Posponer la alarma del despertador no es tan malo como piensas: este es el beneficio para tu salud

Necesitas pasar cada noche un 20% de las horas en sueño profundo (fase III) para despertarte descansado.
Necesitas pasar cada noche un 20% de las horas en sueño profundo (fase III) para despertarte descansado.
  • Posponer la alarma 30 minutos mejoraba o no afectaba el rendimiento en las pruebas cognitivas directamente al levantarse en comparación con un despertar abrupto.
  • Este breve periodo de sueño extra puede ayudar a aliviar la inercia del sueño para los cronotipos nocturnos y aquellos con somnolencia matutina, apunta una investigación.

Para buena parte del mundo el día comienza con el despertador arrancándoles bruscamente de un sueño profundo. Por lo que te levantas "atontado" y con esa necesidad de "un ratito más"

Si bien no se ha estudiado demasiado el fenómeno, hasta ahora buena parte de los especialistas coincidían en señalar que posponer la alarma por las mañanas poco tiene de bueno. Para empezar este hábito del común de los mortales revela falta de sueño. Si se hace es porque no se está descansando lo suficiente.

Lo óptimo sería sincronizar tu reloj biológico con la alarma de despertarte. Para  que, llegado ese momento, tu cuerpo esté inmerso en activar los mecanismos que ayudan a despertar: sueño ligero, aumento de la temperatura corporal, aumento en la secreción de cortisol.

Sin embargo cuando sueña el insufrible zumbido te encuentras sumido en en el más plácido de los descansos. Al salir artificialmente del sueño tu sistema nervioso se pone en modo lucha o huida lo que pude provocar un aumento de la presión arterial. 

Ahora un pequeño estudio viene a sembrar la duda sobre los efectos nocivos de este acto, al señalar que posponer la alarma puede mejorar la función cerebral por la mañana de algunas personas.

Los noctámbulos más propensos a retrasar la alarma

La investigación encuestó a más 1.700 adultos en todo el mundo. Publicada en el Journal of Sleep Research deja claro que lo de "5 minutos más" es algo bastante común. El 69% aseguró presionar el botón de posponer o configurar múltiples alarmas al menos "a veces".

En promedio, las personas que reportaron al menos un retraso de alarma pasaron alrededor de 22 minutos durmiendo después de que sonó por primera vez. Eran de media más jóvenes y casi 4 veces más propensos a ser noctámbulos que aquellos que informaron que nunca pulsaban el botón de repetición. También tendían a dormir durante un período de tiempo más corto durante la noche y a experimentar somnolencia por la mañana.

Después, analizaron el descanso y despertar de 31sujetos que tenían este hábito de forma habitual. Los autores descubrieron que presionar la función de repetición mejoraba el desempeño de algunos de estos individuos en pruebas cognitivas

"Para aquellos que tienen sueño por la mañana, como las personas nocturnas, y descubren que retrasar el reloj les ayuda a despertarse, el estudio muestra que en realidad pueden estar más objetivamente alertas [lo que significa que obtuvieron mejores resultados en las pruebas cognitivas] después de dormir, incluso si no sienten más o menos sueño", señala a WordsSideKick Tina Sundelin, autora principal del estudio y psicóloga de la Universidad de Estocolmo en Suecia.

Sin embargo, este gesto no pareció afectar a su estado de ánimo, el sueño que sentían por la mañana o el aumento normal de la hormona del estrés, el cortisol, que ocurre dentro de la primera hora después de despertarse y ayuda a preparar el cuerpo para el día siguiente.

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.

Etiquetas: