Telefónica se adelanta con sus redes virtualizadas y Open RAN, pero su liderazgo de futuro tiene riesgos: puede colisionar con un mercado estancado

Jose María Álvarez-Pallete, presidente ejecutivo de Telefónica.
Jose María Álvarez-Pallete, presidente ejecutivo de Telefónica.

BI España

  • Telefónica está sumida en un proceso de modernización de su infraestructura mediante softwarización y Open RAN desagregado.
  • La teleco va bastante adelantada y eso puede cimentar su liderazgo a largo plazo, pero a la vez supone un reto que presenta paralelismos con el 5G.

Telefónica hará que las redes y la tecnología estén entre los grandes protagonistas de su Día del Inversor, que se celebra el 8 de noviembre y que se configura como la fecha más importante para la empresa en los últimos años.

Y lo cierto es que el primer evento con accionistas del operador en 11 años le llega en pleno proceso de modernización a nivel de infraestructura, ya que está dando pasos para que los desarrolladores y empresas puedan crear servicios que usen funciones específicas de la red, como ya se anunció en el pasado Mobile World Congress.

En los últimos meses, Telefónica ha ido avanzando píldoras de los cambios que prepara en su infraestructura de red para estar adaptada a las nuevas posibilidades que ya ha anunciado para el ecosistema de empresas y desarrolladores. Y son unos planes en los que tiene a la sueca Ericsson como proveedor principal.

Esta colaboración tiene como pieza central la tecnología desagregada conocida como Open RAN, siglas de Red de Acceso de Radio Abierta, que las telecos están desarrollando a base de pilotos pero que aún está lejos de ser una realidad. 

Los desafíos pendientes de Telefónica ante su cita más importante en la última década

Telefónica y Ericsson trabajan juntos para que la tecnología sea una realidad pronto y, de hecho, ya han asegurado que esperan que el uso masivo y rentable de estas redes sea una realidad dentro de aproximadamente 2 o 3 años.

Se trata de un plan ambicioso que sin duda puede tener un enorme impacto en el liderazgo de la empresa de cara a futuro, pero también hay riesgos que el operador tendrá que saber poner en la balanza.

Telefónica apuesta por potenciar el Open RAN en una época en la que los expertos creen que estará estancado

José María Álvarez-Pallete, presidente ejecutivo de Telefónica.
José María Álvarez-Pallete, presidente ejecutivo de Telefónica.

Telefónica

Las promesas de Telefónica para incorporar el Open RAN y con ello la softwarización a sus redes van por delante de las que están haciendo el resto de operadores europeos e incluso mundiales, que también están haciendo pilotos pero no tienen un horizonte tan cercano para su materialización.

La inversión en Open RAN está creciendo de forma constante en los últimos años, aunque por ahora esta se centra en otras regiones como América del Norte y Asia-Pacífico y no tanto en Europa ni en América Latina, donde se sitúa el grueso del negocio de Telefónica, como señalan los expertos del analista Counterpoint Research.

 

Sin embargo, los expertos esperan que, pese al crecimiento en la inversión por parte de grandes operadores como Telefónica o Vodafone a nivel internacional, las compañías más pequeñas tardarán en decidirse a gastar más dinero en sus redes 5G y en el Open RAN por el contexto macroeconómico incierto. 

Esto se apoya en las previsiones a reducir sus inversiones en redes en este año y el próximo y apostar en su lugar por rentabilizar las existentes. Y hace predecir a Counterpoint Research que el despliegue de Open RAN se estancará en la recta final de 2023 y en 2024.

Pese a ello, las expectativas dictan que en 2025 el crecimiento regresará y se espera que el total de inversión hasta 2030 sea de 30.000 millones de dólares a nivel internacional, y que Europa será una de las regiones con un aumento más rápido de ahora en adelante.

Pero esta realidad pone a Telefónica en una encrucijada, con claros beneficios pero también riesgos potenciales.

Los pros: beneficios de ir más avanzado en Open RAN

5G

Bi España (Getty / Freepik)

Entre los beneficios de la posición adelantada de Telefónica en el Open RAN destacan varias consecuencias positivas para el operador.

La primera de ellas es que la situación de estancamiento de las redes virtualizadas es algo que las personas del sector ya contemplaban y que forma parte del ciclo normal de adopción de cualquier nuevo estándar de tecnología y telecomunicaciones, que siempre requiere su tiempo.

Ericsson, proveedor de telecomunicaciones sueco que está trabajando como socio preferente de Telefónica en Open RAN, destaca que el despliegue de las nuevas redes desagregadas está aún en la primera ola y que el normal que la tecnología se estanque hasta la llegada de la segunda ola.

"Ocurre con todas las innovaciones tecnológicas. Siempre que se produce un despliegue, surgen ciertas cosas y hasta que no se solventan no  se vuelve a crecer. Esa variación es normal", ha explicado Javier Valle, CTIO de Ericsson en España, en declaraciones a este medio.

Estar desplegando Open RAN tiene otro beneficio, que en realidad es más bien un síntoma positivo relacionado: demuestra que Telefónica está liderando el despliegue de 5G y está más acelerada que el resto en unas redes en las que no son pocos los operadores que se están quedando descolgados por el momento complicado del sector a nivel económico.

