El lujo brilla en España. El sector nacional tiene como objetivo alcanzar un valor aproximado de 27.000 millones de euros para el año 2027, con la previsión de crecer a un ritmo del 9% según un informe elaborado por el Círculo Fortuny en colaboración con McKinsey & Company.

La industria patria del lujo, que contribuye al PIB nacional en un 1%, supone el 4,5% del mercado de la alta gama en Europa —valorado en 370.000 millones— y el 1% a nivel mundial (1.400 millones de euros). Siempre, claro, a la zaga de Francia, la cuna del lujo. 

Esta nueva situación se atribuye en parte a la recuperación del turismo de lujo. De hecho, el año pasado, más de 85 millones de turistas llegaron a nuestro país, lo que supone un aumento del 19% respecto al año anterior. Además, estos turistas incrementaron su gasto en un 25%, sobrepasando por primera vez la cifra de 100.000 millones de euros. De este gasto, un considerable 78% se destinó principalmente a la compra de moda y accesorios.

Tres empresas españolas sobresalen en este mundo del lujo: Puig, la compañía catalana que este viernes protagoniza el mayor estreno bursátil europeo del año, la familia Tous y Sociedad Textil Lonia, una empresa de Ourense que gestiona marcas como Purificación García y Carolina Herrera.

Las tres compañías figuran entre las 100 empresas más importantes del sector del lujo según el informe Global Powers of Luxury Goods 2023 de Deloitte, que también destaca un dato relevante: "De todos los países analizados en este estudio, estas tres compañías mostraron el mayor aumento en sus ventas de artículos de lujo, rozando el 40%".

Este brillo contrasta, sin embargo, con la situación menos favorable que viven los principales nombres de la industria, encabezados por conglomerados como LVMH, propietario de marcas como Louis Vuitton o Dior, y Kering, dueño de Gucci o Balenciaga. Estos gigantes, a pesar de sus impresionantes carteras, han experimentado caídas en sus resultados en los primeros meses del año y advierten sobre "un entorno incierto".

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El pinchazo de gigantes como Kering y LVMH

Tras significativas correcciones, la capitalización bursátil de Kering, fundada en los años 60 por el empresario François Pinault, alcanza casi los 42.000 millones de euros. Esta empresa posee seis marcas, entre las que destaca Gucci, ya que genera más de la mitad de sus ingresos. Entre sus otras marcas se incluyen Yves Saint Laurent, Balenciaga y Alexander McQueen.

Aunque Kering posee una base económica menor comparada con otros gigantes franceses del lujo como Hermès, valorado en 240.000 millones de euros, o L'Oréal, con 224.000 millones, sigue siendo robusta. No obstante, enfrenta dificultades, con una reducción del 11% en sus ingresos durante el primer trimestre, sumando un total de 4.500 millones de euros.

Sin embargo, lo peor podría estar aún por venir, ya que el grupo francés prevé una posible reducción de hasta el 45% en sus beneficios para el período de enero a junio de 2024. La razón se esconde en las débiles condiciones del mercado, especialmente en China, y en el reposicionamiento estratégico de su principal baluarte: Gucci, que ha experimentado una caída de sus ingresos del 21%.

De la quema no se libra ni siquiera el gigante entre los gigantes. La imbatible LVMH, con una capitalización de casi 400.000 millones, ha registrado una caída del 2%, hasta superar los 20.600 millones de euros en su primer trimestre fiscal.

El propietario de marcas como Louis Vuitton o Christian Dior también ha registrado un descenso del 2% en su división de moda, hasta los 10.490 millones de euros, lo que representa el crecimiento más lento en un primer trimestre desde 2016, con la excepción del año 2020.

El diagnóstico para estos titanes del lujo es similar: una desaceleración en el mercado chino causada por la reducción del gasto de consumidores de alta capacidad adquisitiva, quienes, tras el auge durante la crisis del coronavirus, ahora se ven afectados por la inflación y el aumento del coste de vida.

La burbuja de Tous, Puig y su socia gallega

La falta de interés por el lujo, al menos de momento, no está impactando en las tres compañías españolas que parecen operar en su propia burbuja de éxito.

Después de completar un plan de transformación de marca, Tous cerró el año 2023 con unas ventas récord de 470 millones de euros. Los beneficios de la empresa joyera alcanzaron los 50 millones, un 40% más que el año anterior y un 70% más que antes de la pandemia.

“Vemos cierto apetito y no preocupación”, confesaba su CEO Carlos Soler-Duffo, que ponía como ejemplo una nueva colección pensada en clave de exclusividad y que se ha posicionado enseguida como top ventas.

Aunque desde una perspectiva más a largo plazo, Sociedad Textil Lonia (STL) sigue mostrando su fortaleza. Los últimos datos disponibles de la propietaria de Purificación García y de la licencia de CH Carolina Herrera reflejan una rentabilidad que se disparó un 32% (65 millones de euros) y unas ventas que superan los 430 millones de euros. 

Eso sí, la empresa ya pronosticaba el año pasado una desaceleración general de la economía "con diferente impacto en los distintos mercados en los que opera la sociedad y que podrían moderar el crecimiento de las ventas".

STL, cabe recordar, está participada al 2 % por el grupo Puig, que vive su momento más dorado. En 2023, Puig logró los mejores resultados de su historia con ingresos de 4.300 millones de euros, un aumento del 19%, y un crecimiento del 16% en su beneficio neto, alcanzando los 463 millones de euros.

Así, y tras crecer como nunca, el grupo catalán copa todos los titulares ante su inminente debut en bolsa, al que llega con el precio por acción más alto de la horquilla que presentó el folleto: 24,5 euros, lo que anticipa el mayor salto bursátil de Europa en lo que va de año. 

Con todo, el mapa del lujo se presenta de forma desigual, pero es innegable que el pinchazo de los principales actores de la industria a nivel mundial manda un mensaje de que el oasis en el que viven las españolas puede acabarse en cualquier momento.