He conducido 19 coches eléctricos: 4 razones por las que deberías plantearte comprar uno (que no tienen nada que ver con el medio ambiente)

Después de conducir más de una docena de coches eléctricos nuevos, estoy convencido de que mi futuro pasa por uno. 

Sin duda, hoy en día comprar y poseer un vehículo eléctrico es todo un reto. Son bastante caros para comprarlos nuevos y difíciles de encontrar usados. La infraestructura de recarga está tan inmadura que puede suponer un reto en viajes largos por carretera.

Pero es difícil ignorar las muchas ventajas de los vehículos eléctricos. 

Los vehículos eléctricos son rápidos, divertidos y silenciosos

Casi todos los coches eléctricos, desde los económicos Chevy hasta los deportivos Audi, son más ágiles que los coches de gasolina comparables. Proporcionan una aceleración instantánea y enérgica que ayuda enormemente en las incorporaciones rápidas y similares. Y, además de las ventajas prácticas, es muy divertido poder acelerar en cualquier momento. 

También son muy silenciosos y suaves en carretera, ya que no se oye el ruido del motor ni se sienten sus vibraciones. Especialmente en modelos de gama alta como el Mercedes-Benz EQS, la experiencia es serena. 

Están repletos de funciones interesantes

En los coches eléctricos encontrarás lo último en tecnología automovilística y funciones novedosas que no creías necesitar. 

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Los Tesla, por ejemplo, tienen un modo perro que mantiene el aire encendido para tu mascota y un modo centinela que registra cualquier comportamiento sospechoso cerca de tu coche. El Chevy Bolt EUV ofrece Super Cruise, un excelente sistema de conducción manos libres para autopistas. El Mercedes EQS tiene un conjunto opcional de pantallas de 56 pulgadas que hará salivar a los amantes de la tecnología. 

El Kia EV6 cuenta con un par de tomas de corriente, mientras que el Ford F-150 Lightning puede descargar electricidad suficiente para alimentar una casa durante días.

Ofrecen modernas soluciones de almacenamiento y amplios espacios interiores

Dado que los coches eléctricos carecen de componentes voluminosos como el motor y la transmisión, los fabricantes de automóviles gozan de una gran flexibilidad para añadir espacio interior adicional para personas y objetos. 

Por ejemplo, el SUV Ioniq 5. Hyundai ha estirado las ruedas a ambos lados para aumentar la comodidad de los pasajeros. Como muchos vehículos eléctricos, tiene un suelo totalmente plano (sin joroba central), lo que favorece el espacio para las piernas. Y cuenta con una consola central deslizante que permite a los propietarios decidir cuándo liberar más espacio atrás o delante. 

La camioneta Rivian R1T tiene un impresionante maletero, un compartimento de almacenamiento transversal detrás de los asientos traseros al que se accede desde cualquier lado del vehículo. 

El F-150 Lightning, entre otros modelos eléctricos, ofrece un gigantesco maletero delantero. El Model Y de Tesla combina un maletero con un generoso espacio de almacenamiento bajo el suelo en la parte trasera. 

Cargar puede ser más cómodo que echar gasolina

Una vez que le cojas el truco a la recarga, puede ser menos molesto que repostar gasolina. Si tienes un garaje o un patio, puedes enchufar un VE en casa por la noche y despertarte con la batería cargada por la mañana. Y mientras haces recados o viajas, a menudo puedes encontrar cargadores en los que cargar un poco el coche.

Es cierto que un vehículo eléctrico necesita estar parado mucho tiempo para cargarse —mucho más que una parada típica para repostar— pero piensa que, de todos modos, su coche está parado gran parte del día. 

Por ejemplo, el invierno pasado, mientras pasaba el día esquiando, dejé el Polestar 2 que estaba probando enchufado a un cargador gratuito en la montaña y volví con la batería casi llena. La carga se irá simplificando a medida que aparezcan más enchufes en aparcamientos, oficinas y calles de las ciudades. 

Todas estas ventajas, más el enorme beneficio de no quemar combustibles fósiles, hacen que los coches eléctricos sean una opción clara para muchos compradores, sobre todo cuando sean un poco más baratos.