La subida de tipos está ahogando a las pymes: sus deudas se duplican y el esfuerzo para pagarlas se triplica en 2023

Camarero en un bar
  • La morosidad sigue provocando un elevado coste a las pymes, que cuentan con menos recursos que las grandes para afrontar largos períodos de impago.
  • El esfuerzo financiero que tienen que hacer las empresas para hacer frente al coste de la deuda se ha triplicado por el encarecimiento de los créditos.

Apretarse el cinturón no es suficiente. La subida de tipos de interés y la inflación están ahogando a las pequeñas y medianas empresas, y sus deudas no paran de crecer.

El coste de la deuda de las pymes se disparó hasta los 2.400 millones de euros entre abril y junio, según el último Observatorio de la morosidad publicado por Cepyme. Es casi el doble que en el segundo trimestre del año pasado. 

"La morosidad sigue provocando un elevado coste a las empresas, especialmente a las pequeñas y medianas, que cuentan con menos recursos para afrontar largos períodos de impago y obtener la financiación necesaria para el desarrollo de su actividad", avisa el informe.

Al coste de la deuda se suma el esfuerzo financiero para hacerle frente, y que se ha triplicado, ya que la subida de tipos ha encarecido los préstamos. 

En España, donde el 99,8% de las empresas son pymes, pedir un crédito para hacer frente a compromisos pasados (como el pago a proveedores) o futuros (la compra o alquiler de un local o nueva maquinaria) es la tónica general. El problema es que esos créditos, con la subida de tipos, son cada vez más caros.

El esfuerzo financiero que tienen que hacer las empresas para hacer frente al coste de la deuda se ha triplicado por el encarecimiento de los créditos. Esto puede lastrar la inversión e incluso la productividad de algunas empresas.

"A este incremento del coste de la morosidad para las pymes se suman la subida de otros costes (energéticos, suministros, laborales, etc) y los efectos de la inflación, que merman su rentabilidad y su capacidad de negociación para acceder a la financiación necesaria en un contexto de encarecimiento del dinero, como consecuencia del aumento de los tipos de interés", resume Cepyme.

Y si aumenta el coste de los préstamos, también crece la probabilidad de que los usuarios tarden más en devolverlos o, incluso, incurran en impagos. 

El propio Banco de España advirtió hace unos meses de que hay 21.000 millones de euros de los créditos ICO en riesgo de impago. Las empresas que recibieron créditos ICO avalados por el Gobierno para hacer frente al impacto de la pandemia podrían tener problemas para devolverlos, al haberse visto afectadas ahora también por la guerra en Ucrania. Al doble golpe de la pandemia y la guerra se le sumaría ahora la subida de tipos.

Sin embargo, la banca actualmente no ve un deterioro de la morosidad. La tasa de morosidad está en mínimos históricos. En marzo el indicador se situó en el dato más bajo (3,51%) desde la anterior crisis financiera, de acuerdo con el Banco de España. Hace sólo un año estaba en el 4,24%. 

El informe trimestral del Observatorio de Morosidad, que elabora CEPYME, con datos de CESCE e Informa D&B, confirma que el periodo medio de pago (PMP) en las operaciones comerciales entre empresas mantuvo en el segundo trimestre del año su tendencia descendente.

Entre abril y junio, el PMP se situó en 81,3 días, frente a los 82,1 días del trimestre anterior, lo que le convierte en el PMP más bajo para este periodo desde 2017, pero aún muy por encima del período máximo legal de 60 días que establece la ley.

La reducción del PMP desde finales de 2021 es, como refleja el informe de CEPYME, el resultado de la reacción de las empresas al entorno de elevada inflación en una doble vía: por un lado, acortar los plazos de cobro evita la reducción del valor real de los cobros pendientes que provoca la inflación y, por otro, es una forma de sortear el aumento del coste financiero que provoca el incremento de los tipos de interés sobre la deuda comercial.

Pero a pesar de la reducción del PMP, este ha aumentado en términos interanuales en ocho comunidades, con Murcia a la cabeza (95,7 días) y Castilla y León con el menor periodo medio de pago (69,8 días).

El 29,5% de las facturas se pagó con puntualidad en el segundo trimestre, siendo mayor el porcentaje de facturas satisfechas en el plazo pactado cuanto menor es el tamaño de la empresa. En consecuencia, siete de cada diez facturas se abonaron con mora. Las empresas grandes pagaron puntualmente el 14,2% de las facturas que recibieron, frente al 49% en el caso de las microempresas, el 46% en las pequeñas empresas y el 29,4% en las medianas.

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