Volkswagen dispara su beneficio un 13% pese a entregar menos vehículos y Seat deja atrás las pérdidas gracias al impulso de Cupra

El grupo Volkswagen ha conseguido cerrar bien 2022, un año complicado para la compañía debido a los problemas que han golpeado a la industria, como ha sido la escasez de materias primas y semiconductores, y los propios, al tener que aceptar que su software no estaba a la altura de sus coches.

Aun así, Volkswagen ha sabido capear el temporal. La compañía ha conseguido unos ingresos de 279.000 millones de euros, un 11,51% más frente a los 250.200 millones de 2020. Además, ha obtenido un beneficio operativo de 22.500 millones de euros, un 13% más que en 2021. Esto, según el grupo, "demuestra la fortaleza de las marcas de Volkswagen".

Sin embargo, Volkswagen no ha sido capaz de igualar el cash flow de 2021, cuando registró 8.600 millones, obteniendo este pasado año un flujo de 4.800 millones de euros. Según el fabricante, esto se debe a "la inestable situación y las disrupciones en los suministros".

Esta inestable situación también se ha traducido en menos entregas. Durante 2022, la compañía ha entregado 8,3 millones de coches, esto supone un 7% menos que en 2021. A pesar de esta caída, Volkswagen sostiene que sigue estando muy bien posicionado en el mercado y que en el futuro esta cifra crecerá. 

En contraposición, las entregas de vehículos eléctricos han aumentado un 26% durante el pasado año. Estas cifras demuestran que el grupo sigue siendo líder del mercado de BEV (eléctricos puros) en Europa y, además, ha aumentado las entregas en China en un 68% en 2022, con una fuerte demanda de su gama de modelos eléctricos.

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"El año fiscal 2022 fue un año importante para el grupo Volkswagen. Avanzamos en la ejecución de nuestra estrategia, a pesar de los vientos en contra extremos. Los BEV representaron una participación récord del 7% de las entregas totales, un hito importante que aprovecharemos este año a medida que nuestra popular gama de modelos continúe creciendo", señala Oliver Blume, CEO de la compañía. 

De hecho, estos buenos resultados de 2022 espera poderlos mantener en 2023, al presentar nuevos modelos. Según las previsiones del grupo, esperan invertir 180.000 millones de euros entre 2023 y 2027 en mejorar su gama. El 68% de este dinero, unos 122.400 millones de euros, irán destinados a la electrificación y digitalización de sus marcas. Esto es más del 56% del último plan quinquenal. 

"Aspiramos a generar de nuevo una sólida rentabilidad en el ejercicio en curso. Nuestra sólida base financiera nos coloca en posición de seguir invirtiendo en la electrificación y digitalización de nuestra compañía, incluso en un entorno económico desafiante", afirma Arno Antlitz, director financiero y de operaciones del grupo Volkswagen.

El objetivo de Volkswagen es que, a partir de 2025, uno de cada 5 vehículos que se vendan en todo el mundo sea de propulsión totalmente eléctrica. Además, la compañía también tiene reservados 15.000 millones de euros para la construcción de fábricas de celdas de batería de la mano de PowerCo y para los gastos iniciales para asegurar las materias primas como parte de la implementación de la estrategia de baterías. 

Para 2030, se espera que PowerCo genere ventas anuales de más de 20.000 millones de euros. Además, habrá inversiones continuas en la última generación de motores de combustión. Se espera que el pico de inversión se alcance en 2025, después de lo cual seguirá disminuyendo.

Seat vuelve a dar beneficios

La que puede empezar a respirar aliviada es Seat. Después de 2 años horribles, la compañía española propiedad de Volkswagen parece salir a flote. Seat ha obtenido un beneficio operativo de 33 millones de euros, una cifra minúscula comparada con los 445 millones que ganó en 2019, pero mejor que los 233 millones que perdió en 2021. 

La mejora de Seat se debe a las buenas ventas de Cupra, algo que sabe Volkswagen, que afirma que este vehículo "impulsó la recuperación financiera de la compañía". Cupra se ha convertido en el salvavidas de la marca española en estos últimos 2 años.

Esta realidad se ve reflejada en sus datos. En 2022, Cupra ha entregado 152.000 unidades, lo que supone el 39,6% de todos los coches de Seat. Mientras que la marca premium vendía un 92% más que en 2021, Seat reducía sus ventas un 40%, colocando solo 232.700 coches. 

Por el momento, Volkswagen sigue confiando en Seat y, sobre todo, en Cupra, ya que para este 2023 se lanzará al mercado el modelo Tavascan. Con este, junto con el resto de coches nuevos, el grupo pretende alcanzar una cuota de BEV de cerca del 10% de las entregas totales en 2023. 

Sin embargo, aunque este año Seat pueda respirar tranquila, es algo momentáneo. La compañía española tiene un grave problema que se va a ir agravando con el tiempo. La marca no tiene nuevos modelos más allá de 2029. Además, la electrificación ha recaído sobre Cupra, por lo que el futuro de Seat es negro.