Realidad y ficción en Oppenheimer: un historiador nuclear analiza los aciertos y errores de la película

Jenny McGrath
| Traducido por: 
J. Robert Oppenheimer, padre de la bomba atómica, dando clase.
J. Robert Oppenheimer, padre de la bomba atómica, dando clase.

Bettmann/Getty Images

  • Advertencia: este artículo contiene spoilers de Oppenheimer, de Christopher Nolan, estrenada en cines el 21 de julio.
  • J. Robert Oppenheimer fue una figura inmensamente compleja, y la película está basada en una biografía escrita por Kai Bird y Martin Sherwin.
  • Aunque la cinta es históricamente exacta en muchos aspectos, se mezclan algunos elementos de ficción.

La última película del director Christopher Nolan, titulada Oppenheimer, cuenta la historia de J. Robert Oppenheimer, el físico que dirigió el Laboratorio de Los Álamos del Proyecto Manhattan en la década de 1940, conocido como el padre de la bomba atómica. La película se centra principalmente en un periodo concreto de su vida, y habla sobre ciencia, política y relaciones sentimentales.

Alex Wellerstein, historiador de ciencia y tecnología nucleares y profesor del Stevens Institute of Technology, comenta que, "los historiadores se refieren a Oppenheimer como una figura complicada, por lo que es difícil ofrecer una versión sencilla de su persona".

Basada en la biografía Prometeo americano: El triunfo y la tragedia de J. Robert Oppenheimer de Kai Bird y Martin Sherwin, la película se mantiene bastante fiel a su vida. Sin embargo, esto no quiere decir que no haya exageraciones o incoherencias. Wellerstein ha ayudado a Business Insider a separar la realidad de la ficción en Oppenheimer, una de las mejores películas dirigidas hasta la fecha por Christopher Nolan.

Realidad: Oppenheimer sí intentó envenenar a su tutor (pero Niels Bohr no estaba allí)

Mientras estudiaba en Cambridge, Inglaterra, a mediados de la década de 1920, Oppenheimer conoció a muchos físicos importantes, entre ellos Patrick Blackett, que según escribió más tarde, le caía muy bien. En Prometeo americano, Bird y Sherwin escriben que Oppenheimer admiraba a Blackett, que se convertiría en su tutor. No obstante, el futuro Premio Nobel era físico práctico y empujaba a su alumno a realizar un trabajo de laboratorio que a Oppenheimer le resultaba difícil. Él prefería asistir a conferencias y leer.

Durante su estancia en Inglaterra, Oppenheimer llegó a sentirse muy mal en el pequeño y lúgubre apartamento donde vivía. Llegados a cierto punto, se desesperó tanto que llegó a inyectar veneno en la manzana de Blackett. En la película, es Niels Bohr quien casi le da un mordisco a la manzana, pero se trata de una invención para dar un efecto dramático a la historia. (En realidad, fue Ernest Rutherford quien presentó Oppenheimer a Bohr).

En la vida real, los funcionarios de Cambridge se enteraron del incidente y el padre de Oppenheimer les convenció para que no presentaran cargos. Oppenheimer fue puesto en libertad condicional y se le exigió acudir a un psiquiatra.

Cillian Murphy en la película Oppenheimer.
Cillian Murphy en la película Oppenheimer.

Universal

Realidad: Oppenheimer dio una conferencia en neerlandés

Según Prometeo americano, "Oppenheimer sorprendió a sus compañeros dando una conferencia en neerlandés", solo 6 semanas después de su llegada a Leiden, Holanda. "No creo que mi neerlandés fuera bueno, pero fue apreciado", dijo después Oppenheimer. Tuvo una breve relación con una mujer que le ayudó a aprender el idioma, según el biógrafo y físico Abraham Pais.

Christopher Nolan.

En la película, Oppenheimer solo tarda 6 semanas en aprender el idioma. Sin embargo, Wellerstein señala que en realidad podría haberle dedicado más tiempo. Ese mismo verano, Oppenheimer pasó un par de semanas en Nuevo México recuperándose de la tuberculosis. Durante esos momentos en los que leyó a Baudelaire y E.E. Cummings, ¿quién dice que no repasara también su neerlandés?

Realidad: Haakon Chevalier cuidó de Peter, el hijo de Oppenheimer, durante un tiempo

En 1941, cuando Peter Oppenheimer tenía solo 2 meses, Robert y Kitty lo dejaron con Haakon y Barbara Chevalier durante 2 meses, según Prometeo americano. Robert explicó que su mujer estaba agotada, y los 2 se fueron al rancho de la familia, Perro Caliente, cerca de Los Pinos, Nuevo México.

