Esto es lo que le hubiera gustado saber a esta mujer de 39 años que ha pasado el coronavirus

Kerry Lutz
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Kerry Lutz, de 39 años, se recuperó del coronavirus y documentó sus síntomas diarios. Se había preparado para trabajar desde casa durante unas semanas, pero para enfermarse.
Kerry Lutz, de 39 años, se recuperó del coronavirus y documentó sus síntomas diarios. Se había preparado para trabajar desde casa durante unas semanas, pero para enfermarse.Kerry Lutz
  • Kerry Lutz es una trabajadora social de 39 años de Denver que comenzó a mostrar síntomas de COVID-19, la enfermedad causada por el coronavirus, el 21 de marzo.
  • Le hicieron la prueba el 23 de marzo y la pusieron en cuarentena en su apartamento. El test dio positivo.
  • El consejo que da es que la gente se comporte como si se hubiera contagiado y que se prepare para ello, además de tener un plan para minimizar el estrés si efectivamente se acaba dando positivo.
  • Procura tener a mano paracetamol, un termómetro, Vicks o similar y muchos líquidos; averiguar qué centros de atención de urgencia tienes cerca; e investiga las opciones de someterte a la prueba, pero no esperes que te la hagan.
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Esta semana ha sido muy intensa. Estoy omitiendo muchos detalles por razones de brevedad y privacidad, pero en general atribuyo gran parte de mi estrés a haberme preparado mal para la enfermedad. Tengo menos de 40 años, no tengo problemas inmunológicos ni afecciones que me sitúen en un grupo de alto riesgo. Que yo sepa, nunca he tenido la gripe estacional. Aunque me había estado preparando para el confinamiento durante semanas antes del inicio de mis síntomas, mi atención se había centrado en adquirir alimentos y artículos que me permitieran trabajar cómodamente desde casa.

Resulta que no estaba preparada para estar realmente enferma.

En este momento hay un énfasis considerable en la prevención de la COVID-19, como debería ser, pero, según mi experiencia, creo que también es aconsejable estar preparado para el contagio. Ayudará a prevenir el pánico, especialmente si vives solo como yo. Una vez que empiezas a mostrar síntomas, no puedes salir de tu casa a por suministros.

Espero que esta publicación sea útil. Se divide en dos partes: una cronología de mi infección y una lista de sugerencias de preparación.

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Comienzan los síntomas leves

Comencé a tener síntomas la noche del sábado 21 de marzo: fiebre leve, dolores corporales centrados en la parte baja de la espalda y las caderas, y una sensación general de inquietud y temor.

Supuse que tenía COVID-19, pero, por supuesto, no podía estar segura, ya que la gripe estacional era una opción. También pensé que no tendría acceso a hacerme una prueba, ya que no están ampliamente disponibles en Denver (EEUU) fuera de los hospitales, así que decidí tratarla como COVID-19.

Día 1: Fiebre leve, fatiga y dolores corporales cada vez más incómodos que me mantuvieron despierta.

El domingo 22 de marzo no tenía acetaminofén (paracetamol) ni termómetro en mi apartamento. Después de acudir a varias tiendas donde me informaron de que estos productos estaban agotados, mi supervisor encontró un termómetro en un supermercado y me lo dio.

Día 2: mi fiebre era leve (37,7 grados), pero los dolores empezaron a ser bastante fuertes.

Cuando un amigo me consiguió paracetamol, sentí una mejora notable casi al instante. Envié un correo electrónico al consultorio de mi médico para hacer algunas preguntas básicas e investigar sobre las pruebas. El personal respondió con el consejo esperado (permanecer en casa durante 14 días, beber líquidos, etc.) y me informó de que no tenían tests disponibles y que no sabían de otras opciones.

Esa tarde, un amigo me envió una publicación en Facebook que anunciaba un centro de pruebas en el ambulatorio de una ciudad cercana. Convencida de que esta podría ser mi única oportunidad de hacerme un test, me tomé un café, cogí mi coche y me dirigí hacia allí.

El hisopo nasal en sí mismo fue desagradable, pero la experiencia en general fue excelente: suave, eficiente, sin miedo. Me prometieron una llamada telefónica con los resultados en 3 a 5 días.

Día 3: Desperté sintiéndome peor.

Lutz en tiempos más saludables.
Lutz en tiempos más saludables.Kerry Lutz

Era un poco más difícil respirar. No tenía dolor de garganta ni tos, pero notaba mis pulmones pesados, y algo así como una banda atada alrededor de mi pecho. Nada demasiado fuerte, pero sabía que mis pulmones se estaban viendo afectados y nunca antes había sentido algo así.

Día 4: mi fiebre y dolores corporales habían desaparecido, pero la respiración estaba empeorando.

