Hay un país en el Báltico que aspira a ser la nueva capital tecnológica de Europa. 

No, no es Estonia, famosa por su plataforma de residencia virtual para poder crear empresas en el país sin necesidad de vivir allí. En realidad se trata de Lituania, un pequeño país de la Unión Europea con unos 3 millones de habitantes.

Pese a su tamaño y pese a ser relativamente desconocido para muchos europeos, Lituania quiere ofrecer las mejores condiciones para el ecosistema de startups y lleva varios años intentando atraer a una masa de empresas dispuestas a tener presencia en el país.

Entre las propuestas del Gobierno lituano y de empresarios locales para la atracción de talento y startups hay una que destaca por su magnitud: Tech Zity Vilnius. Un nuevo complejo híbrido de eventos, trabajo y viviendas que se instalará en una vieja fábrica textil.

Business Insider España ha podido visitar lo que será Tech Zity en Vilna, la capital lituana, de la mano del que será su desarrollador principal, Darius Žakaitis.

Žakaitis, que ha hecho su fortuna en el mundo de la compra y venta de inmuebles en Lituania, lleva más de una década reconvirtiéndose en un mecenas para startups con la creación de varios centros de desarrollo llamados Tech Zity. Se centran en crear espacios —que en esencia son centros de coworking— donde preparan eventos y, con la ayuda de agencias del Gobierno lituano dedicadas a atraer inversión extranjera, hacerlas crecer.

No está solo en esta aventura. Para la creación de este gran centro se apoya en Mantas Mikuckas, cofundador de Vinted, una de las mayores plataformas de compra y venta de ropa en Europa, que aporta el 80% del dinero necesario para empezar el proyecto.

Para su creación, Mikuckas y Žakaitis tienen que asegurar 100 millones de euros, de los que aportan 30. Los 70 millones restantes llegarán de la mano de bancos y otras instituciones financieras.

En la segunda parte del plan, que se realizará siempre que la primera tenga éxito, rediseñarán un viejo edificio en una zona de coliving y levantarán un nuevo edificio con más zonas comunes para startups.

La idea es atraer a más de 100 empresas y hasta 5.000 trabajadores en la capital lituana.

Esta inversión forma parte de un ecosistema como plataforma para impulsar empresas y, aunque no cuentan con la colaboración del Gobierno lituano, hay varias agencias centradas en la captación de startups y talento que quieren utilizar Tech Zity como ejemplo del futuro y transformación del país.

El Ministerio de Economía ha creado un fondo con 13 millones de euros para repartir en 5 rondas de financiación para al menos 60 startups.

Lituania busca trabajadores del área tecnológica y fintech cualificados, tanto extranjeros como locales y para hacer el país más atractivo han modificado algunas leyes, como por ejemplo pasar del 31,18% de impuesto por canjear stock options a que sea el 0% pasados tres años en la empresa.

Se situará dentro de una nueva zona caliente de la ciudad, con toques de gentrificación, gracias a grandes empresas como Vinted o Nord Security

A unos 5 minutos andando de lo que por ahora es una vieja fábrica textil, se sitúan las nuevas sedes de Vinted y Nord Security, uno de los mayores proveedores de VPN del mundo y dos de las mayores startups lituanas y consideradas como sus primeros unicornios.

Con miles de empleados y con la intención de atraer otros cuantos miles en Tech Zity Vilnius, la zona donde se mezcla una zona industrial y edificios de apartamentos está viviendo una gentrificación con una nueva generación de trabajadores tecnológicos con salarios más altos que la media local. El área se ha renovado con nuevos edificios de apartamentos, cafeterías y restaurantes.

Como en el resto de Europa, los precios de los alquileres han empezado a subir y atraer a un público joven y por regla general con buenos sueldos. Aunque hay más tradición de comprar, el alquiler es más atractivo para unos trabajadores que cambian de trabajo con más asiduidad que otras generaciones, en parte, por la gran competencia que existe en el mundo de la tecnología.

La compra de apartamentos ha crecido tanto que han aparecido plataformas donde varias personas se unen para comprar en conjunto apartamentos y repartirse las ganancias dependiendo de cuánto inviertan, como es el caso de InRento.

¿Tiene sentido este tipo de megaproyectos en la era del teletrabajo?

La pandemia nos trajo uno de los mayores cambios en teletrabajo jamás vistos. Millones de personas pasaron de ir todos los días a una oficina a trabajar directamente desde sus casas. Y la realidad es que la mayoría de las empresas no han visto disminuir su productividad, en muchos casos aumentó.

Pero 3 años después del inicio de la pandemia las empresas quieren volver a la oficina, como mínimo a un modelo híbrido, aunque todavía existen las que quieren volver al modelo tradicional del presencialismo.

Empresas como Google, Meta o Zoom, que se apoyaron en el teletrabajo o desarrollaron herramientas para teletrabajar, ahora son conocidas por querer volver a las oficinas, llegando hasta despedir a los trabajadores que no quieren volver pese a su buen rendimiento.

La vuelta a las oficinas aparenta ser un problema generacional más que económico. Aunque todas las empresas acaban reconociendo que no hay nada como el cara a cara para solucionar problemas o aumentar la creatividad, todo apunta a ser una decisión tomada por una generación que siempre ha convivido con el horario de oficina de 8 a 5 de lunes a viernes.

Nordcurrent, una de las mayores empresas de videojuegos de Lituania, cuenta con unas impresionantes oficinas en Vilna, pero sus responsables comentan a Business Insider España que los trabajadores son totalmente libres de teletrabajar en casa o acudir a la oficina. 

En Nord Security, que ha estrenado este año un nuevo e imponente edificio, dispone de oficinas repartidas por Europa y ofrece total libertad de teletrabajo. Ambas tienen equipos directivos muy jóvenes.

Aunque los centros de coworking no son para nada nuevos, una inversión de 100 millones de euros para crear uno de los espacios para startups más grandes de Europa en un país tan desconocido como Lituania es una gran apuesta que puede funcionar muy bien, o muy mal.

Por ahora Tech Zity Vilnius se encuentra en la fase final de la compra del terreno, la antigua fábrica textil de la marca Lelija

Estos son los planes de transformación del área, que cuenta con 2 grandes edificios para eventos y un edificio más moderno de los años 80 para oficinas:

La parte más antigua y más abandonada tiene tintes de la era soviética del país. Las obras empezarán en noviembre con la idea de empezar a operar en diciembre de 2024

De los edificios más modernos se aprovecharán las 4 grandes plantas de la antigua fábrica para oficinas y mesas calientes

Darius Žakaitis explica cómo tardó más de un año en convencer a la dueña de la fábrica para venderle los terrenos siempre que prometiese no derribar los antiguos edificios en los que había trabajado toda su vida

En los edificios más antiguos ahora mismo se realizan exhibiciones de arte y de moda

Esta será una de las zonas con escenarios para grandes eventos. Solo eliminarán el falso techo y mejorarán el interior y la fachada, pero quieren reutilizar y mantener lo máximo posible del viejo edificio

En el edificio más moderno, de los años 80, es donde trabajarán la mayoría de startups que decidan moverse a Lituania

Todavía se preservan rastros de la era comunista de Lituania, como estas oficinas de la zona hospitalaria de la antigua fábrica textil

Y si el proyecto no funciona, siempre pueden utilizarlo como estudio para películas de terror