En la película, la decisión se toma debido al problema que, aparentemente, tiene Kitty  con la bebida. Esto se muestra en una escena en la que Robert deja a Peter con los Chevalier después de llegar a casa y ver a una Kitty borracha y frustrada por tener que cuidar del bebé todo el día, sola.

Realidad: Alemania no estaba preparada para construir una bomba atómica

En septiembre de 1943, Niels Bohr escapó por los pelos de la Dinamarca ocupada por los nazis a través de Suecia. Unos meses más tarde, Bohr llegó a Los Álamos dispuesto a contar a Oppenheimer y al resto su encuentro de 1941 con el físico alemán Werner Heisenberg. En la película, tras acribillar a preguntas a Bohr, Oppenheimer se conforma al saber que Heisenberg se equivoca en alguno de sus cálculos, retrasando a los alemanes respecto a los estadounidenses en la supuesta fabricación de la bomba.

En realidad, se trata de una versión simplificada de la realidad, pero correcta, según Wellerstein. "Los alemanes tenían un proyecto de reactor nuclear a muy pequeña escala, que no les permitía fabricar una bomba con su tamaño actual", señala. Pero no sería hasta casi un año después, en noviembre de 1944, cuando los Aliados encontrarían la prueba definitiva de que los alemanes estaban aún en las primeras fases de desarrollo.

Realidad: Oppenheimer se burló de Strauss por su opinión de los isótopos

J. Robert Oppenheimer declara ante el Senado en octubre de 1945.
J. Robert Oppenheimer declara ante el Senado en octubre de 1945.

AP

El físico David Hill testificó en una audiencia del Senado de EEUU para la nominación de Lewis Strauss al Gabinete del presidente Dwight D. Eisenhower. Afirmó que la mayoría de los científicos preferían que Strauss no siguiera en el gobierno, tal y como se describe en la película.

Pero fue David Inglis, presidente de la Federación de Científicos Americanos, quien dijo que Strauss, por "venganza personal", había atacado a Oppenheimer, según publicó la revista Time. Inglis también habló de la oposición de Strauss al envío de isótopos a Europa con fines médicos.

En la película la burla de Oppenheimer por las preocupaciones de Strauss tiene mucha importancia. El protagonista afirma que, "los isótopos eran menos importantes que los dispositivos electrónicos, pero más importantes que un sándwich". La frase procede de una sesión conjunta del Comité de Energía Atómica en 1949. Aunque, lo que Oppenheimer dijo en realidad fue que los isótopos eran "menos importantes que, digamos, las vitaminas, algo intermedio". La frase provocó, al igual que en la película, risas.

Dato probable: Oppenheimer estimó que morirían solo 20.000 personas a causa de una bomba atómica

Cuando se discuten los efectos potenciales de la bomba atómica en la película, Oppenheimer estima el número de muertos entre 20.000 y 30.000. "Nunca he visto nada que sugiriera que tuvieran una metodología real", afirma Wellerstein. Señala que es difícil encontrar referencias a esa cifra más allá de que el físico Arthur Compton dijera que Oppenheimer le contó que creía que la cifra rondaría los 20.000.

Realidad: una gran tormenta retrasó la Prueba Trinity

Cillian Murphy como Oppenheimer junto a la bomba de ensayo.
Cillian Murphy como Oppenheimer junto a la bomba de ensayo.

Universal

La fuerte tormenta de Oppenheimer no es puro dramatismo, sino que pasó de verdad. Inicialmente, la prueba estaba prevista para las 4 de la mañana, pero se retrasó hora y media debido a las condiciones meteorológicas. En la película, Oppenheimer predice que la tormenta pasará, pero en la vida real contaron con un equipo de meteorología, dirigido por Jack Hubbard, que dijo lo mismo.

Al parecer, el teniente general del ejército Leslie Groves amenazó con ahorcar a Hubbard si sus predicciones meteorológicas no se cumplían, pero el cielo se despejó.

Realidad: Feynman observó la Prueba Trinity desde detrás de un parabrisas

El físico Richard Feynman recordó que se subió a un camión para ver la prueba de la bomba atómica desde detrás de un parabrisas porque, según él, le protegería de la radiación ultravioleta. "Probablemente soy el único que lo vio con directamente con los ojos", afirmó, ya que todos los demás lo hacían a través de gafas oscuras.

Realidad: Oppenheimer nunca dijo públicamente que se arrepintiera de lanzar la bomba

En la película, Strauss señala muy enfadado que Oppenheimer "lo haría todo de nuevo" y nunca declaró que se arrepentía de lanzar la bomba atómica. "Es 100% cierto que Oppenheimer nunca dijo nada parecido públicamente", señala Wellerstein. Sin embargo, señala que le habría gustado que, en la cinta, este hecho lo señalase otro personaje, y no el que pintan como el malo de la película.

