Soy 'biohacker', me he implantado un chip en mi mano, inyectado pequeñas dosis de LSD y estimulado mi cerebro con descargas eléctricas

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Business Insider España
Peter Joosten muestra cómo se implanta su chip RFID.
Peter Joosten muestra cómo se implanta su chip RFID.

Peter Joosten

  • Peter Joosten es un biohacker profesional que tiene un blog sobre tecnología en el que reflexiona sobre la posibilidad de mejorar el cuerpo humano.
  • Tiene un microchip en la mano con su información de contacto. Además, pronto tendrá otro que usará como tarjeta de crédito.
  • Joosten ha compartido su historia y su preocupación por la ética y el mal uso del biohacking con la periodista Elle Hardy.
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En 2012 trabaja como consultor y me entró el gusanillo de crear un blog de deportes. Sin embargo, había ya suficientes blogs sobre deportes en internet, así que me empecé a interesar en cosas como los relojes inteligentes y cómo pueden ayudar a los atletas a mejorar su rendimiento.

Después de aproximadamente 3 años, mi blog ganó importancia y fueron llegando cada vez más preguntas y correos electrónicos de organizaciones médicas interesadas en qué pueden hacer los pacientes con los datos y qué dispositivos portátiles son útiles para gestionar la salud.

Con el tiempo, tuve la suerte de convertir mi pasatiempo en mi trabajo. Actualmente doy muchos seminarios web y conferencias magistrales para empresas y gobiernos sobre la humanidad aumentada: cómo podemos utilizar la ciencia y la tecnología no solo para medir, sino también para mejorar el cuerpo humano.

La gente piensa en mí como un bicho raro, pero yo digo que soy un pionero. Al igual que los piratas informáticos en el pasado, ahora podemos parecer marginados, pero llegaremos a tener una gran importancia en el futuro.

Ni siquiera había escuchado el término 'biohacking' hasta que me metí de lleno en esto.

A veces, escuchas hablar de biohacking vinculado a conceptos como el ayuno intermitente, pero estoy más interesado en mejoras humanas radicales.

Por ejemplo, tengo un pequeño chip debajo de la piel, entre el pulgar y el dedo índice. 

Cuesta alrededor de 180 dólares (unos 150 euros al cambio actual, la mitad aproximadamente por el chip y la otra mitad del coste corresponde a la complicación de instalarlo en el cuerpo), y ahora mismo tiene mi información de contacto. Actualmente, estoy trabajando para que me implanten otro chip en la mano, que cuesta alrededor de 300 dólares (unos 250 euros) y que me permitirá pagar todo tipo de cosas colocando mi mano en un escáner al estilo de lo que puedes hacer con Apple Pay o Google Pay.

El chip tiene aproximadamente el tamaño de un grano de arroz. Simplemente, hacen una pequeña incisión y colocan el chip, luego lo cosen. Debido al COVID-19, todas las tiendas de piercings han sido cerradas, así que aún no he podido hacerlo, pero espero poder en los próximos meses.

Sin embargo, el 'biohacking' va mucho más allá que la tecnología.

He llegado a hacer un ayuno extremo en el que solo bebí agua y té durante 5 días; fue bastante desafiante y no estoy seguro de si lo repetiría. ¡Mi madre se enfadó mucho conmigo por eso!

El experimento más aterrador que he hecho suena extraño, pero surgió porque soy bastante introvertido. Durante un mes, me desafié a mí mismo a hablar con un extraño todos los días. Fue bastante difícil para mí, incluso en el día 25; sin embargo, no me cambió en absoluto.

Con lo que realmente disfruto es con el método Wim Hof, que es una combinación de inmersión en frío y técnicas de respiración. En invierno, nado en un río que hay cerca de mi casa para estimular mi sistema inmunitario.

Para mejorar el cerebro, he probado la estimulación transcraneal por corriente directa (tDCS), que estimula al cerebro con corrientes eléctricas directas para que se despierte o se calme.

También he probado a tomar ayahuasca durante un fin de semana. Es una planta psicoactiva sudamericana que se ha utilizado durante mucho tiempo en la medicina espiritual. Es un alucinógeno bastante fuerte, pero hay evidencias creíbles de que su consumo puede cambiar el estado de ánimo, el pensamiento y el comportamiento de una persona.

Los desarrollos de 'biohacking' más interesantes en este momento involucran la modificación genética.

Desde que apareció CRISPR, una tecnología de modificación genética que permite a los científicos encontrar un fragmento específico de ADN dentro de una célula y modificarlo, en 2012, ha habido una gran cantidad de investigación para cambiar lo que algunos llaman nuestro "sistema operativo".

CRISPR puede ayudar con las enfermedades existentes, pero también hay personas que quieren usar la tecnología para mejorar de otras formas.

Hay 2 ejemplos bastante famosos sobre esto. En 2019, se dice que el biofísico chino He Jiankui "editó" a niñas gemelas para hacerlas resistentes al VIH. El biohacker Josiah Zayner también intentó modificar sus músculos con tecnología CRISPR, bloqueando el gen que inhibe el crecimiento muscular, pero no funcionó.

