Lanzados, en busca de impacto y apoyados en su dominio de lo digital: así son los emprendedores de la generación Z, según 5 españoles que han fundado una compañía con solo 25 años

Emprender en España es para valientes. La mitad de los españoles que asegura tener una idea de negocio no lo hace por miedo, según el principal estudio internacional del sector, el Global Entrepeneurship Monitor, que en su última edición, de 2021, refleja que menos del 10% de los españoles entre 18 y 64 años prevé abrir una empresa en los próximos 3 años. 

Sin embargo, algo parece moverse entre la población joven. Un 27% de los estudiantes de entre 15 y 21 años asegura que quiere ser emprendedor, por encima de los que apuestan por un empleo como funcionario o trabajar por cuenta ajena, según el VII Informe Young Business Talents, que entrevistó a 9.708 estudiantes a finales de 2020.

Del dicho al hecho hay siempre un camino largo. Pero entre la llamada generación Z, la que forman los nacidos entre 1997 y 2012, aquellos que tienen entre 10 y 25 años actualmente, ya hay una hornada de emprendedores españoles. 

Con varios de ellos trabaja la incubadora Demium Startups. Su director de operaciones, Jaime Guillot, destaca la motivación y la alta competitividad de los recién llegados. "Puedes encontrar pasión en cualquier edad, pero la realidad es que los que tienen muy claro a esas edades que quieren emprender es gente cuya capacidad de automotivación es gigantesca", explica a Business Insider España. 

"Veo un hambre constante por destacar y diferenciarse. Entiendo que tiene que ver con una generación altamente competitiva en la que, por un lado, es fácil destacar por los medios y redes sociales y, por otro, a la vez es difícil porque tienes mucha competencia. Tienes que ser muy creativo", agrega Guillot

¿Cómo son? ¿Qué buscan? ¿Se dirigen a un público de su misma edad u ofrecen productos y servicios a consumidores de todas las edades? Business Insider España ha tratado de buscar respuestas a estas preguntas charlando con 5 emprendedores menores de 26 años.

Generar un impacto positivo

Una de las cosas que comparten varios de los emprendedores consultados con sus proyectos es la intención de buscar un impacto positivo para la sociedad, bien por la vía de la observación de la realidad o bien por una cierta conciencia compartida sobre los grandes problemas del mundo. Así, la lucha contra el cambio climático es un elemento particularmente sensible para las nuevas generaciones.

"Lo que más marcado tiene la generación Z, y es lo que más se ha estudiado, es la preocupación por la parte medioambiental y por el impacto de lo que consumen. Es con diferencia la generación que más conciencia tiene de ello", explica a Business Insider EspañaPablo Alcolea, que fundó con 22 años VeganFoodClub a finales de 2020.

Su proyecto es un servicio de suscripción de comida vegana 100% basada en productos vegetales que se entregan en un pack de 5 ó 10 platos a la semana o 20 platos al mes. Alcolea, que estudió Física, decidió lanzarlo porque "lo más rápido y eficaz para reducir el impacto medioambiental es bajar el consumo de carne". 

"El objetivo de la empresa no es ir a un nicho vegano, sino dirigirse al público general y ayudarles a comer más vegano. No queremos convencer a nadie que sea 100% vegano. Vamos al público masivo al 100%", asegura. En el último mes entregaron 20.000 platos que son capaces de trasladar a cualquier punto de España y Portugal.

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Desde un punto de vista diferente, el de la psicología, Óscar Arbulu observó tras pasar por la psicología clínica y llegar al sector de los recursos humanos los problemas que estaba generando el trabajo en remoto al bienestar de los trabajadores. 

"Vi el problemón que había en las empresas, que el mundo iba al remoto y había una serie de problemas, y tenía muy claro que quería emprender. Siempre estoy buscando solución a problemas, desde pequeño, y ese fue el momento que me hizo dar el salto", asegura Arbulu, que tiene 25 años y empezó a emprender con 23.

El resultado es Wains, una compañía tecnológica con un software que utiliza inteligencia artificial, visión por computación y reconocimiento de voz para detectar el estado anímico de los trabajadores en remoto en las videollamadas. 

