Los riesgos de seguir una dieta FODMAP si no te han diagnosticado SIBO

intestino
  • La dieta baja en FODMAP se ha popularizado ya que ayuda a reducir los síntomas de colon irritable y SIBO.
  • Pero evita seguirla si no te han diagnosticado alguna de estas condiciones. Puede conllevar riesgos.

Hay gente que decide no comer gluten a pesar de no ser celíaca. Con la leche pasa algo similar. Lo cual no es inofensivo. Entre los efectos, retirar de la dieta alimentos saludables cuando no causan efectos negativos.

De manera similar ocurrirá si decides seguir una dieta FODMAP sin problemas gastrointestinales diagnosticados. Y que tengas gases o abdomen hinchado no conlleva que los padezcas, y que debas hacerla por tu cuenta.

El síndrome del intestino irritable (SII) es un trastorno intestinal común que produce síntomas como dolor abdominal, hinchazón y deposiciones alteradas que pueden alternar entre diarrea y estreñimiento. De manera similar a lo que experimentan las personas con sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO).

Basándose en la evidencia científica la conocida como dieta baja en FODMAP es el plan de alimentación recetado con más frecuencia para ayudar a aliviar estos síntomas.

"La dieta baja en FODMAP es un plan de alimentación temporal que es muy restrictivo", advierte Hazel Galon Veloso, gastroenteróloga del Johns Hopkins. "Siempre es bueno hablar con tu médico antes de comenzar una nueva dieta, pero especialmente con la dieta baja en FODMAP, ya que elimina tantos alimentos".

Qué es la dieta FODMAP

Para aliviar los síntomas del SII y el SIBO, es esencial evitar los alimentos ricos en FODMAP que agravan el intestino.

Se trata de 4 tipos de hidratos fermentables: oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles (denominados colectivamente FODMAP en inglés). 

Los oligosacáridos están presentes en alimentos como el trigo, las legumbres, el ajo y la cebolla, mientras que el disacárido lactosa prevalece en productos lácteos. Los monosacáridos se refieren a alimentos con exceso de fructosa y se encuentran en productos como las manzanas, los mangos y la miel. Los alcoholes de azúcar, se encuentran en algunos productos endulzados artificialmente y de forma natural en alimentos como los aguacates y los champiñones, enumeran desde Harvard.

Estos hidratos  proporcionan alimento para la fermentación bacteriana, lo que provoca gases y malestar abdominal general. Si una persona padece SIBO los alimentos ricos en FODMAP alimentan el sobrecrecimiento bacteriano y producen un exceso de gases.

La dieta se basa en 3 fases. En primer lugar, se dejan de comer alimentos FODMAP. A continuación, se reintroducen poco a poco para ver cuáles son los más problemáticos. Una vez identificados los alimentos que provocan los síntomas pueden evitarse o limitarse.

Riesgos si no tienes SIBO

"Cualquiera que tenga un peso inferior al normal no debería intentarlo por su cuenta", advierte Veloso. "La dieta baja en FODMAP no está pensada para perder peso, pero se puede adelgazar con ella porque elimina muchos alimentos. Para alguien con un peso ya demasiado bajo, perder más puede ser peligroso."

Este plan funciona porque deja de alimentar el crecimiento excesivo de bacterias en el intestino, reduciendo la fermentación y con ello la producción de gases. Pero al matar de hambre a las bacterias que crecen en exceso, también se deja de alimentar a las bacterias buenas del intestino. Las cuales se cree desempeñan muchas funciones beneficiosas para la salud.

De hecho, un estudio de 2016 publicado en Proceedings of the Nutrition Society encontró que la dieta baja en FODMAP conlleva el riesgo de reducir las Bifidobacterias beneficiosas para el intestino, lo que puede empeorar o crear síntomas digestivos cuando no se tenían.

Buena parte de los alimentos que contienen FODMAPs son realmente saludables y forman parte de una dieta equilibrada. Como las frutas, legumbres o los cereales integrales. Dejar de comerlos "aumenta el potencial de riesgos nutricionales". Por ejemplo, es común que las personas que evitan los lácteos tengan una ingesta inadecuada de calcio. Otros nutrientes menos conocidos, como el magnesio, también son motivo de preocupación, advierte Harvard.

Sobre todo si se sigue durante más tiempo del que se supone. Ya que se trata de una dieta temporal que no debería mantenerse más allá de 3 a 6 meses.

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