Es uno de los elementos que pueden 'igualar' tanto a los bares más pequeños como a los restaurantes más lujosos: los hurtos y robos pueden afectar —y lo han hecho— a unos y a otros.

Uno de los casos de hurtos más recientes y mediáticos ha sido el de 132 botellas de vino de alta gama, valoradas en 175.000 euros, de Coque, restaurante en Madrid con 2 estrellas Michelín. Otros como Diverxo, de David Muñoz y considerado uno de los mejores del mundo, también han registrado robos en los últimos años.

En el otro lado del espectro, bares menos conocidos sufren asimismo todo tipo de hurtos, relacionados con la comida, la cubertería y objetos del baño y de otras zonas del local. 

Si bien no son los únicos afectados —los supermercados están implantando diversas medidas antirrobo para evitar las pérdidas millonarias—, bares y restaurantes son los negocios que más robos sufren en España, según datos de Movistar Prosegur Alarmas recogidos por EFE y publicados por Food Retail.

Los siguientes son algunos de los casos de hurtos o robos más "absurdos", "raros", sorprendentes y graciosos que han ocurrido en bares y restaurantes de España, como cuentan personas propietarias, camareras, trabajadores y testigos en un hilo en Twitter de la cuenta 'Soy camarero' y en un artículo de La Vanguardia:

La cadena de la taza de váter, la escobilla... y un corcho que servía de 'diana'

Un usuario de Twitter comparte en el hilo de 'Soy camarero' un sorprendente caso de hurto en el bar de sus padres: alguien robó la cadena de la taza del váter y un corcho que servía para "apuntar mejor" al hacer pis.

"Le aconsejaron a mi padre tirar al retrete un corcho de botella porque flotaba y así la gente apuntaba mejor (era cierto). Sí. Una vez también lo robaron", publica.

Una cabeza de cebra

Una baraja de cartas, la máquina de bolas de chicle y la de tabaco

Cortaron la cadena, la subieron a una furgoneta "y a correr", cuenta una enfermera que estaba de guardia enfrente del bar.

Toda la recaudación de la caja registradora...

... o el bote de propinas con 20 céntimos

"En su cabeza era espectacular", bromea el autor del tuit.

Un entrecot al roquefort (con las manos) y un chorizo frito (al bolsillo)

También la comida en objeto de hurtos en bares y restaurantes de España... incluso quitada directamente del plato y delante del consumidor.

"A una clienta mía, que es estaba sentada en la terraza... llegó un hombre y cogió con las manos el entrecot al roquefort de la clienta y se largó tan feliz. Qué hartada de reír la clienta y yo... después de mi momento tierra-trágame🤣🤣🤣", recuerda un usuario.

Los reposacubiertos...

... y los cubiertos: desde cucharillas de plata hasta cuchillos normales

"Las cambié [las cucharillas de plata] por otras más sencillas, harta de que desaparecieran", cuenta a La Vanguardia Fina Navarro, mujer del director de un restaurante.

Figuritas de dragones gaudinianos

Estas costosas figuras forman parte de uno de los platos del menú modernista de un restaurante, informa el medio.

Platos de 460 euros hechos en Hiroshima

La Vanguardia también recoge el caso del restaurante Megu de Nueva York (EEUU), donde descubrieron que, en apenas unos meses, habían desaparecido 65 platos hechos en Hiroshima (Japón), con un valor cada uno de 500 dólares (unos 460 euros, al cambio actual).

Servilleteros de propaganda, palilleros, el bote de mostaza, un vaso de tubo

Eran "cosas de poco valor. Recuerdo que él lo veía como un triunfo", cuenta alguien sobre los hurtos de un antiguo amigo "cleptómano".

(Todo) el aceite

"Tenía una clienta, una señora mayor, que llevaba una botella de plástico dentro del bolso y vaciaba las aceiteras de mesa. Solo el aceite, el vinagre no le interesaba 😅", explica alguien en Twitter.

Una paleta de jamón entera

"[Al ladrón] lo pillamos un par de calles más abajo", cuenta un usuario que recuerda hurtos de "un mogollón de cosas", como plantas, envases de vidrio, cubertería, servilleteros, los platillos para dejar la cuenta de la mesa, platos de sobremesa y el menú.

Cucharillas de nácar: el hurto de un "cliente VIP" millonario

"Un cliente VIP (de los que ganan más de un millón al mes) y que se jacta de pudiente pidió una lata de caviar que servimos con unas cucharillas de nácar. Y adivina: el tío se las llevó...", se sorprende otro camarero sobre un hurto en un bar español.

Cactus con piedras de decoración, un secador de manos, un aspirador de migas, una maceta de unos 50 kg de peso

"La paciencia"... y "las ganas de vivir en España"