La suerte es un factor de éxito más importante de lo que crees, pero solo te ayudará hasta cierto punto

Un inteligente lector me pidió que hablara de un factor que puede potenciar el éxito profesional de una persona: la suerte.

También me envió un artículo de investigación fascinante sobre el tema. La conclusión del artículo, con la que estoy de acuerdo, es que la suerte desempeña un papel mucho más importante en el éxito de lo que la mayoría de la gente cree.

A menudo me sorprendo de hasta qué punto algunas personas de éxito parecen creer que su éxito es únicamente (o al menos en su mayor parte) el resultado de su propio talento y esfuerzo. Esto se aplica especialmente a las personas que miden el éxito en función de la cantidad de dinero que tienes.

Entiendo por qué quieren pensar eso, a mí también me gustaría. Pero no hace falta mucha reflexión u observación para ver que se trata de una fantasía.

Eso no quiere decir que el talento y el esfuerzo (y el "trabajo inteligente") no importen en absoluto. Por supuesto que importan. El artículo también llega a esa conclusión.

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El papel de la suerte en el éxito

Retrocedamos un poco y analicemos cada paso que hemos dado para darnos cuenta de que todos tenemos una suerte insondable:

• Estamos vivos. Parece una tontería, pero si tenemos en cuenta los miles de millones de años de evolución que han hecho falta para llegar hasta aquí, la valentía y el esfuerzo de nuestros padres para tenernos y criarnos, la asombrosamente remota posibilidad de que fuéramos concebidos y que hayamos vivido lo suficiente para llegar hasta hoy, las probabilidades de que esto ocurra son astronómicas.
• Si estás leyendo esto, es probable que vivas en un país rico y relativamente libre con muchas oportunidades. 
• Lo más probable es que tengas estudios, estés motivado y seas capaz de hacer muchas cosas.
• Somos conscientes y tenemos libre albedrío, lo que significa que podemos elegir cómo pensar y responder a nuestras circunstancias. Por lo tanto, incluso antes de llegar a nuestras circunstancias individuales como adultos, hemos tenido una suerte privilegiada.

Y algunos tenemos mucha más suerte que otros. Por ejemplo:

• Algunos de nosotros tuvimos padres con los medios económicos y la suerte suficientes para criarnos en formas (y lugares) que nos prepararon para el éxito. Según un artículo de Atlantic que resume una serie de estudios, uno de los factores de éxito más importantes es la comunidad en la que creces.
• Algunos de nosotros tenemos, o hemos tenido acceso a redes de personas de éxito que pueden actuar como ayudantes y mentores.
• Algunos tenemos credenciales de instituciones prestigiosas que aportan gran valor a nuestra carrera, y algunos pudimos ir a esas instituciones en parte porque nuestros padres podían permitírselas y, tal vez, fueron ellos mismos.
• Algunos tenemos la suerte de estar en el lugar adecuado en el momento oportuno cuando se nos presenta una gran oportunidad.

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Yo me he beneficiado de toda esa suerte y de muchas más. Y gran parte de mi éxito ha sido el resultado de esa suerte. De hecho, hay una expresión que se utiliza para describir a personas tan afortunadas como yo: 

"Nacido en la tercera base", un símil beisbolístico que podría asemejarse algo así como nacer con un trébol de 4 hojras bajo el brazo.

Al igual que otras personas afortunadas, utilicé imprudente e ingratamente mis años "rebeldes" posteriores a la universidad para ponerme las cosas más difíciles. Pero más tarde, con la ayuda de aún más suerte —y esfuerzo y algo de talento— conseguí, finalmente, construir la vida que quería.

Así que la suerte ha desempeñado un papel muy importante en mi éxito. Para mí, eso no significa "ser rico" o "conseguirlo todo", sino construir un trabajo y una carrera que apoyen la vida que uno quiere.

Pero nos estaremos haciendo un flaco favor a nosotros mismos y a nuestras futuras carreras si pensamos que todo el éxito es cuestión de suerte.

No es así.

Tenemos mucha influencia sobre nuestro futuro (y nuestro presente).

Las decisiones que tomamos —y el esfuerzo que dedicamos— importan.

La parte del éxito que no es suerte

Hay otra famosa frase que viene al caso: "Cuanto más trabajas, más suerte tienes".

Según mi experiencia, esta afirmación es radicalmente verdad. Pero incluso yo añadiría dos palabras más: cuanto más duro e inteligentemente trabajas, más suerte tendrás.

El trabajo duro por sí solo no basta. Algunos de los trabajos más duros y agotadores del mundo ofrecen menos oportunidades de progresar y tener éxito, al menos económico.

Así que, además de trabajar duro, tienes que intentar abrirte camino en trabajos y carreras que aprovechen tus puntos fuertes y creen oportunidades para que los utilices, aumentando así tus posibilidades de alcanzar el tipo de éxito que deseas. Eso es trabajar "inteligentemente". Eso es "ser el CEO de tu carrera".

Trabajar duro e inteligentemente hará dos cosas que aumentarán enormemente tus probabilidades de éxito:

• Te ayudará a crear oportunidades.
• Y te ayudará a aprovecharlas cuando aparezcan.

Siguiendo con mi propia experiencia como ejemplo, si no hubiera conseguido un trabajo en prácticas en Wall Street, no hubiera sabido que me gustaba el análisis financiero y luego me hubiera pasado de las finanzas corporativas a la investigación para poder aprovechar mis puntos fuertes (análisis, redacción, oratoria), no habría podido convertirme en analista de internet en la década de 1990.

Del mismo modo, si no hubiera aprendido mucho sobre periodismo, negocios y startups en los primeros 20 años de mi carrera, no habría podido fundar y dirigir Business Insider en 2007.

Así que mis elecciones y mi esfuerzo me ayudaron a crear esas oportunidades y luego me ayudaron a aprovecharlas.

El objetivo: entidad y gratitud

El psicólogo Paul Conti afirma que una de las claves de la salud mental es tener un sentido de "agencia y gratitud". Esto significa apreciar tanto lo afortunado que eres (gratitud) como la forma en que puedes cambiar tus circunstancias para mejor (agencia).

Es una versión prosaica de la oración de la serenidad: "... dame la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las que puedo, y la sabiduría para saber la diferencia".

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El futuro es impredecible y escapa a nuestro control directo, así que no podemos potenciar nuestras posibilidades de éxito al 100%. Pero, trabajando más duro y de forma más inteligente, podemos mejorar enormemente nuestras circunstancias y probabilidades.

Así que nuestro "trabajo", por así decirlo, consiste en intentar crearnos oportunidades y adquirir las habilidades, los conocimientos y la dedicación necesarios para aprovecharlas cuando surjan.

Estoy escribiendo una serie sobre cómo triunfar en el mundo laboral. Está dirigida especialmente a quienes se encuentran al principio de su carrera profesional, pero espero que también ayude a otras personas. Aquí puedes ver una introducción a la serie y mis conocimientos.