Por qué la moda de invertir en IA no se parece en nada a la burbuja de las puntocom

George Glover
| Traducido por: 
Wall Street

Reuters

  • Algunos analistas han comparado la moda de la inversión en inteligencia artificial con la burbuja de las puntocom. 
  • La explosión de interés por avances como ChatGPT ha impulsado las acciones de las principales tecnológicas estadounidenses a ganancias masivas. 
  • Sin embargo, estas empresas no están ni de lejos tan sobrevaloradas como sus equivalentes a finales de los noventa. 

El auge de la inteligencia artificial provocó el año pasado un repunte bursátil y algunos detractores no tardaron en compararlo con la burbuja de las puntocom de finales de los noventa, que acabó explotando y afectando a toda la economía.

Esa comparación ha vuelto a la palestra a principios de 2024. Los grandes valores tecnológicos han perdido cientos de miles de millones de dólares en capitalización bursátil y los operadores se enfrentan a la idea de que el frenesí alimentado por el ChatGPT podría no durar para siempre. 

Pero una métrica de valoración clave muestra que no tiene sentido comparar a las actuales 'Siete Magníficas' (nombre que reciben el conjunto de las acciones de empresas de Apple, Microsoft, Alphabet, Amazon, Meta, Nvidia y Tesla) con sus equivalentes de finales de los noventa. 

Comparaciones entre puntocom

Las 'Siete Magníficas' fueron las principales ganadoras del auge de la inteligencia artificial, y sus ganancias estelares impulsaron el Nasdaq 100, el índice bursátil especializado en empresas tecnológicas, un 54% en 2023. 

Fue uno de los mejores años en la historia de este índice. Los analistas más escépticos han comparado el repunte con el ciclo de auge y caída de los valores tecnológicos más importantes que tuvo lugar a finales de la década de 1990. 

Entre 1995 y 2000, el entusiasmo por el auge de Internet hizo que los precios de las acciones tecnológicas estadounidenses se dispararan, pero en los dos primeros años del siglo XXI, el hundimiento del mercado acabó con todas esas ganancias. Empresas fallidas como Pets.com y Webvan, casos muy populares en Estados Unidos, pasaron a simbolizar la excesiva confianza que llegaron a tener estos inversores.

En mayo de 2023, Michael Hartnett, de Bank of America, dijo que la inteligencia artificial había inflado una "burbuja bebé" en el mercado de valores, y Art Cashin, de UBS, advirtió de que la burbuja en las tecnológicas podría ser "una nueva versión en miniatura de las puntocom". 

Cuatro meses después, Rebellion Research comparó el precio de las acciones del fabricante de chips Nvidia, que el año pasado alcanzó una valoración de un billón de dólares, con la crisis de los tulipanes que se produjo en Holanda en el siglo XVII

"Los inversores deben actuar con cautela", afirman los especialistas, que añaden que aún está por ver hasta qué punto la inteligencia artificial puede ser "práctica y rentable" para las empresas cotizadas. 

La cotización de las 'Siete Magníficas'

Pero un vistazo a la actual relación precio-beneficio de las 'Siete Magníficas' demuestra que ahora mismo no tiene sentido comparar la actual emoción por la inteligencia artificial con la burbuja de las puntocom.  

Los inversores utilizan los ratios PER (price to earnings ratio, relación precio-beneficio en español) para comparar el precio de las acciones de una empresa cotizada con sus beneficios por acción y determinar si la empresa está valorada de forma justa. 

En una nota de investigación publicada el viernes, Capital Group señalaba que el índice Nasdaq 100, con un alto componente tecnológico, tiene actualmente un PER medio de 32,5, como se puede ver en este gráfico. Los siete valores principales representan el 59% del índice. 

En el punto álgido de las puntocom, el índice tenía un PER mucho mayor, de 80,1, lo que sugiere que las acciones estaban mucho más sobrevaloradas. Además, sus siete mayores empresas por capitalización bursátil —Microsoft, Cisco, Intel, Oracle, Sun Microsystems, Worldcom y Dell— tenían una cuota de mercado similar. 

"En 2000, las empresas estaban sobrevaloradas en un grado mucho mayor de lo que lo están ahora los líderes del mercado", afirmó Mark Casey, gestor de la cartera de renta variable en Capital Group.

Microsoft, el mayor componente del Nasdaq por capitalización bursátil a finales de 1999, tenía entonces un PER de 60,8. La medida solo estaba en 29,1 cuando terminó 2023.

"En la cúspide de la burbuja de las puntocom, hubo mucha pelusa que implosionó", añadió. "Esta vez hay menos pelusa, y la mayoría de estos valores busátiles son inversiones legítimas".  

La opinión de Casey se hace eco de la perspectiva compartida por muchos de los principales nombres de Wall Street en sus perspectivas para 2024. David Kostin, de Goldman Sachs, Savita Subramanian, de Bank of America, y Binky Chadha, de Deutsche Bank, pronostican que el S&P 500 aún tiene recorrido al alza, lo que implica que el repunte de los grandes valores tecnológicos impulsado por la IA aún tiene recorrido. 

"La IA seguirá siendo un tema dominante en 2024; de momento, solo estamos arañando la superficie", declaró Kathleen Brooks, directora de investigación de XTB, en una entrevista a Business Insider a finales del año pasado. "Si estás seleccionando acciones, deberías estar seleccionando estas". 

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