 

El lanzamiento del 5G comenzó a ser una realidad en España en 2019 y, pese a las promesas optimistas de las compañías que apostaron en un primer momento, hoy nos encontramos en un momento de desaceleración del despliegue, como muestran los últimos datos, y esto tiene no una sino varias causas.

Los expertos destacan también la mayor "apertura de la solución en cuanto a interfaces", según el CTIO de Ericsson. En la actualidad, la red tradicional, o RAN, emplea soluciones principalmente cerradas con un ecosistema de aplicaciones reducido, por lo que es complicado crear soluciones que interactúen directamente con los dispositivos de radio.

La llegada de Open RAN y Cloud RAN viene para cambiar esto y tiene el potencial de añadir soluciones de inteligencia artificial a la red móvil que puede crear posibilidades desconocidas hasta ahora. Y eso supone una fuente de ingresos adicional de la que Telefónica puede beneficiarse en un futuro no tan lejano.

Y esto trae el beneficio de reducir los costes de la red, ya que los operadores y las torreras podrán elegir proveedores distintos y reducir su dependencia de una misma compañía, como les sucede ahora.

"Los principales beneficios que los operadores con red móvil pueden obtener de Open RAN están asociados a la diversidad de proveedores. Un conjunto diverso de proveedores se traducirá en una mayor innovación y ventajas de costes gracias a más competencia, les hará menos vulnerables a la geopolítica y permitirá reducir las barreras del mercado para empresas pequeñas", como destacan fuentes de Counterpoint Research.

Además, en la comparación entre los grandes operadores y los pequeños, Telefónica está en el lado de los más beneficiados.

"El modelo de negocio de los grandes operadores les lleva a que tengan que ser los primeros de las olas. Estamos descendiendo la primera ola y esperando a la segunda. Y entre estas olas no pasan meses sino algunos años", añade Valle.

Los contras: el estancamiento del 5G trae malos (y recientes) recuerdos

5G

BI España (Getty / Freepik)

Pero no es oro todo lo que reluce y la llegada de una nueva tecnología como es Open RAN a las redes de los operadores también entraña algunos riesgos.

El primero de ellos te puede sonar a déjàvu, y con razón: el estancamiento entre la primera y la segunda ola del Open RAN es un factor que potencialmente puede retrasar los planes iniciales y traer más nerviosismo. 

Y si esto te suena de algo es porque ya lo estamos viviendo con el 5G, que aunque avanzó rápido al principio gracias al NSA, es decir, la variante non-standalone, sí está tardando más en llegar en su variante pura o standalone, con pocos operadores que de momento hayan movido su core al 5G SA o que hayan apagado sus infraestructuras de móvil antiguas.

"El principal riesgo es no conseguir la migración a las redes 4G y 5G, porque hacer despliegues que no son 100% Open RAN [e incluyen 3G o 2G] no sería del todo óptimo para los operadores", como alerta Javier Valle.

Ericsson espera que el momento de viabilidad técnica suficiente para que el Open RAN genere rentabilidad económica a escala a los operadores sucederá dentro de 2 a 3 años, aunque mientras tanto los pilotos siguen en marcha. 

Telefónica y Ericsson confían en que la softwarización de las redes móviles sea madura y rentable en 2 o 3 años

De esta manera, los planes comenzarán a ser una realidad hacia el final del periodo contemplado en el plan estratégico que presentará el operador y que abarca hasta el 2026. Y la lógica dicta que el retorno de la inversión de Telefónica no se producirá en este trienio sino en el próximo.

La situación actual del Open RAN está dibujando un panorama en el que unos operadores están siguiendo estrategias muy distintas a otros. Y Telefónica no está en el lado privilegiado.

Por un lado están los operadores llamados greenfield, que en Europa incluyen a Rakuten y otros nuevos actores. Estas telecos tienen una red móvil muy avanzada que depende mayoritariamente de 5G y 4G, con esta segunda tecnología para las tareas de apoyo y un tráfico más acelerado que el resto.

Por otro lado se encuentran los brownfield, es decir, operadores más antiguos que tienen más porcentaje de clientes de prepago o con servicios de solo voz, y por tanto su red sigue usando 3G y 2G, aunque el 4G y el 5G vayan ganando terreno. Es el caso de Telefónica, lo que complica su adaptación a Open RAN, pese a que va más avanzada que otras en 5G según los expertos.

Otro inconveniente técnico del Open RAN para Telefónica tiene que ver con el tipo de red que caracteriza a los operadores en Europa y que los diferencia de los asiáticos y norteamericanos. 

Dado que la densidad de población es mayor y las distancias son más cortas, en el Viejo Continente se está apostando por la fibra óptica para proveer servicios de acceso fijo, mientras que en otras regiones como Norteamérica o Asia, el 5G está siendo utilizado también para proveer dichos servicios de forma masiva, lo que está llevando a un despliegue más acelerado de esta tecnología en esas regiones.

Esta resistencia al 5G es un potencial foco de conflicto para los planes de Telefónica con el Open RAN, ya que pone en mejor posición a otros operadores internacionales con menos foco en la fibra que la española.

Pese a ello, los expertos destacan la buena marcha del 5G en la red de Telefónica en los últimos años y cómo está llegando a cada vez mayor porcentaje de población gracias a los despliegues de 5G rural en España y municipios de menos de 10.000 habitantes.

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.