Me sentí como si estuviera en la cima de una montaña de 4.000 metros. Hablaba despacio, y me costaba mucho concentrarme. No sabía si esto era habitual o no.

Llamé al consultorio de mi médico y me dirigieron a su línea especial de llamadas para la COVID-19. Un miembro del personal me explicó que esto era normal y que no debía volver a llamar a menos que experimentara una verdadera dificultad para respirar; en ese caso, alguien me examinaría por teléfono y posiblemente me derivaría al hospital pertinente, dependiendo de varios factores.

Sin embargo, me aseguró que mi dificultad respiratoria era muy común y que podía durar muchos días más sin llegar a la falta de aliento.

Para facilitar la respiración, me sugirió que me diera duchas calientes, utilizara un humidificador, y me aplicara Vicks VapoRub (o cualquier ungüento genérico de alcanfor / eucalipto / mentol) en el pecho e intentara dormir en una posición sentada. También me dijo que contara con no dormir mucho. Varios amigos me prestaron un humidificador y Vicks.

La clínica de salud llamó y me dijo que mi prueba había dado positivo, lo cual esperaba. Beber té caliente y distraerme con Netflix y Sondheim me facilitaba la respiración. Escuchar las noticias hizo que respirar fuera más difícil, así que no las vi durante 72 horas.

Día 5: Mi respiración no mejoraba.

El descanso es importante para tratar la COVID-19 desde casa.
El descanso es importante para tratar la COVID-19 desde casa.Nathan Dumlao/Shutterstock

A petición de un amigo médico profesional que trabaja en otro estado (con quien me había estado mandando mensajes durante toda la semana), otro amigo me entregó un oxímetro de pulso, que mide el nivel de saturación de oxígeno en sangre.

Si bien, los números no eran sobresalientes, estaban muy por encima de la zona de peligro, así que intenté relajarme y esforzarme lo menos posible.

Día 6: empecé a sentirme mejor.

Sentí que podía respirar profundamente de nuevo. Todavía no tenía energía para nada más que mirar las pantallas y hacer té, batidos de plátano y ramen, pero sentí que mi cerebro estaba emergiendo de la niebla y la banda alrededor de mi pecho se había soltado.

Día 7: Comencé a sentirme realmente bien e incluso fregué los platos.

¡Comí algo de comida de verdad! Sin embargo, desarrollé una tos leve. (Todavía no tenía dolor de garganta ni secreción nasal).

Día 8: Fatiga total otra vez.

Otra vez sin energía. ¿Habría exagerado con la mejora el día anterior? Tos leve, y dificultad respiratoria todo el día.

Día 9: Esto me trae al día actual, 30 de marzo.

Me siento mejor que ayer: todavía fatigada, aún con la respiración ligeramente afectada, pero bien.

Planeo continuar moviéndome lo menos posible. Una vez que mis síntomas desaparezcan, tengo que esperar 72 horas más y luego me dejarán salir de mi casa.

Tengo poca energía, pero mucho ánimo.

Este es mi consejo.

Lutz.
Lutz.Kerry Lutz

Además de tomarse en serio el distanciamiento social y el lavado de manos, mi consejo principal es: no te asustes, solo prepárate bien.

Muchos de los que leáis esto tendréis el COVID-19, pero otros experimentaréis síntomas más leves que los que he tenido. Varios ya lo habrán pasado y, simplemente, no se habrán enterado. Supón que has estado expuesto y actúa en consecuencia: quédate en casa si puedes.

Si eres como yo y sabes que tener un plan para el peor de los casos te tranquilizará, aquí está mi lista de sugerencias.

1. Consigue un termómetro, paracetamol, Vicks, fideos ramen y mucho té de hierbas mientras puedas ir a comprar.

Ten el acetaminofeno a mano.
Ten el acetaminofeno a mano.Associated Press

En muchas tiendas online están agotados, así que haz un pedido mientras estés relajado y con buena salud. 

Hasta ahora no he tenido dolor de garganta o mucha tos, pero son síntomas comunes, por lo que podría ser una buena idea comprar pañuelos y pastillas para la tos. Si tienes un humidificador, sácalo y límpialo. Si no tienes, pregunta a tus contactos quién lo tiene, en caso de que necesites pedirlo prestado.

Si te sientes ansioso, puedes comprar un oxímetro de pulso en una farmacia. Vale entre 15 - 35 euros. Dudo que este dispositivo sea necesario para la mayoría de las personas, y no quiero alentar a la compra innecesaria por pánico, pero para mí ha sido bueno poder controlar mis propios niveles de oxígeno en la sangre.