Sin embargo, añade Wellerstein, Oppenheimer sí sentía remordimientos por no haber podido detener la carrera armamentística: "Lamentó lo que vino después, y trabajó duro para intentar evitarlo".

Realidad: Oppenheimer era un diletante

Al enumerar en la película las preocupaciones que sus compañeros científicos plantearon sobre el nombramiento de Oppenheimer como director del laboratorio de Los Álamos, Groves califica a Oppenheimer de "diletante" que "no podría dirigir ni un puesto de hamburguesas". Wellerstein lo considera una valoración justa. Oppenheimer solía saltar de un tema a otro, dependiendo de en qué estuvieran trabajando sus alumnos.

"A Oppenheimer le interesaba todo", afirmó Robert Serber, uno de sus alumnos. Una sola sesión podía incluir un debate sobre electrodinámica, rayos cósmicos y física nuclear. Si no hubiese sido por la bomba atómica, habría sido más conocido por haber impulsado la física teórica en la Universidad de California en Berkeley. Muchos de sus alumnos, como David Bohm, Philip Morrison y Willis Lamb, realizaron trabajos muy importantes.

"Es un gran legado", afirma Wellerstein.

Realidad: Oppenheimer se adelantó a su tiempo en los agujeros negros

El día que Hitler invadió Polonia, Oppenheimer y su estudiante Hartland Snyder publicaron un importante artículo sobre el colapso estelar. El artículo continuaba el trabajo de otros científicos, pero Oppenheimer no volvió a publicar sobre el tema. El físico teórico Kip Thorne describe lo "verdaderamente extraño" que otros científicos encontraron este concepto en aquella época. Incluso John Wheeler, que popularizó el término "agujero negro" en 1967, luchó contra esa idea en la década de 1950.

Roger Penrose describió los agujeros negros en 1964, por lo que ganaría el Premio Nobel en 2020. Tras su victoria, Penrose citó el artículo de Oppenheimer y Snyder como una de las inspiraciones para su investigación.

Realidad: el sonido de la bomba se produjo mucho después de la explosión durante la Prueba Trinity

Oppenheimer (Cillian Murphy) observa la prueba Trinity con las gafas oscuras puestas.
Oppenheimer (Cillian Murphy) observa la prueba Trinity con las gafas oscuras puestas.

Universal

La película recrea la Prueba Trinity con una bola de fuego y columnas de humo y Cillian Murphy recitando la famosa cita que lee Oppenheimer del Bhagavad Gita: "Ahora me he convertido en la Muerte, la destructora de mundos". El silencio es espeluznante. Luego, llega la onda expansiva que derriba a algunos curiosos y un tremendo y sobrecogedor fogonazo.

Es cierto que hubo silencio tras la explosión de la bomba. "Finalmente, después de un minuto y medio, de repente se oyó un ruido tremendo y luego un estruendo, como un trueno", recordó Feynman más tarde.

Ficción: la gente no notó la explosión en medio del desierto

Oppenheimer no amplía la imagen más allá de los científicos y militares que observan la Prueba Trinity a distancia, pero el brillo de la llama, el sonido de la explosión y la sacudida causada por la onda expansiva no pasaron desapercibidos. La fuerza hizo saltar por los aires las ventanas de las ciudades cercanas. Los residentes de Amarillo, Texas, pudieron ver el destello a más de 450 kilómetros de distancia.

El gobierno difundió la noticia de que había explotado un cargador de munición, pero que nadie había resultado herido.

La enorme explosión de la prueba Trinity de Oppenheimer se explicó en un principio como una explosión de un depósito de municiones.
La enorme explosión de la prueba Trinity de Oppenheimer se explicó en un principio como una explosión de un depósito de municiones.

Clovis News-Journal/Newspapers.com / National Security Research Center

Ficción: sabían que la bomba iba a acabar con la guerra

"En la película, hacen que parezca que la razón por la que usan la bomba es porque no quieren invadir Japón, y en realidad no es así como se discutió en ese momento. Esa racionalización se creó más tarde", señala Wellerstein. En diciembre de 1946, el físico Karl T. Compton escribió en The Atlantic que lanzar las bombas fue una "apuesta calculada" y que el Secretario de Guerra Stimson y otros esperaban que pusiera fin a la guerra.

Ficción: Stimson evitó Kioto, en Japón, porque estuvo de luna de miel allí

La selección de los objetivos de las bombas atómicas fue un proceso complicado en el que participaron muchas personas, entre ellas Oppenheimer y el Secretario de Guerra Henry Stimson. "Stimson es un personaje muy interesante, y en la película se convierte en una especie de caricatura", afirma Wellerstein.

