Estas pantallas permiten mantener la distancia de seguridad en las playas y aislarse del resto de bañistas

• El verano está cada vez más próximo, y la apertura de las playas sigue guardando varias incógnitas, aunque ya se hayan anunciado limitaciones de aforo y otras medidas de seguridad.
• El Gobierno ha decidido que cada bañista puede ocupar un espacio de 4 metros cuadrados, permitiendo así un aforo mayor, pero siempre manteniendo la distancia de seguridad de 2 metros.
• Para garantizar que ese espacio está bien delimitado, los clásicos paravientos podrían ser la solución perfecta para este verano.
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Las temperaturas aumentan y el comienzo del verano está cada vez más cerca y con ello las ganas de los españoles de empezar la temporada de playa.

Pero la pandemia de COVID-19 trae muchas incertidumbres de cara a este verano átipico, ya que se van a implantar medidas de seguridad para evitar aglomeraciones y contagios, como la distancia de 2 metros entre los bañistas y que cada uno de ellos podrá ocupar un espacio de 4 metros cuadrados.

Esta es una de las preocupaciones de los municipios costeros este verano y, aunque no se sabe cómo, sí es seguro que este año los ayuntamientos podrán establecer en sus playas limitaciones de aforo e incluso de tiempo máximo de permanencia, aunque en todo momento las playas deben de ser de acceso gratuito.

Aún no está claro cómo va garantizarse que se cumplan esas medidas, pero hay iniciativas que trabajan para aportar soluciones que aseguren la reducción de la propagación del virus.

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Una de ellas es Proyecto 2020, que propone la instalación de pantallas divisorias en los arenales. Este tipo de pantallas han servido durante años para evitar la incomodidad del fuerte viento y la arena en playas del sur de España y en Portugal, además de aportar privacidad. Hay otras muchas zonas de España donde nunca se han visto estos paravientos, pero donde puede que este año se conviertan en la solución para aislar a los bañistas delimitando una zona segura.

Por ello, estos paneles configurables, fabricados en un tejido de alta resistencia y que soportan la radiación UV, pueden garantizar tanto a propietarios de hoteles como gerentes de chiringuitos una temporada de verano que ahora se tambalea.

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Además, la enorme popularidad de los paravientos en algunas costas los ha convertido en una forma de publicidad con un coste de inversión relativamente bajo y de gran alcance que antes acaparaban las sombrillas.