Los 3 rasgos que diferencian a las personas exitosas del resto en el trabajo, según un millonario que se ha jubilado a los 35 años

Muchas personas se muestran interesadas en saber qué hay que hacer para alcanzar el éxito, personal o profesional. Sin embargo, por un lado, no hay una fórmula mágica. Por otro, todo depende en buena parte de qué es el éxito, es decir, qué concepto de vida o carrera exitosa tiene cada uno.

Además, cada persona tendrá su propio criterio, establecerá unas prioridades sobre otras y elegirá qué claves le parecen más importantes en función de la situación en la que se encuentre.

Aun así, se pueden encontrar coincidencias: se sabe que, por ejemplo, Sundar Pichai (consejero delegado de Google) y Bill Gates (fundador y expresidente de Microsoft) apuntan a un consejo similar sobre cómo tener éxito profesional.

Además, según algunos estudios, los millonarios parecen compartir determinados hábitos y presentan algunos rasgos de personalidad que los diferencian de la población general.

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En una línea similar se expresa Steve Adcock, para quien los hábitos de las personas exitosas tienden a ser profundamente poderosos, pero "increíblemente simples".

Este millonario 'hecho a sí mismo' —como lo describen medios como Business Insider o CNBC, que publica las declaraciones recogidas en este artículo—, que se jubiló a los 35 años, sostiene que buena parte de su éxito proviene de los hábitos que adoptó a los 20 años, y que luego ha ido modelando apoyado en las características de mentores y compañeros de trabajo de alto rendimiento a los que ha admirado a lo largo de su carrera.

A partir de ese 'cocktail' de vivencias en primera persona, consejos recibidos y otras personas como referencia, Adcock señala 3 rasgos concretos que, según él, diferencian a las personas de éxito del resto en el trabajo:

Optimismo

"Creer en uno mismo y tener la confianza necesaria para exponerse es el primer paso hacia el éxito. Si adoptas la mentalidad de que puedes hacer casi cualquier cosa que te propongas, ese nivel de optimismo se reflejará en el trabajo que hagas y lo multiplicará por 10", asegura Adcock.

Esa confianza, incluso ante las críticas y dudas de los demás o tras un inicio difícil, es un elemento que también ha estado asociado a Jeff Bezos (vio cómo Amazon daba pérdidas millonarias durante años, y el capital inicial para impulsar su creación llegó sobre todo de sus padres) y Sara Blakely ("Cuando tuve la idea sobre Spanx por primera vez, todos pensaron que estaba loca", ha declarado anteriormente).

"Si tienes una idea, un talento o una habilidad, apuesta por ellos. Un día estas personas hablarán de cómo te conocieron", cuenta la fundadora de Spanx, elegida por Time una de las 100 personas más influyentes del mundo.

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Adcock, emprendedor y escritor, va un paso más allá y afirma que el optimismo no debe ser solo a nivel profesional, sino también personal, basado en "tener una visión alegre de la vida en general": ya solo con eso "te diferenciarás al instante del 99% de la población".

"Al principio de mi carrera, me di cuenta enseguida de que la gente quería trabajar con las personas que entraban en la oficina sonriendo, que saludaban a todo el mundo, que tenían una personalidad natural y optimista. Empecé a seguir su ejemplo, y esa actitud me dio muchas más oportunidades dentro y fuera de la oficina que si hubiera estado hosco y serio todo el tiempo", añade, como recoge CNBC.

Inteligencia emocional

Steve Adcock también ha aprendido a lo largo de su carrera profesional —ha trabajado casi 15 años en tecnología de la información— que la inteligencia pura, es decir, el coeficiente intelectual, "es solo una pequeña parte de la ecuación del éxito".

"Desarrollar una fuerte inteligencia emocional, o una mayor conciencia de las emociones de los demás, así como de las tuyas propias, te llevará mucho más lejos en la vida", ya que ayuda a afrontar situaciones difíciles, trabajar con diferentes tipos de personalidades y crear vínculos más fuertes, sostiene.

"Las personas con una inteligencia emocional fuerte son más conscientes de sí mismas y están más dispuestas a asumir la responsabilidad cuando las cosas van mal en lugar de culpar a los demás, que es un mal hábito que tienen muchas personas. Pero para crear riqueza y tener éxito, tienes que estar dispuesto a aprender de tus errores y comprender tus defectos", aclara.

"Siempre he pensado que, más que lo que dice tu mente, tienes que averiguar qué es lo que entusiasma a tu corazón", propone de manera parecida Sundar Pichai, en una entrevista a BBC, cuando se le pregunta qué consejo daría a una persona de orígenes humildes, como él, que quiera llegar a liderar una gran compañía.

Perseverancia

"Odio la frase 'nunca te rindas', porque la gente rica y con éxito se rinde todo el tiempo. Lo más importante es saber cuándo y cómo rendirse, y no abandonar tus sueños demasiado rápido", advierte Adcock.

"Te vas a encontrar con problemas pequeños y manejables, y también con otros que te parecerán grandes y que te desarman hasta el punto de que querrás renunciar por completo a tus sueños. Ahí es donde entra en juego la perseverancia: si crees en ti mismo y eres constante a la hora de trabajar duro para alcanzar cualquier meta que te propongas, serás imparable", enfatiza.

En la misma línea se suma Soledad O'Brien, periodista y oradora considerada una de las grandes expertas mundiales en liderazgo: "Todos tenemos miedo al fracaso. No conozco a nadie que lo acepte, pero la clave es saber cómo mitigarlo. Debemos entrar sabiendo que algunas cosas van a salir mal, pero mitigando el potencial de las cosas importantes".

"Sé paciente, conoce tus límites absolutos y haz todo lo posible por afrontar cualquier reto que surja antes de tirar la toalla del todo, porque el éxito podría estar a la vuelta de la esquina", concluye Adcock.