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Lo que me interesa de estos experimentos es cómo podemos utilizarlos para ayudar a las personas a pensar en el futuro. ¿Queremos los genes para huesos más fuertes o mayor memoria? Estas serán las grandes preguntas.

En la actualidad, el único escenario en el que podría verme usando CRISPR es en caso de contraer una enfermedad mortal. En ese caso, estaría feliz de ofrecer voluntariamente mi cuerpo a la ciencia como conejillo de indias. Pero no me veo probando CRISPR para mejorar mi cuerpo solo para obtener bíceps más grandes o cosas por el estilo.

Las siguientes cosas que he planeado son un silencio de una semana, la meditación, el retiro y probar el oxígeno hiperbárico para ver si ayuda a reducir el envejecimiento de las células.

He cambiado de opinión en cuanto a la ética.

Cuando comencé a experimentar con el biohacking pensé que deberíamos dejarlo completa libertad a cada uno y que la gente experimentara por su cuenta porque esa es la forma en que funciona la innovación y el progreso.

A medida que adquirí más conocimientos sobre las tecnologías, me volví más conservador.

Existen dos campos principales: en el lado más extremo, hay personas instaladas en el transhumanismo, que piensan: "¿Por qué necesitamos estos frágiles cuerpos biológicos cuando podemos cargar nuestras mentes en ordenadores y ser inmortales en forma digital?".

Subir mi mente a un ordenador es algo que me interesa, pero solo cuando se resuelvan las cuestiones éticas y filosóficas. Sería fascinante que hubiera dos Peters, uno biológico y otro viviendo en la nube.

Digo que es nuestra capacidad para usar la tecnología lo que nos hace humanos, pero debemos tener cuidado con las tecnologías no reguladas porque las cosas que cambian la vida pueden salir mal.

Otro problema es que, debido a que ya tenemos divisiones sociales y económicas, los ricos serán quienes puedan permitirse este tipo de mejoras. Si son los únicos que pueden permitirse mejorar su cognición y aumentar su esperanza de vida y su aptitud física, entonces también tendremos una división biológica en la sociedad.

Hasta ahora, no he sufrido nada realmente malo al utilizar mi cuerpo para experimentar.

Una vez estaba dando una charla con la policía y mencioné que me tomé pequeñas dosis de LSD, que tiene efectos bien documentados sobre el estado de ánimo y el pensamiento creativo, sin que te coloques. Pensé que podría meterme en problemas, pero no me arrestaron cuando bajé del escenario ni nada. También probé Modafinil, un medicamento recetado nootrópico que te mantiene despierto, pero me puso demasiado nervioso.

Creo que el sueño es a menudo más importante que la nutrición, y presto mucha atención a mi sueño con un anillo de Oura que mide la calidad de mi sueño.

Sin duda, he notado que duermo mejor cuando dejo de beber cafeína después de las 14:00; mejor tomar magnesio y meditar un poco antes de acostarse. 

Y no importa lo que pase, cuando hay luna llena, ¡mi calidad de sueño siempre disminuye!

En lo que se refiere al futuro del biohacking, lo que más me interesa es el cerebro.

Creo que las interfaces cerebro-máquina despegarán. Facebook y Google, así como los investigadores médicos, están buscando métodos que nos ayuden a comunicarnos solo con nuestro cerebro.

Los investigadores están estudiando si los pacientes pueden pensar en un determinado movimiento y luego controlar una máquina o un móvil iluminando esa parte del cerebro. Facebook también está buscando un dispositivo que se coloca en las manos, lee las señales nerviosas y se comunica de esa manera.

También se está trabajando en implantes cerebrales, como Neil Harbisson, un "artista cyborg" que tiene un implante para ayudarlo a escuchar los colores. Una vez más, hay cuestiones éticas aquí: entrometerse con el cerebro podría significar afectar su alma o su identidad.

Incluso como biohacker, por el momento no me ofrecería como voluntario para que un implante cerebral me conectara a Internet. Pero aun así, sigo este campo con mucha curiosidad.

Estoy realmente preocupado por cómo algunos de estos descubrimientos podrían ser mal utilizados.

Al igual que con todas las tecnologías como la inteligencia artificial y el blockchain, hay muchos problemas en el biohacking que deben abordarse, como quién tiene la propiedad de los datos y cómo podemos salvaguardar la privacidad.

Ya existen preocupaciones sobre nuestra relación como consumidores con las empresas de tecnología; piense en cómo se aplicarán cuando obtengamos la tecnología dentro de nuestros cuerpos.

Lo que más me preocupa es utilizar los descubrimientos de biohacking con fines militares. Muchos países están analizando no solo la guerra cibernética, los drones y la inteligencia artificial, sino también cómo pueden usar estos métodos en soldados humanos.

La Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA) ya tiene varios programas para descubrir qué es lo que hace funcionar a los soldados de élite y ver cómo se pueden replicar en otros. Según los informes, el Ejército también está explorando tecnologías como la nanotecnología, la edición de genes CRISPR y productos farmacéuticos para mejorar los cerebros de sus soldados.

Por eso también creo que este tema de la mejora humana es tan importante. Tenemos que tomar decisiones acertadas sobre qué tecnologías queremos usar, con qué propósitos y quién decide estos temas.

Este artículo fue publicado originalmente por BI Prime.

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