Rubén Pérez Correa, secretario de Estado de Juventud: "Hace falta dotar de presupuesto y recursos a las políticas para los jóvenes"

El secretario de Estado de Juventud e Infancia, Rubén Pérez Correa, en un momento de la entrevista.
El secretario de Estado de Juventud e Infancia, Rubén Pérez Correa, en un momento de la entrevista.

Pablo Moreno Arriero

  • "Para nosotros, el hecho de que se constituya este Ministerio es un hito histórico", celebra el secretario de Estado de Juventud e Infancia, Rubén Pérez Correa, en una entrevista con Business Insider España.
  • Pero para que el papel del nuevo Ministerio de la Juventud no se quede en la esfera del simbolismo hace falta algo muy mundano: dinero. 

Para solucionar un problema, primero hace falta reconocer que hay un problema. La creación de un Ministerio dedicado exclusivamente a la Juventud y la Infancia refleja la apuesta clara del Gobierno por visibilizar el panorama al que se enfrentan los jóvenes en España. Un panorama muy crudo, donde nociones básicas de la vida adulta como emanciparse o tener un empleo digno suenan a utopía. 

"Para nosotros, el hecho de que se constituya este Ministerio es un hito histórico. Nunca ha existido formalmente un ministerio que agrupara Juventud e Infancia", celebra el secretario de Estado de Juventud e Infancia, Rubén Pérez Correa, en una entrevista con Business Insider España. Esta nueva cartera recoge lo que era la antigua Dirección General de Infancia, que dependía del Ministerio de Derechos sociales, y que también recoge el Instituto de la Juventud (Injuve).

Pero además de crear un ministerio, hace falta dotarlo presupuestariamente.

La mera configuración del Ministerio ya es una apuesta por transversalizar las políticas de juventud y de infancia en el conjunto de la acción de gobierno. Antes, no había una cartera que centralizara estas políticas, sino que éstas se gestionaban en uno u otro ministerio en función de la temática. Por ejemplo, es el Ministerio de Vivienda el que gestiona el Bono joven de alquiler, mientras que el Bono joven cultural lo administra el Ministerio de Cultura. 

A partir de ahora, todas estas políticas pasarán también por el Ministerio de Juventud. "Nuestro objetivo es funcionar como piedra de toque permanente con un conjunto de ministerios que también tienen competencias en materia de política juvenil", aclara Pérez Correa. Es el caso de los ya citados, Vivienda y Cultura, pero también Educación o el Ministerio de Trabajo, por ejemplo.

Pero para que el papel del nuevo Ministerio de la Juventud no se quede en la esfera del simbolismo hace falta algo muy mundano: dinero

"Hace falta colocar también las cuestiones sobre infancia y juventud en una realidad: la necesidad de dotar de presupuesto y recursos a las políticas de infancia y juventud, y avanzar en su marco normativo y legislativo", subraya Pérez Correa.

Varios jóvenes hablando en una mesa.

En el Ministerio lo saben, y aprovechando la elaboración de los Presupuestos Generales de 2024 le han enviado una propuesta expansiva al Ministerio de Hacienda (que es el que corta el bacalao de los presupuestos).

La principal apuesta es el hecho en sí de la configuración del Ministerio: "esto ya obliga a tener un presupuesto". Ahora hace falta que ese presupuesto responda a las aspiraciones del Ministerio, y también a las necesidades del colectivo joven. 

"Nosotros hemos elaborado un presupuesto para el Ministerio", explica Pérez Correa. Se trata de "una propuesta presupuestaria expansiva, pero todo dentro de la negociación con el Ministerio de Hacienda y habrá que esperar al cierre. Pero nosotros queremos que sea un presupuesto suficientemente importante".

El secretario de Estado de Juventud e Infancia, Rubén Pérez Correa, durante la entrevista con 'Business Insider España'.
El secretario de Estado de Juventud e Infancia, Rubén Pérez Correa, durante la entrevista con 'Business Insider España'.

Pablo Moreno Arriero

El Gobierno es consciente de las reclamaciones lanzadas desde diferentes organismos respecto a la situación de los jóvenes, un colectivo que lleva años arrastrando un golpe tras otro, crisis tras crisis, y cuyas consecuencias se reflejan en su situación en el mercado laboral, en sus ingresos o en la capacidad de acceso a una vivienda. 

No ayuda el haber sufrido tres crisis: la financiera, el COVID-19 y la derivada de la guerra en Ucrania. Tres golpes, uno detrás de otro, en plena etapa formativa o en su entrada al mercado laboral. 

Cada vez que hay una crisis, el mercado laboral se lleva un golpe del que luego tarda en levantarse. Y llevamos 3 crisis en poco más de una década. "Ya tenemos generaciones con 2 crisis a sus espaldas, y ahora ha llegado la tercera", cuenta Marcel Jansen, profesor titular de Economía en la Universidad Autónoma de Madrid e investigador asociado en Fedea.

Jansen explica cómo entonces se produce un efecto cicatriz: "cuando entras en un mercado laboral en crisis tienes peores condiciones laborales, pero las cohortes que entran después siguen entrando en peores condiciones. Esto lleva a un proceso de continuo deterioro de la situación para los jóvenes".

En el caso de la vivienda, por ejemplo, el drama habitacional siempre ha estado ahí, pero el panorama cada vez pinta peor. En 2008, el 26% de los menores de 29 años podía independizarse. Ahora, sólo un 15,9% reside de manera independiente, según datos del Consejo de la Juventud de España (CJE), que también avisa de que, desde 2022, por primera vez en la historia la edad media de emancipación en España supera los 30 años. 

Teniendo en cuenta que el propio CJE considera joven a aquellas personas de entre 16 y 29 años, esto significaría que los jóvenes no se emancipan; solo se emancipan cuando dejan de ser jóvenes.

Jóvenes

Dentro de los planes presupuestarios del nuevo ministerio, Pérez Correa explica que habrá una partida presupuestaria importante de la mano de los fondos europeos, especialmente de programas relacionados con competencias digitales. 

Concretamente, hay que completar unos 222 millones de euros de los fondos europeos de competencias digitales. "Eso para nosotros ya es un compromiso importante de consignación presupuestaria", añade. También se contempla un incremento de la financiación para el CJE e incrementos en otros programas económicos.

"Nosotros siempre decimos que uno de los objetivos es que así como se entiende la existencia de otros ministerios y van transitando a lo largo de los sucesivos gobiernos, pues que pase un poco también con este; que se entienda la estrategia de este gobierno y que sea suficientemente entendible para que haya un consenso también amplio en políticas de infancia", añade.

Esto es algo que ya se ha conseguido a través de consensos, como la Ley Orgánica de Protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia, que entró en vigor en junio de 2021.

"Esperamos que la propuesta final de presupuesto incluya todas estas propuestas, porque obviamente la política de infancia y juventud se consigna políticamente y creemos tener un compromiso, pero obviamente tiene que tener también desarrollo presupuestario para que se pueda llevar adelante", confía el secretario de Estado.

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