CaixaBank gana 2.137 millones hasta junio, un 35,8% más que hace un año

CaixaBank, el banco más afectado por el impuesto extraordinario a la banca, ha presentado unos resultados del segundo trimestre y el primer semestre tan excepcionales como el tributo. 

La entidad, que ya lleva más de un año fusionada con Bankia, ha reportado unas ganancias por valor de 2.137 millones de euros en la primera mitad del año, un 35,8% más que en 2022, cuando anunció un resultado de 1.573 millones de euros, según las cuentas presentadas este viernes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) antes de la apertura de mercado.

El resultado de la primera mitad del ejercicio, si no se hubiese contabilizado el impuesto por valor de 373 millones de euros en las cuentas del primer trimestre del año, habrían crecido casi un 60%.

En lo que al segundo trimestre respecta, el crecimiento ha sido de 49,8%, con un resultado atribuido por valor de 1.281 millones de euros, que contrasta con los 866 millones del mismo periodo de 2022. 

Según la entidad, los resultados son atribuibles a la "excelente" evolución comercial que, además, ha conseguido situar la morosidad en mínimos no vistos en 15 años.

"Este sólido resultado es consecuencia de la buena marcha de la actividad comercial, así como de la gestión prudente del riesgo de crédito", ha destacado el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, en el comunicado oficial dirigido a prensa, publicado esta misma mañana.

Todos los márgenes han tenido un crecimiento a doble dígito. El margen de intereses, uno de los indicadores sobre los que se aplica el impuesto extraordinario a la banca y que más se benefician de la subida de tipos, ha crecido un 55,2% en lo que va de año, respecto a la primera mitad de 2022. En el mismo periodo, el margen de explotación lo ha hecho en un 43,9%. Y el margen bruto en un 32%. 

Las comisiones netas, sin embargo, han caído un 4,2% respecto a los meses de enero a junio de 2022 —este es el segundo indicador sobre el que el Gobierno ha aplicado el tributo extraordinario, que se pagó íntegramente en el primer trimestre del año—.  

El RoTE de la entidad, que mide la rentabilidad de los fondos propios, ha mejorado 4 puntos porcentuales en la primera mitad del año, de 7,9% a 12%. Mientras que el ROE lo ha hecho en 3,4 puntos porcentuales, pasando de un 6,8% en el primer semestre del 2022 a un 10,2% en 2023. El crecimiento trimestral de ambos ratios ha sido más tímido, del 1,6% y el 1,3%, respectivamente.

El indicador de calidad, CET1 fully-loaded, ha bajado 0,3 puntos en los primeros seis meses del año, al 12,5%. También en los tres meses acabados el 30 de junio, pero en un 0,1% al 12,6%. Pero la ratio de cobertura de liquidez está a 30 de junio en 207%. La entidad planea distribuir el exceso de capital (ese 0,5% del 12% exigido) antes de acabar el año, si recibe el visto bueno regulatorio.

Sin embargo, la morosidad, en la mira por una posible subida a finales de año o principios de 2024, ha disminuido un tímido 0,1 tanto en el primer semestre como en el segundo trimestre del año, respecto al mismo periodo de 2022. Esto sitúa la tasa de mora de CaixaBank en mínimos históricos en el 2,6%, con una caída de 373 millones de crédito dudoso en 2023.