A partir de ello, y de otros datos que tienen las compañías como la rotación laboral, son capaces de dar recomendaciones de bienestar laboral a unas empresas con las que ya tienen varios proyectos piloto. Han sido seleccionados por Lanzadera, la aceleradora del dueño de Mercadona, Juan Roig.

Encontrar lo único y disfrutar de lo exclusivo

Otro elemento que vincula a algunos de los proyectos de la generación Z es ofrecer algo que pueda ser único, especialmente para su público más cercano. Es el caso de Nerety, el marketplace de moda lanzado por Javier Bonnin, un emprendedor de 23 años.

"Hace 3 años teníamos una marca de moda, y nos fijamos en que la generación Z cuando quiere buscar ropa quiere que sea algo único, y eso lo aportan las marcas emergentes. En Nerety ayudamos a esas enseñas a conseguir visibilidad y, a la vez, permitimos a la generación Z tener esa exclusividad", explica a Business Insider España Bonnin, que puso en marcha el proyecto durante la pandemia.

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Su servicio, que funciona por comisión por venta, está basado en una de las ventajas que tiene esta generación: el uso de herramientas digitales. "Es algo que comentamos mucho con las marcas, que también son de emprendedores jóvenes: cada vez hay más herramientas como Shopify y Woocommerce, para crear marcas de ropa y vender", relata.

El acceso a lo exclusivo, en este caso desde el punto de vista de la gastronomía, es lo que ofrece Flipeat. Su fundadora, Belén de Jaime, descubrió tras el confinamiento que el proceso de reservas en restaurantes no era lo suficiente fluido —depende, aún en muchos casos, de llamadas telefónicas— y decidió lanzar una aplicación para reservar en restaurantes premium.

"A la vez te damos recomendaciones para no fallar. Las puedes ver a través de tus amigos, a quienes se puede seguir en una especie de Instagram y se pueden guardar en listas. Estamos haciendo un algoritmo que recomiende restaurantes por afinidad de precio, localización o temática", señala. El modelo se completa con influencers que son accionistas y también recomiendan lugares.

Los resultados ya son palpables. Habiendo comenzado en septiembre, en abril generaron 7.000 reservas y 25.000 comensales mensuales. Y aseguran que sus reservas suelen ser de 3,6 personas, por encima de la media del sector (3,3). "El siguiente paso será incorporar el pago. Por ahora, estamos integrados en plataformas de reserva que nos dan la información en tiempo real", agrega.

Ventajas y dificultades

La mayoría de los emprendedores consultados subrayan una ventaja principal de emprender joven. "Al ser más joven, no tienes nada que perder, y esto es una grandísima ventaja", subraya Álex Granados, fundador de NFTesp, una comunidad de divulgación sobre NFT y metaverso que colabora con la empresa de desarrollo Polygonal Mind.

Este emprendedor de 26 años recién cumplidos, también psicólogo, decidió emprender tras trabajar en marketing, y considera que, más allá del éxito, el proyecto ya tiene el valor del aprendizaje como profesional que está consiguiendo en el camino. 

"Aprender todo esto tan joven te coloca en una posición mucho mejor que la gente que no ha hecho nada o se ha limitado a estar en un trabajo. Logras una independencia que muchos empleados no consiguen, aunque en unos años el proyecto se acabara, que espero que no, eso es algo que valoran mucho los CEO a la hora de contratar a gente", agrega.

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No todo es vino y rosas. Algunos de los emprendedores encuestados reconocen que, a la hora de buscar financiación o tratar con clientes, su juventud supone una barrera que hay que superar.

"En Flipeat, para captar restaurantes hay que ir persona a persona y en restauración no siempre el más moderno es el que te coge el teléfono. A la gente le choca que alguien de 25 años pueda ser una herramienta de venta para su restaurante. La falta de credibilidad por ser joven es lo que más nos ha penalizado. Estoy segura de que en muchos restaurantes, si hubiesen ido mis padres, la reunión hubiese sido de otra manera", reconoce Belén de Jaime.

A esos problemas se suma uno extra y compartido con otras generaciones: la formación financiera. "Ni las generaciones anteriores a su edad tenían esa formación. La formación financiera que se nos da es muy básica y todos necesitan buena educación financiera, y la generación Z más aún porque no ha tenido más experiencia laboral", señala Jaime Guillot, de Demium Startups.