2. Establece un plan para obtener alimentos o comidas si de repente te quedas atrapado en casa durante más de 2 semanas.

Busca opciones de entrega a domicilio.
Busca opciones de entrega a domicilio.Getty Images

Si no tienes amigos o familiares que puedan llevarte la comida, busca en Google los servicios de entrega a domicilio y averigüa si las hacen en tu barrio. Haz algún pedido para asegurarte.

3. Busca y escribe el número de teléfono del consultorio de tu médico y descubre qué centros de atención de urgencia/hospitales están cerca de tu casa.

Asegúrate de que tu móvil funciona bien.
Asegúrate de que tu móvil funciona bien.qragon/Shutterstock

Muchos ambulatorios tienen líneas especiales de información para la COVID-19. Planifica cómo aprovechar los servicios de telesalud. No vayas en coche al centro de salud o al hospital si empiezas a tener fiebre; la mayoría de las personas con COVID-19 no requieren atención médica externa, y muchos hospitales no admitirán a personas sin que les haya derivado otro médico. Quédate en casa y llama si tiene dudas.

4. Si vives con otras personas, piensa en qué lugar de tu casa podrías aislarte si comienzas a desarrollar síntomas.

Determina dónde puedes autoaislarte si es necesario.
Determina dónde puedes autoaislarte si es necesario.MBLifestyle/Shutterstock

Tengo entendido que es completamente posible pasar la COVID-19 y no infectar a nadie más en casa; solo hay que ser responsable y cuidadoso.

5. Planifica.

Tener un plan ayuda a prevenir el estrés.
Tener un plan ayuda a prevenir el estrés.Phawat.Topaisan/Shutterstock

Si tienes niños a tu cargo, ancianos o personas con discapacidades, considera cuáles de tus amigos o familiares podrían ir a tu casa y ayudarte si te pones enfermo y tienes que aislarte.

La fatiga extrema haría que preparar comidas, cambiar pañales y mantener a los demás a salvo y entretenidos sea excepcionalmente difícil. Estas actividades también podrían poner a las personas bajo tu cuidado en riesgo de infección.

Además, ¡no te olvides de tus mascotas! Encuentra a alguien que pueda cuidar a tus animales en caso de que necesites hospitalización.
 

6. Busca opciones para hacerte la prueba en tu zona, pero no esperes que esto sea posible.

Centro de pruebas en Denver.
Centro de pruebas en Denver.Michael Ciaglo/Getty Images

Dependiendo de dónde vivas, es posible que no tengas acceso a un test, incluso si tienes síntomas.

Si comienzas a desarrollarlos, asume con calma que tienes COVID-19, informa a las personas con las que has estado en contacto recientemente, aíslate, empieza a beber líquidos y descansa. 

Quédate en casa y comunícate con tu médico si tienes dudas.

7. Considera coger la baja.

Algunas empresas tienen políticas especiales de baja por COVID-19.
Algunas empresas tienen políticas especiales de baja por COVID-19.Shutterstock

Si estás trabajando desde su casa, no asumas que puedes continuar con tus tareas habituales. Si te fatigas por la infección, no podrás hacer nada y solo te sentirás frustrado. Habla con tu jefe. Tu compañía puede tener una política especial de baja por COVID-19.

Si estás trabajando presencialmente, no salgas, e informa de inmediato a tu jefe de que tienes síntomas.

8. Procura tener muchos líquidos en casa.

Compra té y zumo.
Compra té y zumo.Shutterstock/Wiro.Klyngz

Estoy bebiendo agua, té, zumo las 24 horas del día y sigo sin necesitar usar mucho el baño. Esto sugiere que mi cuerpo necesita muchísimo líquido en estos momentos.

Sospecho que me contagié por alguno de mis amigos, que probablemente no se dieron cuenta de que lo tenían porque sus síntomas eran muy leves y aún no nos tomábamos tan en serio el asunto en Denver. Nunca sabré exactamente dónde ni cuándo me contagié, y no me importa tanto.

Es posible que no pienses que el coronavirus está en tu barrio, pero es casi seguro que sí. Evita el contacto físico cercano con personas de grupos de alto riesgo, incluso tus padres. Llámalos en vez de ir a verlos.

Antes de acabar este artículo, tengo que decir que estoy completamente abrumada por la cantidad de amigos y familiares que me han visitado, se han ofrecido a traerme cosas y me han mantenido distraída. Soy muy afortunada.

Kerry Lutz es trabajadora social en Denver, disfruta de viajar por el mundo, ir en bicicleta y adquirir artículos para su querida colección de disfraces.

Nota del redactor: Kerry Lutz, una mujer de 39 años de Colorado, dio positivo hace poco por COVID-19, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus. Esta es su descripción diaria de cómo ha sido su experiencia. (Esto no pretende ser un consejo médico; si te preocupa tu salud, consulta a tu médico).

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