Durante la reunión de la película, Stimson dice que no deberían bombardear Kioto por su importancia cultural y porque pasó allí su luna de miel. "Stimson visitó Kioto, eso es seguro, pero no creo que pasara allí su luna de miel", opina Wellerstein. La decisión fue más matizada y complicada, y tuvo consecuencias de gran alcance para las ciudades que fueron bombardeadas.

Ficción: Oppenheimer fue marginado porque pensaba en las implicaciones a largo plazo de las armas nucleares

Oppenheimer también presenta a su protagonista como una especie de lobo solitario, el único que en las reuniones con Groves y Stimson planteaba preguntas sobre las implicaciones a largo plazo de las armas nucleares. "En realidad, no se trataba de una posición marginal que solo tuviera Oppenheimer. Sin duda él desempeñó un papel defendiéndola, pero fue muy bien recibida y otros se mostraron de acuerdo. Mucha gente de los más altos niveles del gobierno se tomó en serio las advertencias de Oppenheimer", comenta Wellerstein.

Stimson, de hecho, llevó esas preocupaciones al presidente Harry Truman, según Wellerstein.

Ficción: Oppenheimer consultó a Einstein sobre los cálculos de Teller

Tom Conti como Albert Einstein y Cillian Murphy como J. Robert Oppenheimer.
Tom Conti como Albert Einstein y Cillian Murphy como J. Robert Oppenheimer.

Melinda Sue Gordon/Universal

Edward Teller, inventor de la bomba de hidrógeno, temía que una arma nuclear pudiera incendiar la atmósfera terrestre con consecuencias devastadoras. "No me lo creí desde el primer minuto", afirmó más tarde Hans Bethe. Pero no fue a Albert Einstein a quien acudió Oppenheimer. "De todas formas, Einstein no habría servido para eso. No era el adecuado para ese tipo de ciencia", señala Wellerstein.

Según Prometeo americano, Oppenheimer consultó a Compton. Los cálculos de Bethe mostraron que había una posibilidad "cercana a cero" de que ocurriera tal catástrofe. Y Enrico Fermi apostó por la teoría de Teller antes de la Prueba Trinity, según Bethe.

Ficción: Oppenheimer seguía siendo contrario a la bomba H

En la película, Roger Robb, el abogado especial en la audiencia de autorización de seguridad de Oppenheimer, se enfrenta a Oppenheimer por sus contradictorias opiniones sobre la bomba de hidrógeno. Realmente, Oppenheimer apoyó la investigación de Teller y más tarde cambió de opinión.

Había algunas razones por las que Oppenheimer dudaba de la bomba H, incluyendo los limitados recursos para el desarrollo de armas después de la guerra. "No dijo que no se fabricasen armas, Lo que defendía, era hacer más armas de las que ya tenían y no desperdiciar material en otras que podrían no funcionar", afirma Wellerstein.

Pero entonces, Teller y Stanislaw Ulam hicieron un gran avance en su investigación sobre la bomba de hidrógeno, y Oppenheimer se mostró "casi encantado", según el comisario de la AEC Gordon Dean. "Cuando volvió a estar a favor, ya era una especie de hecho consumado", explica Wellerstein. En ese momento, Oppenheimer pensó que era mejor ser el primero una vez más.

Ficción: Charlotte Serber era la secretaria de Oppenheimer

Foto de la placa de Charlotte Serber para el Proyecto Manhattan.
Foto de la placa de Charlotte Serber para el Proyecto Manhattan.

National Security Research Center

En un momento de la película, Oppenheimer pide a Charlotte Serber que haga una llamada por él, dando a entender que es su secretaria. Pero Serber trabajaba como bibliotecaria en la "biblioteca secreta" de Los Álamos.

En la vida real, Oppenheimer reclutó a la esposa del físico Robert Serber porque no era bibliotecaria profesional y, por lo tanto, no le importaría tomar el camino fácil para hacer ciertas tareas. Aunque Charlotte Serber pasó un breve tiempo trabajando con la secretaria de Oppenheimer, acabó trabajando en la biblioteca y los archivos clasificados contando con una plantilla de 12 personas.

Debido a las inclinaciones políticas de Charlotte y de su familia, el FBI mantuvo un archivo sobre ella y su marido e interceptó a la pareja. En realidad, fue Oppenheimer quien le dijo a Groves que ella podría haber sido comunista, aunque él ya no creía que estuviera afiliada al partido. "Es una de las cosas que le convierten en un tipo complicado. Delataba a toda la gente que le rodeaba para parecer de fiar ante los responsables de la seguridad", indica Wellerstein.

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