Se han colado de forma discreta, pero ya están inundando todas las grandes superficies, no solo los supermercados. Son las máquinas de cobro automático que, en cierto modo, han desafiado la típica cola que hacías para que un cajero registre y cobre los productos.

El procedimiento es de lo más sencillo: el comprador escanea los códigos de barras de cada producto, coloca los artículos en bolsas y realiza el pago.

Este tipo de máquinas se encuentra ya en cualquier supermercado, pero también en grandes almacenes como Ikea o en tiendas de ropa como Zara.

Si eres de aquellos a los que les preocupa que el auge de la inteligencia artificial pueda robar puestos de trabajo, también deberías plantearte el uso que haces de estas máquinas.

Su ventaja está clara y es la rapidez. Pero también hay que considerar que debido a su función sustituyen a los cajeros, reduciendo el personal humano en tienda.

Pero más allá de esto, existe otro motivo por el que deberías plantearte dejar de usarlas. Se trata de los posibles hurtos. Así lo advierte Lindsey Granados, una abogada, en TikTok (@ldbglawyer). La letrada estadounidense señala que por culpa de estas máquinas han acusado a varios de sus clientes de hurto, sin ser culpables.

La tiktoker explica que las cajas automáticas son defectuosas y, dependiendo del modelo, no son sensibles algunas características de ciertos productos y los dejan sin escanear. 

Algo que puede ocurrir de forma inesperada y que, sin embargo, otros aprovechan para su beneficio. A la vez que la abogada señala estos defectos, los supermercados notan cómo hay quienes aprovecha los despistes de estas máquinas para colar productos sin pagar.

Un método de hurto que repercute directamente a las empresas y es que, según la asociación de fabricantes y distribuidores, Aecoc, las pérdidas del comercio español por los hurtos ascienden a 1.800 millones de euros.