Acaba de nacer un monstruo del fast fashion: Shein y Forever21 unen fuerzas y el medioambiente tiembla

FOREVER 21

Reuters

  • Forever21 ha unido fuerzas con Shein en lo que supone la primera y más importante alianza por la moda rápida a nivel mundial.
  • Los productos de la firma china podrán devolverse en la extensa red comercial de la firma americana y a su vez, esta contará con un escaparate online como pocos. 

Estamos ante los albores de la mayor alianza del fast fashion a nivel mundial: la estadounidense Forever21 ha unido fuerzas con la china Shein en lo que supone la primera alianza por la moda rápida.

Así lo revela el gigante chino que anunció este jueves que adquirirá aproximadamente un tercio de Sparc Group, el operador de Forever 21, y que produce y distribuye artículos para marcas como Aéropostale, Nautica o Reebok. A su vez, este obtendrá una participación minoritaria en Shein.

La alianza busca cubrir los puntos débiles de cada firma. Porque los compradores podrán devolver los productos Shein en persona en los más de 540 establecimientos de Forever 21 en todo el mundo, mientras que la firma estadounidense tendrá un escaparate online como pocos. De hecho, el gigante chino da servicio actualmente a 150 millones usuarios.

Quién es quién en el universo textil: Shein, el desconocido gigante chino que ha atrapado a la generación Z y ahora debe redefinir la fórmula que le ha llevado al éxito

En parte, este movimiento es el paso responde a la intención de Shein por transformarse en una suerte de marketplace dándole la bienvenida a terceros.

"Estamos entusiasmados por la asociación con Shein, ya que refleja nuestra visión compartida de proporcionar a los clientes un acceso inigualable a la moda a precios asequibles", sostenía Marc Miller, CEO del grupo Sparc.

No ha sido menor el entusiasmo por parte de Shein que ha expresado que está "encantado" por contar con Sparc como socio y accionista: "Esperamos encontrar nuevas formas de deleitar a nuestros clientes a través del potencial de esta asociación", ha asegurado Donald Tang, presidente ejecutivo del grupo chino. 

Un entusiasmo comercial que amenaza al medioambiente

Ropa Shein

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A partir de 2019, la moda, en su conjunto, contribuye hasta en un 8% al total de las emisiones mundiales de carbono y en un 20% a la producción de aguas residuales, lo que la convierte en la segunda industria más contaminante, según detalla Naciones Unidas.

Y el modelo de negocio de Shein no hace sino ahondar más en ello. Rapidez en la entrega, precios irrisoriamente baratos y una enorme variedad de producto han resultado clave para catapultar el negocio y hacer que las sombras que rodean su oscurantista modelo queden en un segundo plano. 

Su éxito convive con las acusaciones de jornadas de trabajo de 75 horas semanales; el esquivar certificados sobre el impacto social de sus operaciones o las acusaciones de plagio en sus diseños. Tampoco es menor la denuncia de Greenpeace, que ha denunciado que su ropa contiene sustancias químicas que infringen la normativa medioambiental europea.

Gema Gómez, directora ejecutiva de la plataforma Slow Fashion Next, evidencia que sus prendas no han aportado nada socialmente y que por contra sí ha emitido emisiones de CO₂, tanto en la producción como en el transporte. 

Además, se trata de un producto que está pensado para un uso breve y la adquisición de otro. "Se trata de un gran volumen de producto prácticamente sin valor y como te ha costado poco, pues poco cuesta tirarlo", añade.

Pese a las innumerables red flags que sobrevuelan a Shein el reto sigue siendo el mismo: hacer entender a la generación más joven —y muchas veces sumida en el desempleo— que lo más barato para el bolsillo no siempre lo es para el medioambiente

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