros para cargar contra el PP haciendo declaraciones "electoralistas". Lo que está fuera de toda duda es que estas no serán las únicas resoluciones de la JEC que se conozcan en los próximos días.