Probé el método 6-1 para ahorrar en la cesta de la compra y te cuento por qué repetiría sin dudarlo

Si te gustan las compras y los contenidos de cocina en las redes sociales, probablemente te hayas topado con el método 6-1, un proceso que pretende simplificar la planificación de las comidas y reducir el desperdicio de alimentos.

El método 6-1 se hizo viral cuando el chef Will Coleman publicó un vídeo en TikTok sobre cómo hace la compra. El método consiste en comprar seis verduras, cinco frutas, cuatro fuentes de proteínas, tres alimentos con almidón —como el pan, el arroz o la pasta— dos salsas o cremas para untar y un artículo divertido.

Según Coleman, este proceso de centrarse en ingredientes sencillos puede ayudar a los compradores a ahorrar mucho dinero en el supermercado.

He aquí cómo funcionó el método en mi caso particular.

Tardé un minuto en acostumbrarme a hacer la compra con este método, pero me fui con un montón de cosas estupendas

Mi proceso de compra habitual implica planificar mis comidas, revisar mi cocina para ver lo que ya tengo, recolectar cupones y hacer mi lista de la compra.

El método de Coleman parecía adaptable, ya que solamente hay que acudir a la tienda, comprar los artículos que te gustan en cada categoría y planificar las comidas en función de lo que había comprado.

Al principio, ver seis verduras y cinco frutas en mi lista de compras me intimidó. Sigo una dieta vegetariana, pero todavía me parece que tengo muchos productos para abastecerme. Sin embargo, rápidamente llegué al máximo en estas categorías.

Durante mi viaje de compras, tuve problemas para decidirme por los tres alimentos ricos en almidones y me volví un poco creativo con las categorías. Por ejemplo, compré yogur griego, que podría ser una proteína, para encajar en mi categoría de salsas.

Me fui con los siguientes comestibles:

• Verduras: zanahorias, espinacas, mezcla para ensalada, pimientos morrones, jalapeños y champiñones.
• Frutas: manzanas, tomates cherry, plátanos, arándanos y frambuesas congeladas.
• Proteínas: frijoles, garbanzos, huevos y tofu.
• Almidones: raviolis de espinacas y ricotta, patatas pequeñas y panecillos ingleses integrales.
• Cremas para untar o salsas: yogur griego natural y cobertura de chocolate Hershey's.
• Artículo divertido: helado de pistacho.

Centrarse en lo que necesitaba para preparar las comidas y omitir elementos aleatorios que no encajaban en mi plan me ayudó a ahorrar dinero.

Gasté alrededor de 60 dólares —55 euros— en todos mis artículos en este viaje. Normalmente, gasto entre 70 —65 euros— y 85 dólares —78 euros— en comestibles cada semana.

Repetí mis desayunos y almuerzos durante toda la semana para ahorrar tiempo.

Normalmente, tomo un desayuno salado y otro dulce y uno o dos almuerzos a lo largo de la semana. Mis almuerzos suelen incluir ensalada o sobras.

Así pues, hice lo mismo cuando probé el método 6-1. Para el primer desayuno opté por unos panecillos ingleses integrales con mantequilla de nueces, miel y plátanos o arándanos. La segunda comida consistió en huevo, queso, espinacas y salsa picante.

Para el almuerzo, mezclé garbanzos y rodajas de manzana fresca con espinacas y una mezcla de ensalada empaquetada.

Estas comidas eran simples, pero utilizaban muchos de los productos y me sirvieron para ahorrar tiempo en la planificación de las comidas.

Me volví más creativo con las cenas y comidas de fin de semana.

Tengo más tiempo para cocinar durante las noches y los fines de semana, así que intenté agregar variedad a estas comidas.

Una noche, preparé un burrito picante de frijoles y tofu con salsa de yogur griego.

También hice raviolis de espinacas y ricotta con pesto que tenía en el congelador y agregué champiñones y tomates cherry. Otro plato de pasta que hice incluía bucatini y parmesano que ya tenía, además de espinacas y tomates.

Los fines de semana antes de probar este método solía asar, cortar en cuartos y rallarrr patatas para hacer croquetas de patata y preparar platos de verduras y huevos fritos.

Comí más fruta con los postres que hice durante la semana.

Como regalo divertido para mi pareja, preparé nuestras galletas con chispas de chocolate favoritas con alimentos básicos de la despensa y frambuesas congeladas. ¡Quedaron deliciosas!

También disfruté del helado de pistacho con fruta y el aderezo de chocolate Hershey cuando se me antojó algo dulce.

En general, el método 6-1 me resultó útil y lo usaría de nuevo.

Utilicé casi todos los alimentos que compré para este experimento. Los alimentos que no se comieron al final de la semana, como los raviolis y las zanahorias, eran fáciles de guardar para más tarde.

Definitivamente, volver a utilizar el método 6-1 entra en mis planes. No lo haré todo el tiempo, pero es especialmente útil cuando necesito simplificar la planificación de comidas o ajustar mi presupuesto.

Una gran ventaja del plan es que es flexible, por lo que puedo cambiar salsas y productos para untar por lácteos o alternativas lácteas en algunas semanas.